CUADERNOS DE TZADE

Cosas que me pasan, cosas que pienso, cosas que digo y cosas que callo

29 abril 2005

Desde la confusión, que ya es costumbre

Hoy ha sido un despertar caluroso y asfixiante. Los mensajes de Gabriel, mensajes y llamada de Juan, conversación con Miguel... y la toma de conciencia de la necesidad urgente de un respiro del mundo entero. He pensado irme a Santiago de Compostela a pasar unos días, me gusta esa ciudad y creo que estaré a gusto. Le daré una sorpresa a Ana, la echo de menos y sé que me necesita, aparte de que sabrá respetar mi necesidad de soledad. Esta misma tarde pasaré por la agencia de viajes. Creo que es un momento maravilloso para regalarme el primer vuelo de mi vida. Hace menos de una semana hubiera ido a Barcelona sin lugar a dudas.
Lo cierto en todo este asunto es que Gabriel y yo contemplábamos nuestra relación desde perspectivas diferentes. Y es admirable que me siga queriendo aun pensando que soy un monstruo egoísta.
En medio de este egoísmo brutal, sin embargo, hoy hablé con miguel. Un amigo con el que he mantenido relaciones sexuales esporádicas. Me ha pedido dormir conmigo, sin sexo... yo ya estoy saturada. Su padre está muriendo y él se siente muy triste, muy solo y muy mal. Así que el lunes dormiremos juntos, dejando claro que no habrá sexo, no hay mayor problema.
Si transcribiera todos los mensajes que he recibido hoy de Gabriel saturaría el Blog y no tengo esa intención, a veces pienso que Gabriel piensa en voz alta y eso le viene bien, aunque a veces en su divagar me hiera, como hizo anoche.
Acabo de recibir un mensaje suyo, mientras leía estas líneas donde parece contemplar la relación de un modo más parecido al mío. Parece que comprende y es posible que eso calme y enriquezca muchas cosas entre nosotros. Me ha calmado leer su último mensaje, aunque aún me mantengo a la espera de uno que lo contradiga... a fin de cuentas, está divagando. Pero tal como lo plantea abre puertas que yo comenzaba a cerrar porque no tolero ataques de celos ni tener que rendir cuentas de con quién me acuesto, por qué y para qué ni cómo... Creo que ya he soportado durante bastante tiempo la presión de una fidelidad que sólo me ha llevado al orgullo herido y al picor de coño. Y no quiero ataduras y eso no me impide amar. Sólo que creo que estoy donde tengo que estar y con quien tengo que estar y que necesito vivir y disfrutar de esta posición durante un tiempo, para colocarme y porque no quiero saltar de una relación a otra, creo que no es sano.
Juan y yo hemos estado hablando esta mañana. A ambos nos supo a poco el encuentro que vivimos intensamente como si fuera a acabarse el mundo. Su lejanía hace complicado un encuentro en un puente de cuatro días, necesitaríamos al menos una semana. Nos echamos de menos y sabemos que no nos veremos hasta dentro de dos meses, sin embargo estamos intentando programar algo a finales de mayo. Juan me contagia de su optimismo, de sus ganas de vivir, de su fuerza vital.
De nuevo otro mensaje de Gabriel, abriéndose y luchando por no perderme del todo. No le merezco. Está claro que Gabriel me quiere, algo que no sé si ocurre con Juan. Pero no se trata de comparar ni de elegir, es algo que va mucho más allá de todo eso.
Desde mi posición actual, quiero a Gabriel, quiero a Juan, deseo a ambos y echo de menos a ambos. Si me dieran a elegir, no podría escoger. Son como el día y la noche. Estoy muerta de calor, de sueño y de hambre. Voy a poner remedio a este instante tan incómodo y voy a ducharme, comer y dormir una siesta. Esperaré a la próxima semana para ponerme en orden del todo.

28 abril 2005

L a cebolla es escarcha

Me despertó el canto de los pájaros y las ganas de hacer pis, aguanté en la cama todo lo que pude hasta que creí que iba a reventar. Mi cuerpo sigue necesitando descanso y tengo un intenso dolor que va y viene en la parte baja de la espalda. El dolor se extiende hacia abajo llegando hasta el sexo y al ir al baño me ha molestado bastante. También tengo náuseas y, sobretodo un sueño brutal, un cansancio desmedido teniendo en cuenta que he dormido más de ocho horas. Creo que llevo un ritmo desmedido. Hoy necesito ser mimada.
Aun debo preparar las clases, no estoy fresca y agradezco al menos poder abrir la ventana y respirar de esta brisa tan fresca que el día me regala. He dejado que Miguel Hernández me acaricie esta mañana:

“En la cuna del hambre
mi niño estaba.
Con sangre de cebolla
se amamantaba.
Pero tu sangre,
escarcha de azúcar,
cebolla y hambre.

U na mujer morena,
resuelta en luna,
se derrama hilo a hilo
sobre la cuna.

Ríete, niño,
que te tragas la luna
cuando es preciso.

Alondra de mi casa,
ríete mucho.
Es tu risa en los ojos
la luz del mundo.
Ríete tanto
que en el alma, al oírte,
bata el espacio.

Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela
,corazón que en tus labios
relampaguea.

Es tu risa la espada
más victoriosa.
Vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol,
porvenir de mis huesos
y de mi amor.

La carne aleteante,
súbito el párpado,
y el niño como nunca
coloreado.
¡Cuánto jilguero
se remonta, aletea,
desde tu cuerpo!

Desperté de ser niño.
Nunca despiertes.
Triste llevo la boca.
Ríete siempre.
Siempre en la cuna,
defendiendo la risa
pluma por pluma.

Ser de vuelo tan alto,
tan extendido,
que tu carne parece
cielo cernido.
¡Si yo pudiera
remontarme al origen
de tu carrera!

A l octavo mes ríes
con cinco azahares.
Con cinco diminutas
ferocidades.
Con cinco dientes
como cinco jazmines
adolescentes.

Frontera de los besos
serán mañana,
cuando en la dentadura
sientas un arma.
Sientas un fuego
correr dientes abajo
buscando el centro.

Vuela niño en la dobleluna del pecho.
Él, triste de cebolla.Tú, satisfecho.
No te derrumbes.
No sepas lo que pasa
ni lo que ocurre."

Dos meses después, el niño a quien iban dirigidos estos versos murió de una afección intestinal.

Siempre he admirado a Miguel Hernández. Me llegó al alma saber que era pastor, que no pudo estudiar y sin embargo, él solito alimentó sus inquietudes literarias para expresar todo lo que pensaba y sentía. De formación autodidacta, se consagró como uno de los mejores poetas que ha pisado la tierra. Sólo tuvo diez años para escribir y lo hizo creando una poesía auténtica, plenamente suya, fruto de un corazón terriblemente humano y una mente privilegiada. Murió en prisión a la edad de 31 años, obligado a casarse por la iglesia con su esposa. Nadie consiguió cerrarle los ojos.
Cuando el mundo me resulta demasiado pesado como para seguir en él, no hay mejor terapia que sentarse a la sombra de los álamos a leer un poco de poesía. Mis ideas no son más claras, pero mi corazón se calma.

27 abril 2005

He llegado del trabajo hace un momento. Es una buena noche para salir a dar una vuelta. No quise prometer a Gabriel que no bebería, me sigue apeteciendo muchísimo. Sé que no es una solución ¿qué lo es? He leído docenas de veces los hirientes comentarios de Gabriel. Me he cansado de publicarlos y paso de seguir haciéndolo. Parece que a media tarde nos dimos una tregua, pero sigo expulsada de su blog, así que no tengo muy claro en qué consiste tal tregua. Pero hoy llegué a media noche y lo primero que hice fue buscarle; al ver que no estaba miré el correo y luego busqué los comentarios en el blog... Esto raya lo absurdo. Yo quería gozar de mi libertad recién estrenada y no quería nada más que eso... aunque ello suponga llegar solterona a la cuarentena, que parece ser algo que preocupa a mucha gente de mi entorno últimamente... como si una mujer no pudiera vivir sola y feliz. Sé que puedo perderle, tal vez ocurra y lo lamente. Pero prefiero correr ese riesgo y ser sincera en todo momento conmigo misma.

26 abril 2005

No es tiempo de lamentaciones. Pero hoy estoy cansada. Cansada de vivir, me hastían todas las cosas. Los días pasan y todo sigue lo mismo. Levántate y anda, me digo a mi misma. ¿Para qué? Sigo cerrando mis puertas y sigo sintiendo el hiriente golpe en las narices de las puertas que otros me cierran. Llego tarde a mi rutina de siempre. Sólo quiero dormir, dormir un largo sueño y que nadie me despierte. No quiero ser más. No puedo más. Estoy demasiado cansada. Me marcho.

La fiera tiene sed y beberá hasta hartarse

Esta dinámica epistolar me está poniendo nerviosa. Es la segunda vez en esta semana que se me vende a Gabriel como una oportunidad que no debo rechazar. Mi compañero de piso, a quien confesé mis inquietudes este domingo y el propio Gabriel. Tanto vaivén me obligará a escribir en un papel pros y contras Gabriel versus Juan, a ver quién de los dos merece estar el primero en mi lista de prioridades. Y no se trata de eso. No estoy en un supermercado comparando calidad-precio. Comparar a ambos sería como comparar galletas con calabacines y no es cuestión. Tenía la impresión de que Gabriel me conocía más que nadie en el mundo, le había confesado cosas que no conté a nadie, le abrí mi corazón de par en par. Pero a menudo sus comentarios me dan a entender que no me conoce en absoluto. Mis fantasías con Gabriel siguen siendo las mismas. No hay primeros ni segundos planos; Juan me ha mostrado facetas totalmente diferentes que me han hecho sentir única. En lo único que están de acuerdo ambos es en lo bien que follo. Frivolidades aparte, mi cielo sigue nublado. Por lo demás, es como elegir entre playa y montaña. Poco más.
Creo que esta noche saldré a refugiarme en el alcohol... a fin de cuentas, no me hace tantas preguntas difíciles, no me quita el sueño y no me llena y me pide sinceridad para luego expulsarme de su blog... No puedo agarrarme a alguien sólo por la posibilidad de perderle.
Me dolería, pero en esta lenta partida sigo sin decidir si voy a por el pócker o me quedo con el full. De momento, no he comido... Inma, vas bien. Necesito una copa, o dos, o tres o cinco. Esta noche beberé hasta perder el sentido. No me importa nada. A la mierda.

Su respuesta a mi respuesta

¿Sabes? he aprendido de la Vida que lo que realmente me puede hacer daño no es esa cerveza que te llevó a la cama con un hombre (ya que el cuerpo es fácil de poseer), sino que en ello te hayan ido más allá de lo que es una relación sexual esporádica.
No sé si te ha "maravillado" la persona con la que estuviste "la noche de la cerveza", y yo ahora estoy en "segundo plano" (no lo acalas pero me parece leerlo entre líneas). Eso si que me está preocupando: ¿Ahora desde que apareció tu amigo, estoy en "segunda posición" ? (es importante saber que está pasando en tu corazón en este sentido y que aclares prioridades)
Ya ya acepto -notengo alternativa, ya lo sé- que no puedas prometerme nada. Ni creo que deba siquiera proponértelo (ha de salir de ti). y no estoy en condiciones de "negociar" además nada en absoluto en este sentido. Hay lo que hay. Tu has de saber lo que quieres y tener claro un proyecto como mínmo a medio plazo, no a corto plazo como los vas conformando en la actualidad.
Son casi 33 años, no lo olvides y se pueden cometer pocos errores. Has de ver a dónde te diriges en estos próximos años y con quien lo vas a hacer.
Y pensar que la vida es compromiso por el que se toma algo a cambio de renunciar a otras cosas. Tenerlo todo es imposible. pero perderlo todo es absolutamente posible...
Yo, tal como planteas las cosas, tomaré nuestra realción con más calma en tanto no vea el agua clara.
Me figuro que aceptas bajo esas premisa, en justa igualdad de ventajas e inconvenientes, que yo tambien "me abra a otras personas" -hasta ahora me había centrado en ti, francamente, y me sentía muy seguro de tí - y que alguna de ellas pueda serme "especialmente especial" dentro de un tiempo -y no mucho, porque yo también estoy muy receptivo- y me llegue "a olvidar de todo lo demás".
Tu perfil se cotiza, pero no dudes que el mío es especialmente valorado en estos tiempos.
Quiero decir que obviamente, si te descuidas me puedes llegar a perder... Y ahora no se si esto en este momento te importaría mucho -insisto en que no dejas constancia de lo que ha maravillado el chico de la cerveza- pero dentro de un tiempo, cuando veas "lo que hay en la calle", no sé yo como pensarás...
Yo puedo perderte, te puedes acabar iendo con otro, pero piensa que también "te pueden robar a Gabriel" en cualquier momento por no haber establecido un minimo compromiso. Y ya sabes que si me roban, no será cualquier pelandrusca.. será alguien que sabe lo que quiere y desde luego alguien que vale especialmente la pena. Como tu.
Besos.
Gabriel

Mi respuesta

Cariño, si yo hubiera imaginado por un instante que esa cerveza
>acabaría donde acabó te lo hubiera dicho. No era más que una cita
>para charlar. Ninguno de los dos teníamos la más mínima intención de
>enredarnos. Nació así. Y tú eras tan especial que me llegué a
>plantear Barcelona como una opción en mi vida. Siempre fui sincera
>contigo. No te oculto nada. Tú también me has hecho sentir muchas
>cosas, me daba vértigo. Siempre pensé que íbamos demasiado deprisa.
>No tenía mis esperanzas depositadas en otro detrás de ti. No contaba
>con él. Eso es todo. Me gustaría poder prometerte que algo como lo
>de ayer no sucederá más. Pero no me siento capaz de hacerlo. En mi
>libertad recién estrenada aun no me conozco los límites. Sólo sé que
>siento por ti las mismas cosas. Pero mi corazón se niega en redondo
>a las promesas. No espero que lo entiendas. A mi misma me cuesta
>entenderlo. Sigues estando en mi vida y no sé cómo crecerás en ella.
>Simplemente, no te he cerrado las puertas. Sabes que nunca me iría
>de tu vida sin más. No quiero que eso suceda. Como siempre, seguiré
>siendo sincera contigo, como lo he sido hasta ahora. Cariño, nunca
>te he ocultado nada.
>Un beso

Respuesta de Gabriel

"No, cielo,
No hay despedida en mi e-mail (más bien me pareció verla en el tuyo de ayer).
Hay una resignación y como tu expresas, un modo más calmado de "tenerte".
Yo habría agradecido saber que despues de mi visita tu ya tenías preparada una visita con otra persona, organizada desde mucho antes que la mía. Quizás en ese caso yo habría preferido dejar mi visita para más adelante.
Mi error ha sido llegarme a creer que yo era demasiado "especial" entre el grupo de tus amigos (a parte de Jorge, por supuesto). El más mejor (fuera de Jorge, insisto). Tan especial que me permitía albergar un fururo. T
¿Tu has visto con que ganas te intento "traer" a Barcelona, ¿no? Hacerte unawebsite, darte alas... enseñarte que conmigo se vuela siempre alto.
Eres una perosna que me ha hecho sentir, y de hecho no te has ido y sigues haciéndome sentir. No te he echado de mi corazón, cariño. :).
Me ha dolido saber que "tras de mi había otro". Eso si que me ha molestado como supongo te habría molestado a ti en mi caso. Pero entiéndelo, es humano.
Yo nunca llenaré el espacio de Jorge. Ni lo pretendo siquiera. Nadie puede llenar el espacio de otra persona que caló en nostros. Y si lo intentamos, al final nos quedamos solos en la vida, por motivos evidentes.
No quiero dejarte.
Y deseo que te acerques a mi.
¿Sabes? Yo empezaba a planear un próximo viaje a Pinto. Tu hablabas de vistar Aranjuez, etc... Yo estab en esto la seman pasada.
Intenta relajarte. No te mortifiques. Sujetate de mi mano, no se si será la mejor mano pero es una mano fuerte y segura en la que sabes que puedes confiar.
No me compares con tus ex. No seré ni mejor ni peor. Pero probablemente seré una de las personas que puedan acompañarte en tu deseo por vivir.
Si quieres, construyamos algo juntos, algo pequeño para empezar... algo nuestro.
Lo que temo es que un día te gires y me digas "adiós" sin más, después de una relación intensa, como he tenido que la sensación que hacías con el e-mail que me enviaste ayer en la noche.
Pero si decides estar conmigo, hazlo de un modo maduro y prescinde de otros cantos de sirena.
¿Qué te parece la propuesta, bichito?
Me preocupas... ¿debe ser que te quiero, no?
Besos, amor.
Gabriel"

Gabriel se marcha

Me ha dolido mucho que Gabriel haya decidido poner distancia. Lo comprendo. Es cosa suya. Yo no puedo darle de momento lo que espera, ni él a mí todo lo que necesito. Pero yo no le cerré mis puertas. Confieso que estoy dolida, aunque posiblemente lo merezco.
Necesitaba de las dos últimas noches. Sentir que mi placer era más importante para alguien que el suyo propio. He escrito mucho en el diario los últimos días. Hoy estoy tranquila, me siento en paz. Tal vez no falta mucho para encontrar el equilibrio. He recibido muchísimo amor, muchísima ternura, atención, caricias...
Durante años he pasado de una relación larga a otra. Estaba y estoy agotada emocionalmente. Lo que sentía por Gabriel me estaba confundiendo muchísimo. Por fortuna, me ha cerrado las puertas y eso no me da opción a sentir nada más. Que me haya privado el acceso a su blog ha sido como los portazos en las narices cuando hacía entrevistas. Tal vez haya supuesto una liberación. Tenía muchas fantasías depositadas en Gabriel. No le habría descartado de mi vida. Nadie podía sustituir esas esperanzas.
Pero yo no era lo que necesitaba y sé que ese descubrimiento le ha dolido. Espero que no haya decidido expulsarme del todo de su vida. Entonces ya terminaría de decepcionarme.

Tal vez nuestras últimas cartas

"Tu marcha dejó en mí un vacío bastante hiriente. Pensé que era porque te echaba de menos, pero no tardé mucho en comprender que el vacío era sólo la ausencia de alguien, quienquiera que fuera. Durante toda esta semana he tenido demasiado trabajo, pero en los turnos de noche una le da muchas vueltas a la cabeza. He llorado varias veces, pero no por tí. Sigo llorando por Jorge, sigo añorando a Jorge y sigo enamorada de Jorge. Gabriel me llena... a veces, como siempre he dicho.
Antes de conocerte ya tenía una cita con alguien, nos vimos ayer. No tenía ni pizca de ganas de ir a verle porque después de cuatro turnos tan solo quería dormir; nos tomaríamos un par de cervezas y nos iríamos cada uno por su lado...pero no fue así; hemos quedado para esta noche; regresé de madrugada con más confusión aun. No sé qué me está pasando. Está claro que aun no me siento preparada para vínculos de ningún tipo.
Las razones de no escribir eran las que eran: exceso de trabajo y ausencia de saldo en el móvil. Ni más ni menos. Es esta mañana cuando me he sentido más confusa, tal vez porque no he dejado de sentir lo que siento por tí sin que ello me impida sentir lo que siento por otras personas. Tengo tantas carencias que no conozco a quien pueda llenarlas todas.
Ten en cuenta que yo también he salido de una ruptura muy dolorosa y que aún no me he repuesto. No puedo lidiar con el fantasma de Lorena y de Jorge al mismo tiempo... y con otros fantasmas además. No te conté tu gran parecido a aquel ex que me maltrató. Eran gestos, posturas, físicamente te pareces mucho a él, aunque no me dio esa impresión en la foto. Cuando te vi creo que por un instante me puse blanca... traté de olvidar ese accidente, pero el fantasma de Pedro también estuvo con nosotros. Demasiados fantasmas.
No quiero alejarme de tí. Pero tampoco puedo prometerte nada. No estoy clara, sigo necesitando mi tiempo. No quiero enganchar una relación con otra, no es justo ni es sabio. Y no creo que sea sólo cosa mía... yo a tí también te he notado distante.
Estoy muy desconcertada conmigo misma. Aun así sigue en pie mi cita de esta noche. Ya llego tarde. Necesito saber lo que me ocurre.
Un abrazo, te echaré de menos como te he echado de menos siempre que no nos hemos encontrado.
Inma"

"Te agradezco sinceramente estas explicaciones, pequeña. Yo ya presuponía algo así, que te estabas encontrando "con más gente".
Ya sabes que no te juzgo. Y desde luego no lo pienso hacer. Solo que debes darte cuenta de dos cosas:
- Jorge se marchó y no volverá (al igual que no lo hará Lorena conmigo) y el tiempo se encargará de tapar las heridas. Realmente será así. Se suelen añorar los momentos felices y se evitan inconscientemente los malos. Nos pasa a todos. Pero por lo general se hace lo correcto aunque el corazón no lo tenga del todo claro hasta pasado bastante tiempo.
- Si vas "probando" gente, quemando corazones (algunos lo tenemos, créeme) y esperanzas (la primera la tuya), jamás tendrás a nadie. Eventualmente noches de sexo, lamentablemente vacías.
A mi me hace mucho daño saber que te acuestas con el primero que llega. Yo soy de otra manera y me es difícil aceptar esto. Sinceramente pensaba que tu me empezabas a querer.
Me lo creí.
Ahora no se que pensar, ni que hacer. Me he preocupado por ti, por tu salud, por tu equilibrio. Me he ilusionado por ti y empezaba a pensar en hacer cosas.
Me has dejado abatido.
Que eches en falta a Jorge no me preocupa porque es natural que sea así dado que no ha pasado mucho tiempo. Es un luto inevitable. Que quedes con otros hombres al poco de habernos visto -una semana-, después de las manifestaciones que nos profesamos, de las caricias, y que te acuestes con ellos a la semana de haberlo hecho conmigo, si me resulta importante porque no sé en que punto puedo confiar en ti. No creo que eso sea demostración de que me quieres como me dejabas ver. Pero bueno, si en esos otros hombres encuentras lo que te llena, lo que necesitas, lo que buscas, si te llenan, debes seguir ese camino que te vas trazando. Espero que sientan por ti lo que yo estaba sintiendo: Amor.Y sobre todo que les importes por encima de un poco de sexo para que no te usen y te causen más dolor.
No he sido distante contigo en los últimos días, bichito. Pero si he sido especialmente cauto viendo "tu distancia". Con todo. la verdad, no empecé a pensar en que estabas manteniendo otros contactos hasta ayer cuando te escribí. No soy bobo y desde luego no era muy complicado deducir cosas.
Supongo que ya no te interesará mi weblog. Ahora estarás por otras historias por otras palabras de cariño, por otros pensamientos, por otros corazones y hasta por otras promesas. Estarás por otro hombre. Estarás por otras llamadas, por otros SMS.
Ah. Y yo no soy Pedro. Soy un hombre equilibrado y sensible capaz de entender bastante más que muchas personas a las que puedas conocer o hayas conocido.
Deseo que te vayas reponiendo de tu catarro, de tus heridas. Me preocupa que regreses a la soledad de un pub para beber unos tragos (amargos) en mitad de la noche.
Yo deseaba compartir contigo y planear un futuro juntos... algo sólido.
Besos, cielo.
Gabriel"


" Siento el sabor a despedida de tu último mensaje. Supongo que no hay otra respuesta posible. Soy consciente de que Jorge se ha marchado y que no hay marcha atrás y que ni tú ni nadie podrá llenar ese vacío porque Jorge es una persona única, que no existirá más. No fuiste un conejillo de indias y el hombre de este fin de semana tampoco lo fue. Trato de vivir en soledad mi vida y trato de hacer el menor daño posible. Hasta que estuve contigo en Pinto había pasado un mes desde la última vez que tuve sexo con alguien, y es muy posible que ahora pase un tiempo similar hasta que vuelva a tener sexo con alguien. No es algo que vaya buscando. El hombre con el que he estado estas dos últimas noches es un amigo íntimo con el que he mantenido durante meses una relación muy especial. Había quedado ya con él antes de conocerte en el chat. No me estaba viendo con otras personas, como dices. Hasta el domingo no tenía ni idea de que esto fuera a suceder.
No me acuesto con el primero que llega. Continúas teniendo de mí un concepto equivocado. Y yo también sentía que te empezaba a querer, de ahí mi sentimiento de confusión de ayer. Porque yo también me he preocupado por tí y porque llegué a considerar Barcelona como un destino en mi vida, no sólo porque me parezca una ciudad bonita, sino porque tú estabas en ella.
Siento si te he hecho daño, nunca quise hacerlo.
Siento si te he hecho daño, nunca quise hacerlo. Me ilusioné contigo, eso es cierto. Cuando viniste te di todo cuanto podía darte y recibí con los brazos abiertos todo lo que me diste tú. Como ya te he dicho alguna vez mis carencias son demasiadas. Mi ser tenía urgencia de recibir y he sido egoísta. Pero he recibido y no me arrepiento lo más mínimo, tal vez debería hacerlo, pero estoy en un momento de mi vida en el que me importo más que nadie y creo que es una necesidad que debo cubrir por una vez en mi vida: primero yo. Sentir que soy lo primero para alguien es algo que me hacía mucha falta y lo he sentido esta noche. No es un polvo de un rato. Yo no sirvo para simples polvos sin intercambio emocional. Aunque varias veces has dicho algo parecido, es lo que piensas y parece ser que nada de lo que yo te diga cambiará esa opinión.
No estoy por otros mensajes, no estoy por otras promesas, no estoy por otra persona. No es mi estilo cabalgar de hombre en hombre y tiro porque me toca. Las cosas no son tan simples como las pintas tú. Supongo que es algo difícil de comprender, no pretendo que lo hagas. No he dejado de sentir por tí lo que sentía. Como siempre he mantendido ante tu pregunta "¿te llena Gabriel?" mi respuesta sigue siendo "a veces", no me siento ni más ni menos vinculada a tí que hace una semana. Aunque tal vez a partir del lunes decidí sentirte con más calma, porque me di cuenta de que aun necesito mi tiempo. No sospechaste nada hasta ayer porque no sucedió nada hasta ayer. Sigo siendo tan transparente como cuando me conociste.
Todavía es pronto para mí como para pensar en algo "sólido". Me estaba dejando llevar, sentir y vivir. Siento que eso te haya decepcionado.
Un abrazo

Inma"

25 abril 2005

Te quiero papá

24/04/05

Espero sentada el autobús. Van a dar las once. Ha sido toda una odisea llegar hasta aquí, cargada con mi pesada bolsa. En más de una ocasión he estado a punto de dejarla abandonada en el andén. Puedo prescindir de todo lo que llevo en ella y no lo echaría de menos. A menudo nos cargamos con pesos innecesarios y habitamos el mundo arrastrando los pies. Cuatro noches en vela dan mucho que pensar.
He ganado muchos puntos en la fundación con mi odisea de aguantar cuatro noches seguidas. Parece ser que en diez años nunca ha hecho nadie nada semejante. Hoy y ayer mis compañeras me saludaban con una calidez mayor que nunca, tal vez fue mi percepción, porque necesitaba de aquella calidez.
Estoy rendida, muchas veces he tenido la sensación de que iba a desplomarme en cualquier momento para despertar en un hospital acogida por las frías manos de papá. Le echo tanto de menos hoy...con los años se le ha ido dibujando la sonrisa en el rostro y su mirada ha adquirido un brillo inocente y aniñado. Hoy deseo verle más que nunca

“Querido papá:

No te imaginas cuánto te echo de menos hoy. Llevo haciendo guardia cuatro noches seguidas. Son las once de la mañana y estoy en el autobús de vuelta a casa (mi no-casa, porque mi verdadero hogar siempre será donde vives tú). Hoy me ha dado por acordarme de tu llegada a casa cuando estaba enferma y tenía fiebre y cuando te oía llegar te llamaba a voces para que me pusieras tus manos frías en la frente. Tú te calentabas las manos, yo refrescaba mi cabeza. Un intercambio perfecto.
No me arrepiento de haberme marchado y no deseo volver, sin embargo hoy te echo terriblemente de menos y te quiero más que nunca.
Siempre te he escuchado, aunque te parezca que no y trataré de transmitir a mis hijos todo lo que me has enseñado: la educación, la honradez, la sinceridad, tu amor a la naturaleza, tu paciencia, tus ganas de aprender, tu humanidad... No hay una sola persona en el mundo que admire más que a ti y no se me ocurre ni un personaje histórico, ni un profesor, ni un amante, capaz de transmitirme valores tan valiosos.
“eres como un libro en blanco”, “estoy aquí para lo que necesites”, “esta es mi hija”... palabras tuyas en la soledad siguen siendo tan cálidas como el día en que las pronunciaste y que no olvidaré jamás.
Estás lejos pero estás ahí. Te necesito. Me da miedo que te pase algo y no llegues a saber cuánto te quiero.
Cuídate mucho papá, porque te necesito mucho. Siempre te he necesitado pero ahora lo sé.
He pasado por momentos muy difíciles. Cuando el amor te traiciona ya nada es lo mismo. La vida se vuelve gris y pierde gran parte de su sentido. No comprendo la maldad, ni la traición, ni el engaño. No comprendo la impresión de haber sido castigada sin motivo. Sigo estando muy triste aún. Pero he de superar esto yo sola. Estoy segura de que lo comprendes. Siempre he sido muy testaruda.
En su día no comprendí tu empeño en que leyéramos “Juan Salvador Gaviota” de Richard Bach. Yo tenía 13 años. Te hicieron leerlo en la escuela. No sé si llegaste a saberlo, pero lo leí. En muchos momentos de mi vida haber leído ese libro me ha dado fuerzas: volar por el simple deseo de hacerlo, aunque nadie lo entienda. Muchas veces sentí que me cortabas las alas, pero también me las diste con ese libro.
Siempre seré tu niña. Te quiero papá “

Dos días agotadores

21/04/05

Comenzó el día con el capricho de un desayuno completo, de esos con café, zumo y tostadas y la promesa de que hoy ocurrirá algo que cambiará todo. En este rincón de Madrid no cantan los pájaros. La gente pasa ante mí con diversos modos de caminar, distinto gesto. Son mundos. Algunos van con mucha prisa y su rostro refleja enfado; otros caminan tranquilos y su gesto es meditador. Algunos recibieron el nuevo día con agotamiento y resignación. Es hora de acabar el café y comenzar el día. Promete trajín.

22/04/05

hoy he despertado con la garganta inflamada y mucho dolor. Tocando mi cuello puedo percibir varios abultamientos. Me duele intensamente el oído izquierdo al tragar y apenas tengo fuerzas para toser, la noche ha sido especialmente dura, no tanto por el contenido de las llamadas (bastante graves) como por el estado de las personas que nos llamaban. Una de ellas en un estado de ansiedad tan extremo que en 20 minutos no logramos tener la suficiente información para enviarle una ambulancia a casa. Además fue noche de drogas, fugas y abusos sexuales. Hemos podido dormir unas cuatro horas, interrumpidas a las 4 y a las 5 por bromas y a las 6 por el frío. Estoy desentrenada y lo noto muy especialmente en el modo en que me afectan ciertas llamadas, como el abuso a niños muy pequeños.
Suena “te quiero” de hombres G. La canción que Fernando y yo hicimos nuestra cuando yo tenía 17 años. Mi primer beso, mi despertar a las caricias. Extremadamente celoso, Fernando trataba de ejercer sobre mí un control cada vez más extremo. Propuso dejar la relación durante un tiempo cuando se fue de viaje con una amiga y yo exigí igualdad en el trato. En ese paréntesis fui a un cumpleaños. Pasé gran parte de la noche en un rincón con los brazos cruzados y me di cuenta de que esteba anulada. Le dejé y nunca más me ablandó el victimismo de un hombre, es más, ver llorar a un hombre o el simple hecho de saber que solía hacerlo me provocaba un rechazo instantáneo, no digamos aquellos que alguna vez intentaron quitarse la vida por amor y mostraban las marcas de sus muñecas con el orgullo de un soldado herido en la guerra. La constante amenaza de Fernando de morir si yo le dejaba y su rápida “curación” hicieron que nunca más me achicaran estas amenazas. Fernando, habiendo estudiado una carrera brillante, un hombre tan inteligente y con tanto futuro, se casó con la enfermera que su madre siempre quiso para él. Una mujer poco agraciada, vulgar, celosa, posesiva pero enfermera, que tomaba la tensión gratis a la familia. Teresa tomó al pie de la letra el consejo que le dio el cura, su consejero y amante: “no debes desperdiciar esta oportunidad” y fue a saco, destruyendo la vida de un hombre valioso que, ironías de la vida, acabó sufriendo en sus carnes su propio modo de amar y acabó como supervisor en un supermercado, vistiendo un ridículo uniforme y desempeñando funciones muy por debajo de su capacidad.
Durante años rechacé cualquier relación larga y nunca jamás he vuelto a tolerar los celos, infundados o no.
Son ya las nueve de la mañana. Me cuesta levantarme de la silla. En cuanto llegue a casa me echaré a dormir. Me mantiene la promesa del domingo: un día para descansar es todo lo que necesito.
Ayer hablé con la persona de Recursos Humanos y me dijo que a mediados del mes de mayo sabrán ya las vacaciones de los chicos y cuentan conmigo para las sustituciones. Así que el verano promete ser como el pasado, en el que llegué a trabajar 17 horas al día. Luego me regalaré un viaje, tal vez a Barcelona, como el año pasado, para ver todo lo que se quedó pendiente: La Sagrada Familia por dentro, el Museo de Lérótica y no sé cuántas cosas más. O tal vez a Santiago, si mi niña Ana sigue allí, aunque sus circunstancias no parecen apoyar esa promesa; puede que a Tenerife o puede que, igual que el año pasado, quede una plaza libre a principios del otoño.
Entretanto me queda investigar lo de la página web y las posibilidades que ofrece la terapia via internet (aunque eso me aleja de los niños), que me permitiría vivir en cualquier parte del mundo

19 abril 2005

Soy

“Soy un jardín de rosas mustias y sedientas.
Soy una tierra fértil quebrada por el sol.
Soy un cauce vacío con nidos de serpientes.
Soy nudillos ensangrentados llamando a la puerta.
Soy la sombra de un cirio olvidado que nadie prende.
Soy camino de arena borrado por el viento.
Un faro abandonado bajo una gran tormenta.
Soy caminar descalza sobre el cristal del mundo.
Soy unas uñas rotas arañando la roca.
Soy un bastón de ciego que golpea las paredes.
Soy la planta gastada de un zapato incansable.
Soy la comida fría que se pudre en la mesa”

(Diario en la lejanía... 2004)

Despertar terrible

Teniendo en cuenta que miércoles y jueves tengo guardias de noche, puede decirse que el cambio de turno de sueño de esta noche me ha venido bien. Me acosté finalmente a las siete de la mañana y desperté a la una y media. No cantan los pájaros y me duele la cabeza como si tuviera resaca. Confieso que a las cuatro de la madrugada sentí el deseo de salir a destruirme; y ahí está la huella de Gabriel que, sin estar presente, clavó mi culo al asiento buscando otra manera de responderme. Hoy el día está nublado en todos los sentidos. Ayer leía uno de los consejos que di en una página de psicología. “Consejitos doy que pa mi no tengo”, supongo que este estado es un coletazo más de la amargura que me aplastó en enero. De siete a ocho tuve pesadillas, muchas pesadillas. Cada vez que me dormía despertaba de nuevo angustiada.
Recuerdo una de ellas. Era confusa pero sí que recuerdo algunos detalles graciosos. Es curioso cuando soñamos y nada de lo que nos ocurre nos parece extraño. Estábamos en la capea que organiza la ONG todos los años para recaudar fondos, que será por cierto el próximo domingo, yo no sabía por qué estaba allí. Me pidieron un cartón de leche, fui a sacarlo de una bolsa de papel y estaba arrugado, de ahí salió arrastrándose un insecto amarillo enorme que me asustó bastante y que luego resultó ser un pollito porque en la bolsa había varias gallinas vivas. Había dos monjas pululando por ahí y dos flamencos rosas escaparon de un granero... evidentemente esas cosas no me asustaron, pero las recuerdo. Estaba por ahí Gabriel, haciendo vida independiente, como si yo no existiera. Y también estaba Jorge a quien seguí inconscientemente como una sombra. En medio de la confusión yo me sentía terriblemente sola. No soy capaz de recordar lo que me despertó, pero sí recuerdo que tan solo la claridad del día estaba ahí para devolverme la calma.
Finalmente me despertó una llamada al móvil, no sé de quién, pues di un manotazo al móvil que lo lanzó contra el suelo partiéndolo en dos. Me duele todo el cuerpo ahora y no me siento capaz de moverme apenas. Se me alarga el resto del día como la sombra del ciprés y cada segundo es como una bofetada. Físicamente estoy dolorida y cansada y no sé si fue antes el huevo o la gallina, pero el dolor me mueve una profunda tristeza y la tristeza me impide arrancar el dolor.

Descubrirme

18/04/05

Sólo dos días, aun así una historia difícil de resumir en unas pocas palabras, no exenta del miedo a ser nosotros mismos por temor al rechazo, por temor a la burla....
La despedida me dejó triste. Soy un signo de interrogación ¿Y ahora qué?
Hablé, besé, abracé y gocé. Soñé a su lado, confié, estuve a su merced. Ya le echo de menos; sus flores siempre serán bienvenidas.
Mañana beberé de ese tazón precioso que me regaló, hoy leí los libros que me compró en la feria del domingo. Sus regalos serán como caricias. La taza, sus besos; los libros, su voz.
Si no regresa, sé que no le olvidaré de todos modos.

....................

Ya es la madrugada. Mi cuerpo está cansado, mi mente más. Ha sido un día duro en todos los sentidos posibles. De alguna manera lo sigue siendo. Confié más que nunca y estoy desconcertada conmigo misma. Hoy me he sentido movida por la inercia, pero desde hace mucho tiempo. Mis pies conocen los horarios mejor que yo y se dirigen solos a la próxima casa cuando a veces yo misma no lo tengo muy claro.

Sólo sé que si fuera un alivio la despedida, entonces, es que no fue bien. Pero la despedida, lejos de ser un alivio, me ha llenado de inquietud, me ha dejado triste y vacía. Le echo de menos, así que, puede decirse que todo fue bien.
Me temo que tengo un hiriente modo de ser a pesar de mi dulzura. Que la vida me ha enseñado a distinguir hasta qué punto darse supone perderse y no quiero que eso me ocurra. Tengo la sensación de que algo se me escapa. No sé qué es. Y tengo miedo.
Los fantasmas del pasado seguían ahí, no acabaron de irse. Aun así decidí confiar, por encima del miedo, la duda y la prudencia. Y decidí ser yo por encima de mi miedo a herir a quien quiero porque no quiero herirme a mí misma. Hace mucho tiempo que no sentía algo tan intenso, tan poderoso.... y hacía mucho tiempo que no sentía tanta paz.
A pesar de haberle contado a Gabriel tantas cosas de mí misma, seguía habiendo capítulos de mí que le sorprendían. Mis diarios son demasiado largos tal vez. Y sé que volverá a suceder. Porque he vivido intensamente, sin reflexión a veces, llevada por la inercia que esta tarde me arrastraba a casa de mis alumnos, por una necesidad básica o por la fuerza de la costumbre o por la fuerza que nos expulsa de una vez por todas de la puta costumbre.
Yo había decidido darme un tiempo y ha pasado poco tiempo. Ahora estoy confusa porque existe una mezcla de amor y miedo al margen del descubrimiento que estoy haciendo de mí misma, de esa parte de mí que tal vez ha estado siempre y que no se atreve a salir a la luz porque no conozco las consecuencias o porque no soy lo bastante valiente como para enfrentarme conmigo misma, aunque sí con el resto del mundo. Ayer era fuego y hoy soy cenizas. Apenas podía luchar contra el viento que siempre parecía ir en contra de mi camino, como si la vida misma me dijera “no vas a donde quieres ir”, como si los elementos me señalaran con el dedo.
Yo quería ir más despacio. Yo quería descubrirle más despacio pero mi cuerpo tenía sed de Gabriel y yo tenía hambre de Gabriel y mi sexo ardía por Gabriel. Y no me daba la gana de controlarme. Sabía que había poco tiempo y el tiempo jugaba con nosotros, estirándose o encogiéndose a su antojo como una goma elástica con vida propia. ¿Y ahora qué?
Todos los días paso por mi calle que ya no es mi calle y miro a mi ventana que ya no es mi puta ventana y me pregunto qué cojones pinto yo aquí, qué me retiene, qué me expulsa, cómo sabré la próxima vez que el amor se ha acabado, cuánto tiempo tardaré la próxima vez en darme cuenta de que lo que fue no es y no volverá a ser nunca más. Y hoy era la rutina aplastante, lo mismo de tiempo, con algunos instantes de belleza que me liberaban del hastío e instantes de hastío que mataban la belleza.
Tal vez no sabía lo sola que me sentía hasta que Gabriel no se ha ido y ahora reina de nuevo la angustia, esa angustia que no me permitía ir a la cama aunque estuviera rendida porque sabía mi cama vacía y sabía que iba a llegar la mañana abrazada al vacío, a lo sumo al oso de peluche que compramos para esa hija que no tuvimos. Anoche gemía de placer y ahora ahogo los gemidos del llanto mordiendo mis muñecas. Para ser honestos, no existe un motivo de peso por el que deba soportar un segundo de más mi propia existencia. Y sé que mañana el canto del pájaro volverá a engañarme, porque deseo que me engañe, porque me siento injustamente responsable de muchas felicidades y sé que Fulano, Setano y Mengano no merecen mi rendición.
Y resulta que Sergio llevará razón después de todo cuando me proponía acabar del todo con todas las cosas, sé que en un arriesgado intento por ayudarme a buscar el sentido a mi existencia. Y esta noche parece que nada es suficiente. Y resulta que Sergio llevaba razón: mi vida es un puto asco y no soy capaz de dar una sola razón coherente para no acabar con ella. Cuando pienso en ello vienen a mi mente un montón de personas que llorarían un poco.... o un poco más, pero esta noche me parecen razones vanas. Tal vez me bastaría un abrazo

14 abril 2005

La mirada serena de papá

Es la una y media del medio día y tengo sueño. Tal vez porque esta noche tampoco he podido dormir muy bien. Además madrugué. Mi alumna va bien para este examen, la veía contenta, emocionada, se sentía capaz de superarse y con ganas de comerse el mundo. La he acompañado un poco hacia el colegio y luego he ido a comprarme esa camisola blanca que tanto me gustaba. En semana santa compré algo de ropa, pero hasta entonces hacía años que no me daba el lujo y hoy me lo he dado. Me sentía guapa con todo lo que me ponía, me hubiera llevado la tienda entera. Pero me he limitado a una falda, un pantalón, dos blusas y un top. Luego he ido al dentista, Jorge no me dejaba ir porque decía que costaba dinero... Ahora tengo menos dinero que antes, pero no me privo de lo que necesito. A día de hoy, me puedo permitir lo que necesito. En la farmacia me descalcé para pesarme y medirme. Hoy peso 55.55 y mido 1.65...espero no seguir menguando. Me he dado un buen tute ordenando apuntes y ya empieza a notarse la habitación más organizada.
Entre otras cosas, ayer encontré una foto de mi abuela cuando era pequeña, una foto de papá y una foto mía siendo peque, ya tenía más de seis años, porque ya tenía la cicatriz. Me hace gracia verme de pequeña, no me hicieron muchas fotos. Cuando yo tenga una hija le haré un millón de fotos. Y le escribiré un diario para que lo continúe cuando sea mayor.
A primeros de enero yo sabía que este día llegaría. Ese día en el que despiertas pensando en mil cosas diferentes, no tienes ganas de llorar y además sientes que eres feliz. No sabía que este día llegaría tan pronto y Gabriel tiene mucho que ver con eso. Pensé que si alguien llegaba de nuevo a mi vida, primero, pasaría muuuuucho, muuuuucho tiempo; también pensaba que sería arisca y que tardaría mucho en sentir algo. Pero no es así. También pensaba que tendría miedo, no tengo miedo. Para que todo sea perfecto sólo hace falta que se me mueran los virus y dormir un poco más.
Contemplo la foto de mi padre.... sentí tanta nostalgia que le he llamado. Pero no he podido hablar con él, mi madre acaparó toda la llamada. Cuando le dije que llamaba porque estaba mirando la foto de papá se ha puesto toda celosa. Siempre me ha dicho “como la que te ha parío nadie te va a querer” y luego me cuenta historias de que mi padre no fue a mi bautizo y no sé cuántas cosas más. Yo podía tirarme las horas mirando cómo mi padre arreglaba los relojes, lo veía tan inmerso, tan concentrado. Luego me preguntaba si dieron las doce... estábamos tan acostumbrados que no escuchábamos las doce campanadas de ninguno de los relojes de pie o de pared. La última vez que vi la relojería era una pastelería. El local me pareció diminuto. Eso ocurre cuando te vas siendo pequeño de los sitios y vuelves crecido, parece que todo se encoge.
A veces olía a gasolina, a productos raros... había una máquina que me fascinaba: una carolina. También me gustaba mirar las máquinas antiguas, pequeñas, metidas como tesoros en cajas de madera. En las vacas flacas, mi padre las regalaba a quien sabía apreciarlas en lugar de comprar un regalo. Todo era tan pequeño y delicado, todo era tan curioso, todo era tan bello. A mi padre nunca le temblaba el pulso, y era un experto sacando las espinas. La primera espina que le sacó mi padre a mi madre la tiene conservada entre dos trozos de celo. Yo recuerdo esa imagen, como a cámara lenta, cuando mi padre me cogió el dedo y despacito, con mucha paciencia, con unas pinzas puntiagudas desinfectadas con alcohol, me sacó una espina y era un momento de esos en los que casi no quieres que se acabe, aunque la espina se te quede clavada para siempre. Pero también recuerdo su ira y su cerrazón. No es un hombre perfecto. Le adoro, de todos modos.

13 abril 2005

He despertado muy tarde y con un molesto dolor de tripa que me obliga a caminar encogida... eso se me pasará... y el mal humor también.
Los comentarios machistas de anoche de mis compañeros me llegaron con efecto retardado; no se trata de la típica broma, el típico chiste... resulta que en serio se creían lo que estaban diciendo. Las mujeres no éramos "apañás" porque ya no sabíamos "cocinar, ni barrer ni planchar..." El francés me tomo como ejemplo de sus impepinables argumentos por el desorden que suele reinar los domingos por la tarde en mi habitación...; mi habitación está desordenada, es cierto, no acabo de encontrarle su lugar a cada cosa... pero mi huella no se nota en el resto de la casa. Deja que el hámster haga lo que quiera en su jaula.
Mr Apañao, que no te he visto cocinar otra cosa que sandwiches de york y queso...
Y anda que el otro, el profesor... Nuestros hijos están en manos de pueblerinos que piensan que las mujeres no sirven para nada.
Punto y a parte, esa teoría irrefutable de que las mujeres siempre nos enamoramos perdidamente del más cabrón y que, por desgracia, no soy la excepción a esa estúpida regla.
Y es que a día de hoy esos debates me parecen tan pobres, tan carentes de sentido... y la cultura de "barre el suelo pero no me tapes la tele" ya me tocó bastante las pelotas.
Siempre pensé que vivo con tres cenutrios... risas aparte. Se pueden tocar otros temas pero.... cenutrios. Dos buenos chicos resentidos con las malas chicas que ven en mi el vivo ejemplo de sus teorías (saben por la dueña que mi novio me dejó y me vine aquí, alguna vez me han visto llorar, poco más). Yo también podría caer en el juego fácil de "todos los hombres son iguales" .... me limité a amenazar al francés con no darle masajes nunca más
Hoy también me cuesta mantenerme de pie... el día promete ser bastante duro, sobre todo por las dos últimas horas que amenazan con transformarse en cuatro. Menos mal que ayer encontré material de sobra para mis clases de hoy y sólo hay que corregir un poquito e imprimir, o enviar a mis alumnos por correo el material de las clases.

Estoy nerviosa por la visita de Gabriel, tengo mariposas en el estómago, me siento como una adolescente en pleno pavo... no me soporto. Parece como si llevara meses esperando esto y no hace ni un mes... ¿Qué me está pasando?

Estos amaneceres que me encuentran despierta

Esta espera cansina que me amarra tanto
que convirtió mi huida en puro desencanto.
Este latir de flores que se mueren de frío,
este uso a lo loco de mi libre albedrío
y este hormigueo de labios que revientan de hastío.

Este hambre perpetua, este buscar ardiente,
este andar por la tierra rechinando los dientes,
estos amaneceres que me encuentran despierta
mirando los fantasmas parados en mi puerta.

Este año tras años, este día tras día,
este vivir muriendo sin ver pasar la vida,
estas manos atadas cargadas de deseo,
este encontrar belleza en todo cuanto veo
y este no hartarse nunca y nunca estar cansada
de hacer nada de un mundo y hacer torres con nada,
este buscar al sol desde mi cumbre helada
y este huir tan constante de mis propias batallas.

Ahora contemplo el mundo desde un banco sentada.
La gente no está quieta, aquí nada se para.
En esta muchedumbre me siento como nada
con un montón de nadas caminando entre el grito
incansable de un túnel infinito

(Rienda Suelta 2004)

Noche de insomnio

Son las cuatro de la madrugada, no consigo dormir. Pensaba que me moría de sueño, mi cuerpo me engañaba. Tengo la mente despierta, tanto, que he adelantado un montón de trabajo para mañana. Ando de suerte, a veces tardo más en encontrar lo que busco. Esta mañana estuve haciendo un listado de libros que me hacen falta.... , miro a mi alrededor y no encuentro lugar para ellos. Necesito deshacerme de más cosas. Esto es una locura.
Así que esta mañana estuve deshaciéndome de cosas inservibles y tropecé con la libreta negra que titulé “Rienda Suelta”, testigo de mi viaje a Barcelona... lo contemplo a veces con tal menosprecio que ahora me explico cómo se fueron tantos diarios a parar a la basura. Ahora me da pena no tenerlos, por eso ya no tiro ninguno. Y es que ciertos pasajes me parecen ridículos... pero otros tienen la magia de un cambio que comenzaba a gestarse, no exento de dolor. Pero un cambio a fin de cuentas…


Esto es una mierda. Son las cuatro y media. Se ha borrado todo lo que había escrito....no había espacio en el disco y Word me ha traicionado una vez más. Este ordenador tiene más peligro que Willy Fog con el bonobús.... no pienso reescribirlo todo, ando demasiado cabreada. En la libreta está....
El caso es que aquel viaje fue muy importante para mí. Hice muchos disparates, eso es cierto, como ponerme a buscar alojamiento una vez allí, con la mochila a cuestas... pero sentí intensamente y estuve inspirada.

12 abril 2005

Energías renovándose

Hoy ya amanecí bastante mejor, y eso que no pasé buena noche. Sigo estando dolorida y congestionada, pero al menos desperté con ganas de afrontar el resto del día y con las fuerzas suficientes para creer que podré hacerlo. En estos días se me ha acumulado bastante trabajo, algo que no me puedo permitir a estas alturas, con mayo a la vuelta de la esquina, las recuperaciones, los alumnos histéricos...
Soy consciente de mis limitaciones y trato de compensarlas de la mejor manera posible. La falta de material fue una de ellas, ahora con internet e impresora en casa, he mejorado bastante la calidad de mi trabajo y me permite ahorrar bastante tiempo. No he estado fresca este segundo trimestre y se ha notado en un fracaso escolar más elevado que el año pasado por estas fechas. 6/11 mejoraron, 1 empeoró y cuatro se mantuvieron. Me falta tiempo, pero no tengo más remedio que analizar mejor sus historias para buscar mejores métodos de tratamiento. Este trimestre hablo más con ellos, mejor dicho, dejo que hablen más conmigo. A menudo quince minutos de charla al principio de la clase resultan más efectivos que una hora de didáctica intensa. Los padres siguen sin hacerme mucho caso, así que no puedo poner mucho peso en ellos. Es difícil hacerles comprender cosas tan simples como no convertir a sus hijos en el blanco de su ira, no gritarles, no dar importancia a cosas que son más que normales en un adolescente...
Este trimestre cinco de los once son nuevos. Por cierto, hoy es el cumpleaños de una de ellos: D14-3. Dar clase con ella es una gloria, porque es participativa y se centra en la clase. Además cada día es un poco más aplicada y creo que pronto se verán los frutos. Su hermano mayor fue alumno mío el año pasado, sus notas mejoraron pero no fueron suficientes para pasar el curso. Este año está sacando sobresalientes. La verdad, es un alumno muy inteligente y una gran persona.
El año pasado también fue un trimestre duro pero resultó muy gratificante.
Bendigo el día en el que rechacé una oferta como secretaria en Pinto. Tal vez estaría económicamente más desahogada. Pero la compensación humana no tiene precio. Dije “sólo acepto trabajar con niños, gracias”. Por supuesto, no volvieron a llamarme. Pero desde entonces soy mucho más feliz, siento que estoy en mi lugar o, al menos, más cerca que nunca de mi lugar. Me siento querida y respetada y creo que siendo secretaria, no hubiera superado tan aprisa mi tristeza. Podía despertar llorando, podía estar destrozada... pero llegaban las tres y estaba jugando al escondite con D. Y volvía a casa riéndome, a veces a carcajadas, con alguna que otra gracia de las mellizas.
Ya son las nueve: ¡A trabajar!

11 abril 2005

El tabaco y yo.

Ha sido un fin de semana ajetreado y agotador. Se me ha acumulado información para estudiar, tareas por hacer y horas para dormir. Y es que estoy habitándome a un ritmo imposible desde agosto y tarde o temprano el cuerpo protesta.

Largas horas de guardia dan para pensar en muchas cosas.

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Me cuesta horrores escribir, me siento tan débil que apenas me sostengo en pie si no estoy apoyada. A esta hora ya el tabaco te llama a gritos y estoy también más agitada. Me he echado un chicle de nicotina a la boca con la esperanza de que me calme la ansiedad. Si soy capaz de no fumar tres días soy capaz de dejarlo del todo. Sé que la tos que tengo ahora no es consecuencia del tabaco, sino de un resfriado. Y cuando he ido al médico y le he dicho que fumaba mucho me ha oscultado y me ha dicho “estás bien”, con lo cual como que no tenía ninguna motivación extraordinaria para abandonar un hábito que me gusta. Sin embargo, es la hiriente sensación de dependencia, este no respirar tranquila, de amarrarse al primer cigarrillo después de horas como a una tabla de salvación, que me hace sentir tan ridícula; me tiemblan las manos, la primera calada después de horas de mono sabe fatal.

Empecé a fumar a los 20 años, cuando empecé la carrera de Psicología. Antes nunca cedí a las constantes invitaciones de mis amigos, aunque sí es cierto que sentía una curiosidad enorme y soñaba que fumaba una y otra vez y que fumar me resultaba placentero y me calmaba. Por entonces yo corría todas las mañanas. Salía de casa a las siete, desde la estación de tren (abajo) hasta la alameda(arriba), seguía hasta la catedral (más arriba) y luego el seminario (más arriba). La verdad, no corria mucho, me cansaba enseguida y casi siempre era un caminar deprisa, pero me encantaba callejear por el casco antiguo y, sobretodo, me fascinaba la sensación de estar “lejos de casa” y que nadie supiera dónde estaba en ese momento. Al volver lo hacía con calma, no faltaban unos minutos frente a cualquier edificio antiguo, o mirando a través de las rejas de los sótanos de la catedral, llegaba hasta la casa de Francis y Pretel, despertaba a Francis, desayunábamos juntos un gran desayuno y ya regresaba a casa. Eran tres horas divinas, eran mi salvación. Un día llegué a casa de Francis, no sé quién abrió la puerta, entré y tanto Pretel como Francis estaban dormidos, también los otros dos compañeros de piso. Y yo no sabía qué hacer, no quería enfadar a nadie, no sabía si marcharme.... y entonces lo vi, abandonado sobre un mueble destrozado estaba un paquete de Malboro con un cigarrillo dentro. Lo encendí. Me encantó. Me gustó el olor, el tacto, el sabor y la sensación de ser rebelde por una vez en mi jodida vida. Mis amigos no fumaban, mis padres tampoco, nadie me incitó, lo hice libremente y me gustó. Creo que era lo único en lo que desobedecí a mis padres durante años, eso y mi manía de correr por las noches por barrios peligrosos. La gente me decía que estaba loca por correr de noche en esa zona y que había navajeros, a lo que yo les respondía: “mejor, así corro más deprisa”. La insistencia de Jorge para que dejara el tabaco me agarró a él con más fuerza. Siempre he mantenido unos 20 al día desde hace doce años. Pero últimamente he llegado a fumar hasta 40. es hora de controlar un poco esto. ¿para qué fumar si no me ayuda a estar más tranquila, es caro y no es sano? La tos de este catarro me pone en situación de cómo podría ser mi voz y mi respiración en unos años si sigo fumando. Además, sigue en mi mente la idea de tener un hijo y quiero estar sana cuando eso ocurra.

08 abril 2005

Hoy no es mi dia

Hoy amanecí un poco peor. No tengo fiebre, pero sí la sensación de estar enferma además del dolor muscular y una punzada en el lado derecho de la tripa que me fastidia bastante. Así que dentro de un rato volveré a la cama, pero antes tengo la necesidad de escribir un rato. Me siento vulnerable y a la vez me siento roca.

Me pesan las mentiras, las ocultaciones... esas que se disfrazan de “no quiero herirte”.

Esta mañana hablé con Hernán, quiso venir a verme hoy o el domingo, pero no cedí. “Nadie recorre 300 Km. Si no es para follar” le dije, él negó, todos lo hacen. Luego todo va demasiado deprisa, pero hace tiempo que decidí no hacerlo así. El tipo te da un beso en los labios e inmediatamente te propone entrar en tu habitación. Y es que las mujeres lo tenemos difícil. Si entramos al trapo somos unas zorras, si no accedemos somos unas estrechas, si a medio camino decidimos no seguir, somos unas calientapollas. Y esto es así, desde que el hombre es hombre. Y, puesto que haga lo que haga el otro es libre de pensar de mí lo que le de la gana, pues hago lo que me da la gana. Eso es todo. Hernán ha sido testigo silencioso de mis sesiones D/s con cam. Él observaba mientras yo me sometía a las órdenes de un amo. Me ha visto amordazada, me ha visto a cuatro patas sobre la cama abriendo mi culo con el vibrador.... Hernán es un voyeur y a mi me daba morbo saber que me observaba.

Cuando descubrí el cibersexo tuve más de 50 contactos con amos y sumisos, con o sin cam, en tan solo una semana. Contactos de lo más variado que nunca he llevado al mundo real, no sé si por miedo, por no sentirme identificada con lo que me ofrecían o, sencillamente, por no entrar entre mis prioridades. Me he preguntado muchas veces qué me acerca y al tiempo me aleja de este mundo, como el que le tiene alergia a un alimento que adora.

He de confesar que me excité leyendo relatos de sumisión... así como relatos de dominación. He de confesar que estoy confusa, y que la represión sufrida los dos últimos años despertó mi imaginación y desconozco mis límites. En mi última relación sexual, aquel martes santo del condón roto, me excitó ser vendada, ser atada, decir cosas que no quería decir, recibir tirones de pelo, azotes, insultos... pero faltó la ternura y después me sentí vacía. En aquella ocasión opté por el sexo en lugar del alcohol. Me faltó la ternura. El alcohol y el sexo son en los últimos meses la excusa del momento, los llamadores del sueño. Luego pasa el efecto del alcohol, o quedan las agujetas de unas horas de placer.... y me acurruco en mi soledad sintiéndome incompleta.

“Mi amor, me voy antes de que te vayas tú, me voy antes de que dejes de desearme. Porque entonces sólo nos quedará la ternura y sé que no será suficiente” (Fragmento de la carta de Matilde, la peluquera, a su marido, Antoine).

No hallé el valor suficiente para escribir algo similar en su día y a veces me arrepiento. Es innombrable el vacío que reina en mí, las dudas, la confusión, el tormento. Esta mañana no cantaron los pájaros, no los oí. Y entonces supe que hoy sería un día triste y entré en hotmail, e ignoré a todo el mundo, incluso a Gabriel. Por cierto, ayer estaba Pep, a medio día, de madrugada y esta mañana. Nunca le había visto tanto tiempo conectado. Pep, a quien llamé “mi señor”, que me dio los buenos días cada mañana desde antes del zarpazo final de Jorge hasta mi carta de despedida, a quien mentí descaradamente y a quien nunca obedecí. Porque no soy una sumisa, pero cedía a sus deseos a menudo por un compulsivo deseo de agradar a alguien, de sentirme deseada, acariciada, protegida...

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Acabo de subir a la terraza a quitar la ropa del tendedero, llovía, yo casi descalza me he dejado empapar un rato por la lluvia, sé que no es lo mejor para este resfriado. He hecho tantas cosas últimamente que no son lo mejor para mí, que una más o una menos, casi da lo mismo. Hoy es uno de esos días en los que el trabajo me salva de la muerte “señor secretario, anule el suicidio que teníamos previsto para hoy, pues tengo la agenda muy apretada”. Estoy agotada de buscar el sentido de todas las cosas, pero mi sentido de la responsabilidad me impide acabar con todo.

De nuevo lloro, mientras escribo estas líneas. Ayer no guardé mi conversación con Gabriel porque el historial de mensajes parecía funcionar correctamente. Pues ayer no funcionó. Tampoco había mensajes en el móvil. Le eché de menos. Busqué sus palabras y encontré sus palabras.

“Lo que es, es y no puede dejar de ser; lo que no es, no es y no puede llegar a ser” (Anaximandro de Mileto?)

... Y así fue como Dama descalza confirmó sus dudas y temores, de no ser lo que él necesitaba, de no estar a la altura. Y descubrió que aquel que la invitaba constantemente a ser ella misma todo el tiempo, no supo ser él mismo todo el tiempo.

Y ahora me parece que no voy a dormir. Es más importante buscar respuestas.

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No dormí, es la una y estoy comiendo. También tengo sueño. Me he vuelto básica. Anoche me masturbé siete veces antes de dormir. Quiero sentir la lluvia mojando mi pelo. Quiero calmar mi fiebre.
Hoy me llovió bajo el mismo cielo donde el sol ardía y yo calmadamente colocaba las prendas una por una y ahora, todo deprisa... luego he pensado, que tampoco pasaba nada si se mojaba la ropa.

La fiebre me desordena. Me siento vulnerable. Necesito tu abrazo en mi espalda, tus besos insaciables, tu mano buscando mi sexo que luego será tu sustento, apretar tu cuerpo contra el mío, fundirme contigo bajo la lluvia fría que hoy me castigaba bajo el cielo. Te vas y vienes. No sé si eres, no sé si has sido, no sé qué quieres...

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dentro de un par de horas entraré a trabajar. Es hora de preparar el maletín. No sé si aguantaré.

Sólo son dos noches. Sobreviviré.

07 abril 2005

porque tu' ojo' se han cansao de se' llanto

Ha llegado el medio día y me ha sorprendido gritándole al ordenador.... me desquicié. Hoy tiene el día tonto, hemos de estar sintonizados porque si no, no se explica. He despertado cansada, me fallan las fuerzas hoy... ando obtusa. Si tuviera un equipo de música y tuviera el disco... hoy me viene a la mente la canción de Bebe: “hoy voy a salir”... últimamente me siento muy identificada con las canciones de esa mujer, que además suelen levantarme el ánimo. Normalmente, cuando estoy así, doy saltos, hago muecas, suspiro, río sonoramente... y consigo paliar la tristeza, el desánimo y la gilipollez de los días pre-regla. Pero ahora me apetece poco más que tumbarme de nuevo y dejar pasar las horas sin importarme nada más. Como es algo que no me puedo permitir, iré a la carnicería y dejaré que se me cuele una vieja rosetona, de esas que no tienen nada que hacer más que ejercer su supuesto derecho a colarse y de paso contarle al carnicero su vida y su obra, sentarme bajo una ducha caliente y cantar lo que me deje hoy la garganta, recoger la ropa que ayer tendí y disfrutar de una comida riquísima que me haré con todo el amor del mundo.
Necesito viajar. El cuerpo me lo lleva pidiendo desde hace meses, de hecho, no debí regresar de aquel viaje iniciático que comenzó en Barcelona y que me regresó a Madrid para seguir senderos pedregosos que no me llevaban a ninguna parte.
Algunas mujeres, cuando lloran, se quedan hinchadas y se les afea el rostro. A mí eso no me pasa. Me contemplo al espejo y veo a una mujer serena, relajada, con los ojos brillantes, los labios carnosos, la sonrisa puesta... me sienta bien llorar. Pero estoy un poco cansada de hacerlo. En general me siento cansada de muchas cosas pero trato de no dejarme vencer por el desánimo, aunque sólo sea porque confío inmensamente en mi capacidad para ser feliz, y porque siento que no puedo traicionarme a mí misma ni a muchas otras personas que necesitan ser contagiadas de mi afán de superación... hablo, por supuesto de mis alumnos.
Hoy, el primero de ellos, varón de once años, con graves problemas para expresarse verbalmente, que poco a poco mejora pero que a menudo tiene crisis de llanto y de ira, fruto de su impotencia para enfrentarse a los problemas. El segundo, un RMM , varón, once años, que empieza a conocer sus limitaciones y que sufre acoso escolar. El tercero, un RML, varón de dieciocho, que por su edad ya no es admitido en muchos centros y que necesita una rápida salida laboral. El cuarto, varón de 11 años, con un iniciado síndrome negativista desafiante. Quinta, mujer de 14, con una depresión ansiosa leve y un inicio de comportamiento anoréxico... no les puedo fallar.

.... jejeje, de vuelta de la carnicería, lo dicho, a las mujeres mayores les gusta hablar... menuda historia!

Y ahora, cantaré a Bebe bajo la ducha hasta que se acaben mis cinco minutos de agua caliente.

“Ella se ha cansao de tirar la toallase
va quitando poco a poco telaraña
no ha dormido esta noche,
pero no está cansada
no ha mirao ningun espejo pero se siente to guapa

hoy ella se ha puesto color en las pestañas
hoy le gusta su sonrisa no se siente una extraña
hoy sueña lo que quiere sin preocuparse por nada
hoy es una mujer que se da cuenta de su alma

hoy vas a descubrir que el mundo es solo para ti
que nadie puede hacerte daño, nadie puede hacerte daño
hoy vas a comprender que el miedo
se puede romper con un solo portazo
Hoy vas hacer reír porque tus ojos se han cansao de ser llanto,
de ser llanto,
hoy vas a conseguir reírte hasta de ti y ver que lo has lograo.

Hoy vas a ser la mujer que te dé la gana de ser,
hoy te vas a querer como nadie te ha sabio querer.
Hoy vas a mirar pá 'lante que pá tras ya te dolió bastante,
una mujer valiente, una mujer sonriente, mira como pasa, ja!

Hoy ha nacio la mujer perfecta que esperaban,
ha roto sin pudores las reglas marcadas.
Hoy ha calzado tacones para hacer sonar sus pasos,
hoy sabe que su vida nunca más será un fracaso.

hoy vas a descubrir que el mundo es solo para ti
que nadie puede hacerte daño, nadie puede hacerte daño
hoy vas a conquistar el cielo sin mirar lo alto que queda del suelo

hoy vas a ser feliz, aunque el invierno sea frio y sea largo
y sea largo
hoy vas a conseguir reirte hasta de ti y ver que lo has lograo

hoy vas a descubrir que el mundo es solo para ti
que nadie puede hacerte daño, nadie puede hacerte daño
hoy vas a comprender que el miedo se puede romper
con un solo portazo
Hoy vas hacer reír porque tus ojos se han cansao de ser llanto,
de ser llanto,
hoy vas a conseguir reírte hasta de ti y ver que lo has lograo.”

... y en el fondo de mi alegría Gabriel sigue plantando flores en mi alma, borrando a besos las huellas del dolor, dejándome descubrir la magia de todos los minutos y caminar por su universo danzando con la luna

06 abril 2005

Respuesta de Mag

Esta es la respuesta que he recibido de Mag ... la verdad, no la esperaba, y menos tan pronto. Como siempre, consigue confundirme y hacerme sentir culpable. Pero no demasiado. Tal vez hizo este viaje a Logroño con ella, dos más dos son cuatro. Cuando acabamos una relación, a menudo en la siguiente las cosas suceden más deprisa. Miento si digo que deseo que le vaya bien, porque no es cierto. No deseo que le vaya bien. No sé si en respuesta al resentimiento que aun no ha muerto o a un profundo sentido de la justicia. Espero que Jorge termine de morir pronto, hoy de nuevo estuve a punto de llorar, pero esta vez no me lo permití.


"Hola Inma.

Tras leer esta carta, la verdad que no se como sentirme. Me cuesta creer a mí también que alguna vez llegases a conocerme o si simplemente plasmaste atributos que quizás tenía o no y que ahora vas cambiando según la necesidad del momento. Me consta que esta separación aunque ha sido “medianamente civilizada” no ha estado carente de dolor. Sobre todo porque es duro que una persona a la cual todavía amas te diga que no te quiere. Sé que eso es duro y lo entiendo. También entiendo y asumo, como hemos hablado alguna vez, de todos mis errores en la relación que no han sido pocos. Pero como también hemos hablado alguna vez, he conseguido darme cuenta de ellos y los estoy intentando corregir.

Si, tienes razón, Elena me esperaba abajo para marcharnos. Y no, no te mentí, te lo oculté pero en ningún momento te mentí. Quizás todavía tengo la rara sensación que debo protegerte de cierta información para que no te cause daño. Si con eso piensas que soy un monstruo, lo seré, pero entonces implica que realmente nunca me has conocido.

Si ahora estoy con Elena o no, como bien dices, no es algo que te deba importar, por lo menos mientras para ti siga siendo una causa de nuestra ruptura. Te he explicado muchas veces que realmente lo que pasó entre Elena y yo, ha sido meramente circunstancial ya que como sabes no ha sido la única con la que te engañé el año pasado. Eso me hace a mi mentiroso, cobarde y una persona que traiciono mis propios principios, pero que yo sepa solo a mí. No te creas que no me he planteado nunca el daño que he generado, ya no solo a ti, sino a todas las personas a las que he involucrado. Nunca te pedí devoción y de hecho nunca me ha gustado (será mi afán de pasar desapercibido). Con respecto a la amistad, me creas o no me creas, sigo queriendo mantener esa amistad. Pero parece ser que ahora me tienes que poner claros los varemos en los que vas a basar esa amistad para que pueda cumplirlos. Así es por lo menos como percibo tu reacción. Y la verdad, que no me importa, tú pon las reglas e intentaré cumplirlas, si llego y me hago merecedor de mantener tu amistad bienvenido sea, si no llego, será que no estoy a la altura... y no merezco la pena.

Pues fíjate que yo si que guardo recuerdos preciosos de nuestra relación y que espero sean los que guardaré por el resto de mis días. El tiempo que he pasado contigo me ha enseñado bastantes cosas, buenas y malas, buenas para recordarlas e intentar repetirlas y malas para intentar que no vuelvan a pasar. De todo se aprende y todo nos hace mejorar en esta vida. Espero que por lo menos a ti también te haya servido parar mejorar y evolucionar en esta tan corta vida. Me alegra mucho saber que tu corazón puede volver a albergar el suficiente amor hacia otra persona. De hecho, sabes que me preocupaba cuando me decías que ya no ibas a enamorarte nunca más. Si realmente es así, me alegro de todo corazón y espero que él te dé durante todo el tiempo posible lo que yo te he negado estos últimos años. Siempre te has merecido cosas mejores de las que te pasaban.

Con respecto a las sillas imagino que serán las que están en el despacho. Me conformo con que la antelación sea de un día, para que si debo meter a Elena, Ana, Esther o quien sea en el armario, pueda aguantar el tiempo suficiente sin aire. :-p

Con Adela iba a haber quedado ayer, pero no la conseguí localizar después de llamarla un par de veces, así que no creo que pueda quedar con ella hoy ya que voy al aeropuerto a ver a una persona que viene de Guatemala. Cari, de verdad, intenta superar los sentimientos de resentimiento que todavía tienes. Como sabes no ayudan nada a crecer.

Cari, ya no hay ningún trámite mas que quede. Ya se acabaron todos los trámites. Lo único que falta que es recibas la carta del banco para que se la des a tus padres y se queden tranquilos con respecto al Aval. Y aunque no lo creas, me va a dar pena si te marchas a otra ciudad, pero si así encuentras la felicidad que has perdido conmigo, bienvenido sea.


Bueno, espero que esta carta respuesta de una muestra de mí, aunque muy posiblemente no creas la mitad de lo que expreso en ella. Espero de todo corazón que ahora puedas recuperar y obtener toda la felicidad y cariño que yo no te he sabido dar, al igual que espero que nuestra relación te haya servido para ver todos los fallos que los dos hemos cometido.

De todo corazón, te mando un beso,

MAGICUS"

once años atrás

“Si pudiera explicarte... si pudiera explicarte sería limitar mi dolor a palabras. Entonces ardería todo el amor que siento y quedaría reducido a cenizas.
Es fácil refugiarse en falsas impotencias. Pero tú y yo sabemos que el secreto de lo infinito estriba en superar un centímetro nuestras propias limitaciones y que somos capaces de cualquier cosa mientras seamos capaces de sentir algo.

Primero fue sentir mis cadenas hincharse
Y atando a mi garganta...
Ardieron como un fuego
Que ha esperado en la nieve
Durante una eternidad.
Y saltaba la chispa
Rebelándose al frío
Y el frío se hizo absurdo,
Las cadenas ardieron,
La nieve se hizo agua
Brotando de mis ojos.

Qué manantial de ira
Fundido entre mi nieve.
Qué lluvia de silencio
Manando de la nada.

Quisiera contenerlo
Y la lluvia se hizo fuerza.
La fiebre de mis días
Encendió mis mejillas.
Los gritos que querían
Haber roto el silencio
Se unieron al silencio
Ahogados en el agua.

Y ahora el sueño me absorbe
Rendida
Mis cadenas
Siguen siendo tan fuertes
Que no podré romperlas.

Hazme de las estrellas
Para brillar un poco.
Hazme del viento
Para volar un rato.
Hazme de tierra
Para que me broten flores.
Hazme de fuego
Para derretir la nieve
Y hacerla de humo
Y nubes que confundan al cielo.
Hazme de carne y hueso
Para seguir sintiendo. "

(Cuadernos de Tzade 1994)

Esa despedida que era necesaria

Hoy finalmente decidí enviar a Jorge una carta en la que me expreso francamente, tenía esa necesidad desde que le vi el domingo y no quiero dejar en mi interior algo que pueda producir una úlcera. Así es como quedó finalmente la carta que le he enviado:

"Adiós Jorge:

El domingo acabé de empaquetar todas las cosas y cerré la puerta de casa dejando atrás todo lo que construimos juntos. Unas horas antes me había sentado en tu sofá, había tormenta y no podía salir. Me sentí atrapada, como tantas otras veces a lo largo de la relación.

Si ahora estás enamorado sensación que percibirás como novedosa, ya que si alguna vez estuviste enamorado de mí, lo habías olvidado años atrás, sabrás cómo me sentí. Dudo mucho que sientas sinceramente el daño que me has hecho, a pesar de que me has pedido perdón por ello muchas veces. Entre otras cosas, porque dudo mucho que lo sepas. Pero sé que algún día lo sabrás. No creas que me alegro.

Luego tu llegada, y tu gesto, no sé si te diste cuenta de lo grosero de tu actitud... una de las explicaciones más plausibles que encontré es que Elena te esperaba abajo, de ahí tu prisa y tu negativa a acompañarme a Madrid en coche. En tal caso, de nuevo me mentías para tratar de no hacerme daño, algo que te pedí explícitamente que no volvieras a hacer. De todos modos, sea como sea, en ese gesto tuyo del domingo sentí el “clic” que necesitaba para dejar de amarte definitivamente. Te vi a ti, tal como eres ahora y supe que mi corazón es incapaz de amar al monstruo en que te has convertido.

Si estás con Elena aún, no lo sé, no me importa, estás con la persona adecuada. Ambos sois mentirosos, ambos cobardes, ambos traicionáis vuestros propios principios sin importaros el daño que hacéis a vuestro alrededor... hacéis una buena pareja. Cada día siento más ridícula la devoción que te tuve y cada día me resulta más inconcebible permitir que sigas formando parte de mi vida, sencillamente, porque no veo por tu parte la más mínima intención de hacerlo. Aun así, la puerta sigue entreabierta a la amistad y sabes que cuentas conmigo para lo que necesites, una de las múltiples contradicciones del corazón del ser humano.

Me gustaría poder decir que guardo un bello recuerdo de lo que fuimos, pero no es así. En la última mudanza cayó en mis manos el diario del 2003, ya entonces sufría porque tú estabas lejos y yo buscaba desesperadamente gestos que me dieran a entender que me amabas. Cada vez más tu distancia, tus desprecios y menosprecios, la espera cada vez más larga de un gesto, una caricia... y ahora pensarás que hablo desde el resentimiento, algo que en mi corazón ya no tiene cabida algo que suele suceder cuando te enamoras de nuevo.

Ha aparecido alguien en mi vida que me hace sentir cosas que tenía dormidas desde hace años. Y no pienso cerrarle mis puertas sólo porque tú me hayas herido. Él no se lo merece y yo tampoco. La verdad, no sé cómo pude vivir tanto tiempo sin sentir algo tan sencillo como recibir en la medida en que das, poder besar a alguien sin miedo a que aparte la cara, desear y sentirme deseada, recibir flores, ver amanecer con alguien que te mira... y parece que siente algo por ti.

Así que no temas por mí, Jorge, que tal vez aun piensas que te voy llorando por los rincones y que estoy destrozada. Estoy mejor que nunca en mucho tiempo. Así que puedes estar tranquilo y ser sincero, que no me vas a herir. Sólo me queda decirte que no te creo cuando me dices que quieres mantener nuestra amistad, porque no veo el gesto. Pero si el gesto aparece, sabes que no hay rencor, no por falta de motivos, sino porque yo soy así.

Deseo que la vida sea justa contigo y aprendas de ella lo que necesitas para crecer y ser mejor persona.

Dejé en tu casa mis dos sillas y mi máquina de escribir, te avisaré con tiempo suficiente cuando vaya a recogerlas para que puedas esconder a Elena en el armario. :P (no te tomes a mal estas venas mías de cinismo, que no llevan la más mínima intención de herirte, ni la carga de maldad que puedas imaginar).

Sé que has quedado con Adela esta tarde, espero que no te vapulee demasiado. Al menos mis amigos están interesados en conocer las dos versiones y no han perdido el contacto contigo. Un gesto loable cuanto menos, que, por desgracia, no he percibido en tus amigos.

Espero que acaben pronto los trámites que nos quedan y que sea recuperable la amistad de la que partimos. No contamos con mucho tiempo, aviso, pues es muy posible que me vaya de la ciudad en unos meses.

Un abrazo desde quien te amó intensamente y de quien espera que algún día merezcas que te quiera un poco.


Tzade"

05 abril 2005

Retazos rescatados del recuerdo

“...No se puede dejar una flor
sin que haya quedado su aroma.
No se puede salir del agua
sin estar mojado.
No se puede dejar el amor
Sin que quede el recuerdo.

Si cae la rosa que hiere
La espina se queda en las manos.
Si lanzas sus pétalos al viento
Su aroma se queda en las manos.
Si acaricias sus manos y luego
Se marcha, se queda en tus manos
Su esencia, su amor, su recuerdo.
El amor se te queda en las manos...”

(Cuadernos de Tzade, 1993)

04 abril 2005

CUANDO UN NIÑO DA EL ESTIRÓN....

Siempre pongo este ejemplo a mis alumnos adolescentes para explicarles el dolor que experimentan ante determinadas circunstancias que les hacen madurar. "¿cuando eras pequeño no te dolían las piernas antes de dar el estirón?" Ellos responden que sí, a veces con cierta inseguridad. "Por dentro nos pasa lo mismo. Lo que ahora te parece un gran sufrimiento, en realidad, te está haciendo crecer. Y dentro de unos años, apenas te acordarás del dolor, pero habrás aprendido algo" ....
Mi vida evoluciona en base a momentos clave que le dan un gran giro. Así ha sido desde siempre. Sucede algo que cambia todas mis circunstancias y que me obliga a actuar de un modo distinto para subsistir, o a pensar diferente para no ser infeliz.
Este comienzo de año estuvo marcado por dos acontecimientos que han cambiado mi vida y mi visión de las cosas: la licenciatura el 28 de diciembre y la ruptura con mi pareja el 3 de enero.
Si bien la licenciatura no me ha supuesto un cambio laboral radical, sí es cierto que trabajo de otro modo, con un enfoque más psicológico y menos didáctico y también ha supuesto una puerta abierta a nuevas salidas laborales. La ruptura ha supuesto un cambio económico y un cambio de vivienda... y también un cambio a la hora de sentir, pensar y actuar.
Este fin de semana, dos pasos importantes supusieron por mi parte la ruptura definitiva de esta relación tan apasionada al principio, tan tranquila en su centro y tan tormentosa en su final: la firma de un poder notarial en el que renunciaba al piso que teníamos en común, la última mudanza. Los trámites restantes ya no son cosa mía. Recibir una copia de las escrituras y recibir el pago que me corresponde.
Ayer lloré, creo que de alivio, cuando entré en esta habitación que es mi hogar desde el 17 de enero, y conté las cajas en las que cabía mi vida (unas 30) y me senté a contemplar el que será mi hogar durante al menos un año...
Quise escribir a mi ex una carta, que quedó en un borrador incompleto y que no sé si llegaré a enviarle o no:
" Son casi las seis de la tarde. Acabo de empaquetar todas las cajas pero ahora mismo no puedo salir. Hay tormenta. EStoy en tu casa y me siento atrapada... como me sentí tantas veces al final de nuestra relación, sin saber lo que sentías y sin poder hacer nada salvo esperar.
Si ahora estás enamorado, algo que si sentiste por mí alguna vez ya lo tenías olvidado hace años, sabrás cómo me sentía. Dudo mucho que sientas sinceramente el daño que me has hecho, pero sé que lo sabrás algún día. No creas que me alegro.
Me gustaría poder decir que guardo un bello recuerdo de lo que fuimos, pero no es así. No hablo desde el resentimiento y el odio, que en mi corazón no tienen cabida, menos ahora. Eso es lo que sucede en el corazón de uno cuando se enamora de nuevo, el odio no cabe.
Y es que ha aparecido alguien nuevo en mi vida que me hace sentir cosas que tenía dormidas hace años. Y no pienso cerrarle mis puertas sólo porque tú me hayas herido. Él no lo merece y yo tampoco. La verdad, no sé cómo pude vivir tanto tiempo sin sentir algo tan sencillo como recibir lo que das, poder besara alguien sin que se aparte, desear y sentirse deseada, recibir flores, ver amanecer con alguien que te mira... y sabes que te ama.
Hoy me marcho de aquí, de esta casa que encontré para nosotros, de este algo que construímos juntos y que ahora disfrutarás con otra persona.
Me perdonas si soy cínica o hiriente; da por devueltas la monedas con que me pagabas cuando me mentías, cuando me rechazabas, cuando me ignorabas con toda la crueldad de la que eres capaz. No sé si eres consciente del monstruo en el que te has convertido...."

Dejé de escribir esa carta porque empezaba a hacerme daño y porque Mag tiene una gran facilidad para dar la vuelta a tus palabras y volverlas contra tí. Es muy bueno argumentando. Hasta el punto de engañarse a sí mismo y no sé si se da cuenta de ello.

Acabaré transcribiendo un poema escrito en enero de 2003, cuando compramos el piso y cuando empezó el final:

"llegan los telegramas
en la tarde encendida
de noticias baratas,
de lágrimas suicidas.

El domingo se apaga.
Se me acaba la risa.
Ya no hay más ofensores,
sólo queda la huída
Y el tabaco se muere
en una lata vacía.

Cómo me gustaría
ver volar los halcones
de la montaña herida.
Sólo veo callejones
que no tienen salida"


03 abril 2005

Media noche... comienzos

La vida es un constante fluir, a veces lo notamos, a veces no. Ahora estoy en una etapa de crear... de cambios. Creo que todos los cambios son buenos ... cuanto menos, necesarios.