CUADERNOS DE TZADE

Cosas que me pasan, cosas que pienso, cosas que digo y cosas que callo

29 mayo 2005

José Manuel acaba de pedirme perdón por lo de ayer. No he podido evitar estar seria, pero la verdad es que no tengo problemas para perdonar. Realmente es la palabra mágica, dicha por supuesto en el tono adecuado.
Por otro lado acaba de llamarme A-15. Está llorando y dice que necesita hablar con alguien. Hoy se junta todo. Llamaré a papá y le diré que no venga hasta por la tarde.

Mañana de resaca

He despertado con una resaca tremenda a las nueve de la mañana, pero con mucha energía. La rabia mueve montañas.
Las palabras tienen el poder que les otorgamos. Y a menudo les otorgamos un poder indescriptible. Las palabras lanzadas con la intención más inocente y la más absoluta inconsciencia pueden ser para otros el acero con el que forjen las puñaladas que luego te darán.
Hoy mis propias palabras me mueven los brazos como el agua del río mueve el molino. Hablo sola; y hablo con Upe, la llamo rata, vieja estúpida, hija de la gran puta, la maldigo... y cierro una caja. Hablo con José Manuel y le llamo cabrón y le juro que nunca más volverá a tocarme y me arrepiento de haberle conocido y más aun de dejar que me conozca y cierro una maleta. Y hablo con mi hermano menor y le mando al pedo y le llamo machista asqueroso, rencoroso, imbécil... no me canso de insultar al mundo. "gilipollas", pantalón; "pollachica", calcetines; que se te inflen los huevos y los usen de globos de feria, revistas... y así, insulto a insulto, acabaré la mudanza en un pis pas.

Noche de copas

Papá interrumpió. A papá le gusta gobernar. Cuando comes con él suele decir "no te dejes el pan", "come y calla", "trabaja y no te enfríes"... no suele ser consciente de las situaciones. Recuerdo cuando tuve un accidente de coche, estaba en la camilla con la cabeza abierta, aun no me habían dado los puntos, yo le llamaba todo el rato, cuando al fin llegó dijo "eso te pasa por no cruzar en condiciones". A veces le adoro, a veces me desquicia hasta el infinito, como hoy. Cuando se marchó salí a tomar una cerveza, me sentó bien. Luego otra... y sangría y sake. Vengo de la 82, de tomar mi consabido Fray Angelico, compañero inseparable de penurias y agobios. No estoy tan borracha y creo que volveré, después de escribir un rato en el blog.
Después de la última copa he estado sentada en el parque enviando mensaje tras mensaje a José Manuel; con una obsesión digna de película de terror. Me temo que nuestra corta y extraña relación toca fondo, después de un acoso verbal brutal esta noche. Que no sé a qué venía ni a dónde pretendía ir. Pero el caso es que, además de borracha, dolida. Al filo de las tres de la madrugada me estoy planteando en qué caja empaqueté la chaqueta para ir corriendo a por otra copa. Pues no deseo dormir, sino seguir bebiendo.
Que se me pudra la boca si vuelvo a decir "te quiero", que se me caigan los pechos si vuelven a desear ser tocados, que se vuelvan de piedra mis brazos si vuelven desear abrazar. Deseo la soledad y pronto la tendré en mi nuevo apartamento para mi sola. El día uno comienzo una nueva vida en un nuevo lugar y en mi felicidad no habrá sitio para nadie más. Deseo ser una, sola, libre, lejana, arisca.
Dentro de dos días, sólo dos días, dejaré de tener acceso a internet desde casa, sólo podré optar al ciber. También cambiaré mi número de móvil y empezaré desde el cero absoluto. Lejos de esta zona. Ajena al mundo. Nunca la soledad me resultó tan apetecible como en esta noche de copas... y ahora, volveré a beber, pues no he bebido lo suficiente como para reir.

28 mayo 2005

Nuevo hogar, nueva vida

Ayer firmé el contrato de alquiler en un apartamento en Pinto. Tiene salón, cocina americana, baño y dos armarios empotrados. Todo ello en 50 metros cuadrados muy diáfanos, mucha luz, bastante silencio. Es una zona muy tranquila y siempre y cuando mis padres no se acoplen por largas temporadas, algo que mucho me temo, estaré bien. Mi padre acaba de salir un momento a por cajas de cartón. Le quiero mucho pero me agobio mucho a su lado. Son sentimientos contradictorios que me comen la moral y me crispan los nervios. Nisiquiera estoy escribiendo tranquila en el blog, su excesiva vigilancia, al comer,

25 mayo 2005

Desde mi dolor miro al cielo

No puedo decir "estoy bien", a veces despertaba por la noche y comenzaba a llorar, sin más. Comencé a desesperarme. Esta mañana todo fue despertar y verbalizar una sarta de maldiciones y a pensar en cómo reaccionaré cuando vuelva a encontrarme a la puta zorra de la dueña de cara. Siempre he tenido problemas con maniáticas de la limpieza por mi "desorden" y lo entrecomillo porque sé dónde está cada cosa. Yo miro a mi alrededor... ropa usada sobre una gran caja sobre el armario (sin doblar, eso sí), el armario con la ropa doblada y ordenada, cajas sobre el armario, sé lo que hay en cada una (más o menos), mesitas de noche con estantes y los libros alineados y los adornos colocados en figuras simétricas, la otra mesita con tres libros, un estante con libros y otro con tres cajas de zapatos en linea (la caja de los bolis, la caja de los colores, la caja de los rotuladores), estantería con apuntes y libros, un poco caótica, y cajas plateadas delante de los libros del primer estante en fila india. Cajonera azul con los apuntes, el diario, un bolso y una bata. El oso de peluche en el suelo, eso sí. Nevera. con los estantes sobre la nevera con libros al fondo, delante cajas de madera y cartón chiquitas. debajo una caja grande de los Simpson con un girigay de cosas dentro, casi todas artículos de cocina. La mesa de despacho es un caos. la impresora, el bote del azúcar, un cd, un miniosito de peluche, los cajones rebosando de cosas que no sabes donde meter y los estantes: folios sucios en el de abajo, juegos de mesa y plano de pinto en el del centro, cds, tiritas, agenda y revistas en el de arriba, libretas en el de al lado, botas y zapatos, una bolsa con ropa para donar, un carrito de la compra a rebosar de la última mudanza... no sé lo que hay dentro, cesto de la ropa sucia hasta arriba, maleta negra, y perchero con los dos vestidos de fiesta colgando en la puerta porque no caben en el armario.
Mi desorden es tener muchas cosas. Pero la dueña ya jugaba con ello. Le ofrecí anoche ocuparme yo de mi baño y mi habitación. No cedió. A ella le gusta encargarse. Le gusta controlar. Es más difícil controlar mi habitación. David me dijo una vez que la dueña registra los cajones...
Siempre el desorden... necesito un sitio solo para mí, aunque al principio me vea un poco agobiada. Pero para mí es vital. La decisión prácticamente está tomada: me iré yo sola a un apartamento y si es para dos, llego primero y la que manda soy yo. Pero creo que es buen momento para vivir sola. No me apetece convivir con desconocidos.

24 mayo 2005

Se me vino el mundo encima

Había amanecido bien, de buen humor, con fuerzas. Me sentía aun débil pero capaz de todo. Esta mañana la dueña me ha dicho que está muy estresada y que no puede mantener a cuatro inquilinos. Me tengo que ir en Julio. Aún me quedaba una caja por desembalar... y de nuevo otra mudanza... es la puta polla. No me creo el cuento de su estrés, pero sea como sea, tengo que volver a empezar de nuevo. Estoy agotada.

21 mayo 2005

Débil

Mi cuerpo se niega a moverse esta mañana. Son casi las diez. El curso comenzó a las nueve. No consigo levantarme apenas. Estoy peor que ayer. Odio lamentarme de este modo. Odio no tener fuerzas para casi nada. Me daré una ducha y marcharé para el curso. Aunque sea, iré a la segunda parte. Me siento muy mareada, pero no me quiero dejar vencer. En este instante existe una lucha entre mi cuerpo, empeñado en seguir durmiendo y mi espíritu, empeñado en moverse. El dolor se ha acentuado. Necesito salir de este estado y me pone nerviosa no lograrlo. Tal vez un baño de agua caliente calmaría la intensidad del dolor. Hoy en los riñones. Cuando quiero, puedo ser una mujer muy completa. No he querido decirle nada a mi madre cuando me ha llamado esta mañana, no quiero preocuparla. No puedo más.

20 mayo 2005

Fiebre que no se apaga

Esta mañana he ido a recoger los resultados de los análisis de sangre. Confirman la existencia de un síndrome mononucleótico, si bien aun no tienen los resultados del virus de Epstein-Barr. Tendrán que repetirme análisis de un modo regular, hasta que el virus (sea cual sea) se haya retirado del todo. Tengo un nivel muy alto de transaminasas, con lo cual, no se puede beber alcohol. Tampoco puedo besar, pues la transmisión es vía saliva. Tampoco puedo hacer el amor, ni masturbarme siquiera, porque los antibióticos me han producido hongos en la vagina. Tampoco puedo comer ciertos alimentos, pues sufro calambres en el estómago... y en otros músculos: básicamente en los pies y en las paredes de la vagina. Debería reposar más, pero no puedo permitírmelo. Debería tomarme baños calientes, pero no tengo bañera. Debería meterme en la cama, pero tengo que preparar una exposición para mañana acerca de las regresiones a la infancia y adolescencia en la edad adulta como enfrentamiento a la frustración... ¿interesante?... eso debe parecer.
En medio de este estado, José Manuel me manda tres mensajes, yo sin saldo para responderlos, me pregunto aun qué quiere decirme.
"cuando ser valiente no salga tan caro y ser cobarde no valga la pena cuando no haya séptimos cielos para amarte y no tenga que trepar por los tejados en busca de una gatita en celo cuando mi corazón no esté cerrado por derribo cuando te encuentre sin buscarte entonces cuando el amor tan solo será todo más fácil"
"por favor arropame el alma que tengo frio no dejes que el desamparo se ocupe de este corazon en los huesos pues te siento te imploro te deseo... no me cierres tu cielo lleno de caramelos y bombones... no dejes que nadie haga mi trabajo debajo de tu falda pues cada día duelen más los besos que no te di"
"No debería contarlo y sin embargo cuando duermo sin ti contigo sueño te siento me deslizo te idolatro me ilusionas me camelas carambola te lidio te follo cuando puedo te magnifico me aburro de escribir por matar el tiempo que hace que no te veo...?"
A todo esto nos hemos visto unos minutillos sobre las siete de la tarde. Mañana, en lugar de reposar en mi casa reposaré en la suya mientras él prosigue su mudanza de su piso en Pinto. Hoy he conocido a su amigo Elías. Me ha caído muy bien, parece una gran persona.
Fiebre, dolor muscular, sueño, picor de coño y trabajo por hacer. Mala combinación para un viernes por la noche. Estoy por ir a cenar donde la Fati con mis apuntes y un libro en el que se hable de la frustración. No sé cómo enfocar el tema ni qué demonios decir ni cómo cojones presentarlo. Debería darme una ducha y tratar de calmar este picor que tanto me desquicia. Soy una piltrafa de mujer. Me siento débil, me siento enferma, me siento sola, me siento en la cama mirando al techo y me pregunto por el comienzo y el fin de estas cuatro paredes.
Uy, un mensaje nuevo:
"Déjame escribirte un mensaje en la botella que me bebí por no saber mandártelo a tu corazón disculpame mi torpeza por no encontrar la playa en la que hacerte naufragar"

Sentimientos encontrados

Es así como finalmente ha podio Jose decidir su sentir respecto a mi. Anoche hubo muchos momentos en los que le percibí despectivo e incluso cruel. Soy consciente de que ha dejado el tabaco hace tres días y que eso para una persona que lleva 15 años fumando una media de dos paquetes diarios... de hecho yo volví a fumar o mataba a un niño. Mi paciencia y comprensión le sorprendieron, tomé con calma y paciencia su mal humor y respiraba hondo diciéndome a mí misma "no pierdas los papeles tú también". A media noche un largo abrazo. Le propuse que fuéramos amigos, como él decía, y que nos conociéramos un tiempo más. Si era amor, perduraría. Si no lo era, seríamos unos amigos cojonudos. Pero le pedí que no me cerrara las puertas. Me llamó antes de irse a dormir para darme las buenas noches. Me llamó esta mañana para darme los buenos días. No me quiere perder. Me preguntó por qué él; qué hacía que le hubiera elegido a él. Le respondía que no es tanto él como el modo en que me siento con él. "me siento bien contigo" le dije, siento que no somos tan distintos como él percibe. Él hace muchas cosas que a mí me gustaría hacer, pero me puede la vaguería. Necesito que alguien me tire de las orejas y me arranque de la cama. Creo que todos los obstáculos que aparecen son minucias superables. Creo sinceramente que tengo mucho que aportarle y él a mí. Me hace consciente de mis defectos y limitaciones y me ayuda a ser mejor persona. Crezco con José Manuel y él crece conmigo. Como le dije anoche "me considero la mujer más capacitada del mundo para hacerte feliz". Tengo la necesidad de hacer feliz a José Manuel y sé que puedo hacerlo. Ayer, entre muchas cosas le dije "hay muchos peces en el mar"... no hubo otra intención que calmarle con respecto a mis sentimientos: que soy consciente de que nadie es absolutamente necesario e imprescindible.Pero le sentó como el culo. Después de eso decidí fumar porque me dí cuenta de que si él por el mono no medía sus palabras y yo tampoco las medía podíamos acabar de los pelos esa noche. Será mejor que no pasemos el mono al mismo tiempo.
Estoy en el camino que quiero estar, dirigiéndome al lugar al que quiero ir.

19 mayo 2005

Mensajes a móvil a las cinco de la madrugada

Transcribo literalmente lo que anoche escribí y que tocó el corazón asustado de José Manuel:

"Que la suerte sea contigo,
mi compañero, mi amigo,
mi salvador y testigo
de armadura reluciente.
Y no te tomes a mal lo que te digo:
que la vida es un regalo
con el nombre de "presente" .
Pero no puedo dormir si no te cuento
y me va a llevar su tiempo,
no te creas,
pero me estaba subiendo la marea
de la inspiración de un modo que no veas.
Prepara las pipas, porque va pa largo".

"Nunca creí en las promesas
eternas de amores que nunca se apagan
pero pensé que el montón de cerezas
duraría mucho más que una doble jornada.
Nunca pensé que el amor me venciera
al amparo de una ausencia extraña.
Y ahora camino en el mundo habitando
puntos suspensivos que a nada se agarran.
Y no quiero hacerte chantaje,
sólo quiero regalarte una canción,
voy ligera de equipaje,
de reproches y de insultos contenidos.
Partiré un día cualquiera
a un lugar donde sea siempre primavera
y no seré de nadie.
Tú bien sabes que en la frontera de los treinta
el amor no quema, pero calienta.
No hay dolor pero hay granadas que revientan"

"Y hay promesas desgranadas
gratuítas y enfundadas
de armaduras oxidadas
y de miradas de niebla.
La locura
es una dama
que carece de armadura
pero sí que tiene armas.
Me quiebra las venas saberte mi amigo.
Me duelen las horas si no estoy contigo.
Me duele tu lengua lejos de mi ombligo.
Me duele tu voz lejos de mis oídos.
Me duele este insomne latir de latidos.
La cobardía es asunto de los hombres no de los amantes.
Y ahora tal como deseas
cuidado que a veces los deseos se cumplen:
amigos for ever and never
y ojalá en esta pantalla existiera la opción "reciclar relaciones"
para darle al ok
pero soy una niña traviesa
sin dueño ni ley.
Que te puedo decir si te va a dar igual.
No me puedo dormir. "

"abriste la caja de los vientos
y salió el huracán.
A este tornado no lo para otro muro
que tus brazos abiertos.
Anda despierto cuando vayas arañando corazones.
Te lo digo porque pienso
que la vida ya es muy puta
y las uñas te las comes
o te arañas los cojones.
Te lo digo con cariño
y un poco de mala leche, eso también.
Si algo queda en el tintero
me lo guardo y hasta luego
compañero,
por largos años espero.
Me tengo que emborrachar,
que hace mucho que el veneno
del licor no me acaricia el paladar.
Y es mucho lo que he callado
pero creo que vas sobrado
y yo también.
Te quiero de mil maneras,
coge la que más desees"

Y esta mañana charlamos.
Dice que me echa de menos.
Y dice que tiene miedo.
No me extraña:
él es moscardón, yo araña
que le atrapo y enveneno,
me lo como cuando quiero
con tres versos y dos cañas.

Y ahora el ritmo de la vida
me impone una disciplina
muy lejana a tantos versos.
Hoy no es día de rutina
me voy a vestir divina
porque sé que aunque me ha dicho
que "hoy no puedo"
no podrá pasar más tiempo
sin oler las rosas que planté en mi huerto.

No sé por qué desde anoche
sólo puedo hablar en verso.
Que hasta en la cafetería
me pudo la tontería
"Buenos días,
me pones leche manchada
que la leche esté templada
Y me cobras cuando puedas
porque no tengo monedas
y quiero comprar tabaco
porque el vicio me gobierna
y a ver si de aquí a un rato
el cafelito me despierta
me levanté hace una hora
y llevo una hora muerta"

17 mayo 2005

Que no te vendan amor sin espinas

Simpatizando con el sol gitano, las palabras cargadas de corazón y los minutos aliados del estar y del ser. Estoy bien contigo.
Tengo vértigo. Hablé con el corazón sin pensarlo, si lo hubiera pensado, nunca lo hubiera dicho. Fui corazón abierto lamentándose de haberte perdido y resulta que no te había perdido, que estabas esperando. Lancé la pelota a tu tejado, sospechando que nunca querrías cogerla. Todo va demasiado deprisa y tengo miedo. Pero no deseo que el miedo me gobierne la vida.
Ahora tengo un novio, un primo y un perro... y 30 cajas de cartón, puede que menos. Igual tengo que deshacerme de más cosas. Estoy inquieta. Mi corazón late deprisa. Me lancé al puenting sin asegurar la cuerda.
Hoy me he preguntado quién de los dos se acojonará primero. Yo creo que él está acojonado, como si le viera, paseando al perro y haciéndose un millón de preguntas. Ninguno de los dos esperaba el desenlace de esta tarde.
Reventé como una granada. Adiós viaje a Cuenca. Adiós dulce canario. Adiós promesas de libertad engañosa... adiós a todas las demás confesiones porque tengo miedo, tengo vértigo, pero tenía más miedo de habitar el mundo sin sus besos y de no decir lo que quería decir y de no hacer lo que quería hacer.
No me venden amor sin espinas. Las habrá, eso es cierto. Pero ¡qué bonitas son las rosas!

Aun resuena el eco de los tambores africanos

Era mucho más feliz habitando en la inconsciente ingenuidad del momento presente sin hacerme preguntas, sin hacer preguntas. La pregunta era el aire y la respuesta era el grito. Era como un animal salvaje que se nutre de cuanto encuentra. Entonces el mundo te topa con seres empeñados en domesticarte.
Yo no buscaba al hombre. Yo no esperaba nada. Daba de mí todo cuanto me nacía dar, el agua contenida se estanca y se pudre. Y yo recebía a cambio, en la misma medida, siempre algo más de lo que esperaba. Despreocupada de agradar, agradaba. Despreocupada de recibir, recibía. Mi libertad recién estrenada era un regalo de los dioses que abrí y que gocé como un niño goza y disfruta de su primera caja de cartón vacía. Me sentía bien en mi danza tribal, saltando y movíendome al son de los tambores. Me quieren calzar tacones y hacerme bailar el tango: más elegante, más sofisticado. No quiero, no quiero y no quiero. Quiero saltar desnuda y descalza como los masais.
Pero llegó a mi mundo un domador empeñado en domesticarme que me dice que lo que deseo no está bien. Le di mi alma en minutos. No creo en la casualidad, creo en la magia del encuentro. Creo que los encuentros casuales son regalos del destino.
Conocí a Jose el Jueves Santo. Jueves, el día de los encuentros. Yo estaba muy nerviosa, me veía obligada a hacer un viaje a Jaén que no me apetecía. Aterricé en la tetería después de buscar otras alternativas: todos los bares estaban llenos de hombres con una expresión en la cara que me producía náuseas. Conté mi dinero, no era mucho. Me compraría un kebap y subiría a casa para seguir trabajando. Luego todo fluyó. Me impactó la voz y el discurso de José y me gustó su rostro. Entré en la conversación. Todo ocurrió de un modo natural, humano y precioso. Por primera vez comí en familia....
Un mes después caí presa en los brazos de Jose y fui cediendo a sus demandas de ternura y confesiones, cada vez más íntimas, a sus demandas de fidelidad... y comenzó una relación que él decidió acabar por motivos varios: uno de ellos el darse cuenta de que no podía cederle tiempo a una relación; el otro, percibirme siempre lejana, hiriente, inaccesible.
No podía dejar de pensar en José Manuel. Me dolió perderle, aunque fuéramos buenos amigos. Sé reciclar relaciones pero a baja velocidad. Me confundieron sus idas y venidas, su insistencia en golpear la puerta para marcharse justo antes de abrirle. Me sentí como cuando buscas el teléfono en el bolso y cuando al fin lo encuentras cuelgan, o como correr bajo una lluvia torrrencial que escampa justo cuando llegas a casa y te preguntas ¿para qué has corrido? Le echaba terriblemente de menos. Con él borré listas. Quise partir de cero. Lo decidí tarde. Cuánto lo sentí. Así se lo hice saber hoy.
Recordaba la impresión del primer día: la sensación de conocernos desde hacía mucho tiempo, como si el primer encuentro fuera en realidad un reencuentro y nos echáramos de menos. estas cosas pasan pocas veces en la ída, cuando ocurren son, cuanto menos, curiosas, y suele suceder que estos encuentros resultan importantes en la vida de uno hasta el punto en que, a menudo, marcan en nuestra vida un antes y un después. Esto último fue y es lo que marcó la diferencia: sólo con Jose sentí que mi vida marcaba un antes y un después porque es la primera vez que abrí la puerta de verdad... ante su rechazo quise cerrarla con doble candado, pero no podía, la madera se había expandido. No estaba dolida con él, acaso conmigo misma, pues me sentí como una estúpida.
Yo quiero a un rey que me trate como a una reina. Quiero reinar en perfecta armonía con un co-regente.

La poderosa Tzade ha vuelto a amar.

Hubiera preferido que este momento llegara más tarde y disfrutar unos meses más de mi soltería. Pero ocurre que echaba de menos a José Manuel y que anoche formulé un deseo en voz alta y esta tarde José Manuel estaba conmigo. Ocurre que estoy dispuesta a ceder y a arriesgar con él y por él. Y me besó. No le importaba el virus de Epstein-Barr... "aunque llevaras veneno en los labios te besaría". Tengo un vértigo increíble. Tengo miedo. Pero esta semana le he echado tantísimo de menos... me sentí una imbécil por haberle perdido, arriesgué la última carta y gané. Nada tenía que perder. Si todo va bien, en un mes estaremos viviendo juntos. LE QUIERO. Comienza una nueva mudanza... y aun no he desembalado todo... estoy como una puta cabra. Ahora tengo un novio, un primo y un perro. ¿Qué más se le puede pedir a la vida? Me voy a comer el mundo y me lo voy a comer con José Manuel.

14 mayo 2005

Hasta los cojones

Algo bueno que tiene esto de la astenia muscular es la mala ostia que se te pone encima... es tal, que no te callas ni una. Y hoy estallé ante uno más de los hirientes comentarios de Aedes:

"Me gustaría que dejaras de dirigirte a mi como si fuera un putón. Y que dejaras de habarme como si fuera saltando de cama en cama sin miramientos. Te he explicado, no sé cuántas veces más, que después de tí sólo ha habido dos personas, que ya están informados y que no son conscientes de haber padecido la enfermedad... además el médico me ha dicho que pueden habérmela contagiado mis alumnos (por cierto, con quienes no he tenido un contacto salival prolongado). Entre niños y adolescentes, bastante a menudo, la enfermedad pasa como un resfriado común. Cinco de mis alumnos padecen actualmente o han padecido hace muy poquito, "anginas" y parece ser que en Pinto hay una epidemia... algunos han enfermado sin haberme visto en casi dos semanas...vamos Así que "todos" los que pasaron después de ti siguen siendo dos. Es que "todos" suena un poco fuerte ¿no crees?Me gustaria que leyeras las palabras que te escribo por una vez en tu puta vida, porque me parece que no escuchas ni un poquito, te creas tu historia en tu cabeza y nada de lo que yo te diga sirve para nada.Tú piensas que eres mi hombre ideal porque eres madurito y no piensas en mí sólo por el sexo... Yo tengo un concepto de hombre ideal muy distinto a alguien que parece regodearse en tu dolor y que parece dar muy poca importancia a cualquier cosa distinta a "sexo con otro que no es él". Pues casi parece que te alegras. No sé si te enteraste que mi carrera desenfrenada en el sexo... que es como tú llamas a haberse acostado con tres hombres en un mes, después de un mes de abstinencia y llevando una semana repitiendo con el mismo... había frenado en pro de una persona con la que me voy a cenar dentro de un rato, pese a que no habrá sexo, para tu sorpresa, porque mi enfermedad se contagia. No volvería a acostarme contigo, aunque se me pudriera el coño, así fueras el único hombre sobre la faz de la tierra. Te podrías preocupar un poco por mi salud, y por los pensamientos suicidas de los últimos días... pero ... qué coño. Ocupate de tu sumisa Clara, que seguro que te reporta muchísimas cosas y déjame vivir o morir en paz. Te echo de menos?... echo de menos a quien pensaba que eras. Creo que no eres tú. No vuelvas a dirigirte a mi si va a ser para joderme, ya estoy bastante jodida ¿no crees? No te tolero ni un insulto más. ¿eres capaz en tu inteligencia y en tu madurez de comprender eso? Vuelve a hablarme como a una puta y no sabrás de mi nisiquiera si estoy viva o muerta. Es todo"

En fin, después de esto solo puedo decir que, habiéndome marcado un plazo para arrancarme la vida, no me queda más que andar saldando cuentas y diciendo lo que me sale del coño porque a fin de cuentas he visto que mi vida no mejora por ser más educada y por callarme las cosas que me duelen. Con lo que me parece una forma perfecta esta de despedirse a portazos y al que le duela que se joda, no haberme dañado a mi.
Y ahora voy a hacer otras cosas, tengo prisa y mucho que hacer.

13 mayo 2005

Dame un beso

La mononucleosis es la infección vírica aguda causada por el virus de Epstein-Barr, que se caracteriza por fiebre, faringitis, ganglios y aumento del tamaño del bazo. Afecta a niños, adolescentes y adultos jóvenes. Parece que se contagia por vía salivar, por lo que se ha dado en llamar "la enfermedad del beso", en realidad su contagiosidad es baja.
El período de incubación dura entre 7 y 14 días.
Los síntomas son fiebre, molestias de garganta, pérdida de apetito, fatiga, astenia y dolores musculares. Los síntomas más intensos pueden durar unos diez días, pero el cansancio y el malestar pueden durar de dos a tres meses. No hay más tratamiento que el reposo, mantenerse relajado en casa dos o tres semanas y beber muchos líquidos.
Vale, no me voy a morir, pero me cago en su puta madre.
El médico comprende que no puedo tomarme tres semanas de baja, así que me ha recomendado que repose el mayor tiempo posible.
Así que voy a meterme en cama un rato antes de salir a trabajar.

12 mayo 2005

La mujer invisible

El dolor es tan intenso que permanezco vestida por si tengo que ir a urgencias. Me he asustado un poco antes, cuando me costaba respirar y bajo la ducha he llegado a llorar del dolor. He salido a la calle sin tener muy claro si acudir o no a urgencias. Así que decidí buscar antes un cartón de leche y si no se me pasaba iría a urgencias. El aire me sentó bien y regresé hacia casa con el cartón en una bolsa de plástico, ya era media noche, hacía buena temperatura y decidí sentarme en el parque un rato... el dolor va y viene y nunca estoy del todo segura de cuánto va a doler la próxima vez o cuánto durará. Este brote de dolor, el de ahora mismo, lleva diez minutos, pero es soportable. Estando sentada en el banco del parque comenzó un vendaval y a chispear, a mi alrededor caían pequeñas ramitas de los árboles y oía crujir las grandes. Decidí volver a casa.
Ahora estoy tomando un colacao, tengo un dolor que me nubla a ratos la vista y tengo que cerrar los ojos, sobretodo en el lado derecho. Cuando acabe la leche me tomaré un termalgin, no puedo tomar otra cosa y me tumbaré esperando que el sueño apague el dolor y amanecer bien, pues no puedo perder más clases, casi no he tenido ingresos esta semana. Y si no amanezco bien, al menos, no amanecer. Tampoco es que me importe demasiado despertar o no. Todo me resulta demasiado insulso y me doy cuenta de que hace mucho que sólo me mueve la inercia y que me apego a cualquier inercia que me marque los pasos, constructiva o no.
Sosteniendo el ratón me he fijado un rato en mi brazo, me ha dado la impresión de que es cada vez más delgado. Antes me ha pasado al ver mi rostro en el espejo... me estoy achicando. Y es que no tengo ganas de crecer. Como si todo me diera igual... vivo cada momento como si todo me diera igual.
Apenas he comido nada desde el lunes. Y hace un rato estaba buscando la escusa para no comer mañana. Deseo desaparecer. Es lo que más me planteo, a dónde ir, cómo, por cuánto tiempo, de qué manera... Deseo ser invisible. No me apetece comunicar más... nisiquiera aquí.
Espero que mañana me resucite el canto del pájaro.

11 mayo 2005

Las campanas suenan a muerto

Es absolutamente ridículo y patético, una pérdida de tiempo y no lleva a ninguna parte este probar a saltar más alto para acabar dándose la ostia. Hoy José Manuel y yo sólo somos buenos amigos pues ha llegado a la conclusión de que no tiene tiempo para nada más... me alegro infinito de no haber cancelado mi viaje con Juan. Pero es una mierda porque me estaba abriendo a sentir. Así que cayó el telón y cayeron los pactos y vuelvo a ser una mujer libre... pero, está decidido, demasiado ocupada. Incluso me di el lujo de llorar un rato, llamó a tiempo justo antes de que tirara el ramo de flores que me regaló ayer, pero sí me quité su colgante. Soy mujer sin anillos, sin colgantes, sin collares. En mi piel está escrito: soy un animal libre y no domesticable. Ya olía la brisa a lluvia... no sé si esperaba la palmadita en la espalda, se sentía como un cabrón. No le acusé de nada pero le dije que me sentía como cuando empieza la tormenta y te echas a correr y llegas a la puerta de tu casa empapado y empieza a lucir el sol y te preguntas para qué coño corriste. Bastó la metáfora para hacerle comprender y pareció quedarse con la conciencia más tranquila, después de haber estado durante casi toda la semana lamentándose de ser el que más daba y el que más quería... Sinceramente, creo que encontró respuesta y entonces se acojonó. Esto sólo me demuestra que estaba segura en mi costra y en mi costra seguiré, ahora más cerrada, más segura que nunca y más inaccesible. Me centraré sólo en las cosas que no pueden hacerme daño. Es una pena: sólo había que mandarme flores y fue el único que me las mandó, acertó y la cagó. Ahora tendré que marcarme otra clave de acceso, guardada bajo llave y candado en mi mente. La consultaré con la almohada, tengo que meterme de nuevo en la cama, no soporto el dolor, si mañana sigue esto así tendré que volver al médico mañana.
Todo el día llevo escuchando las campanas de la iglesia. Suenan a muerto. Yo no estoy muerta, sólo jodida. Mañana estaré bien. Y en caso de apuro siempre me quedará Julio y su excursión a un bonito punto de la península... y si no quedara Juan, ya no quiero esperar nada, sigue quedando Julio... en Julio me prometo un tiempo y un lugar, con alguien o sin nadie.
Ha vuelto la mujer libre, fiera, poderosa e infame...

Pesadilla

He despertado a las seis y cuarto de la mañana por culpa de una pesadilla. Todo ha parecido muy real. Es lo que tienen las pesadillas. Luego, bien visto, es la mar de raro todo.
En mi sueño despertaba a las seis (los sueños en los que sueñas que te despiertas son los peores, porque no te planteas estar soñando), abrí los ojos, estaba casi oscuro, vi los números rojos de mi reloj, marcaba las seis en punto, me despertó el ruido de mis compañeros de piso montando follón. Llamaban a la puerta de los demás, se reían, hablaban a voces... también llamaron a mi puerta y abrieron. Yo estaba entre las sábanas, sudando, casi no me podía mover, uno de ellos me puso la mano en la frente. Luego David y José Luis se sentaron en el ordenador y se pusieron a mirar algo. José Luis dijo que hoy se iría más tarde al trabajo, que estaría leyendo si necesitaba algo.
Volvía a ser de noche, fui en coche con mis tres compañeros hasta una discoteca country. Era yo quien conducía un descapotable blanco clásico muy bonito, no entiendo una mierda de coches, ni sé conducir pero en mi sueño yo conducía un clásico de los de las pelis en blanco y negro, de hecho, esa parte del sueño está en blanco y negro. Y yo llevaba puesto un curioso vestido vaquero sin tirantes, con cremallera a un lado, de arriba abajo que por alguna razón tenía mucha facilidad para abrirse y unas botas de piel y flecos blancas... en fin, estaba muy sexi pero si alguna vez me pusiera esas cosas no sería yo.
En un momento dado salí de la discoteca, hacía fresco, había cuatro chicos en la puerta colocados de dos en dos y frente a frente, fumando, vestidos de negro, con el pelo negro y los ojos negros, uno de ellos con el pelo largo y rizado, un sombrero marrón. Me di cuenta que el vestido se había desabrochado, dejando al desnudo mi cuerpo por un lateral, el izquierdo para ser exactos, y yo lo abroché... y pensé que no llevaba las llaves del coche y fui a pedírselas a uno de mis tres compañeros de piso. En esto que al entrar descubro las escaleras que llevan a los servicios, una puerta estrecha y un angosto pasillo escaleras abajo prometía unos aseos asquerosos, bajé y me miré a un espejo, me coloqué bien ese asimétrico vestido sin plantearme cómo se colocaba bien una prenda así, supongo que en mi sueño estaba al tanto de los misterios de la moda al igual que lo estaba de los misterios de conducir. De pronto me quedé a oscuras. En la penumbra busqué la salida y me perdí, aquello era un laberinto. Podía oír jaleo arriba... me empecé a sentir débil, no me tenía en pie, y caí al suelo. Me dio risa, trataba de llamar a mis compañeros a voces pero no me salía la voz del cuerpo. Estaba como borracha, muy borracha. Cuatro sombras humanas paradas en las cuatro esquinas de la estancia se acercaban y comencé a temer, cuando grité, dos veces me desperté, en mi cama, a oscuras, respiré de alivio... pero no estaba despierta. Pasó algo que me hizo dar un gran grito, el tercer grito, el que me despertó del todo, el del desconcierto... pero no recuerdo qué me hizo gritar así. Sólo sé que cuando sueñas que te despiertas sucesivas veces... al despertar de verdad no estás segura de nada. El corazón me latía con fuerza, miré el reloj, eran las 6’15.. Encendí la luz y empecé a desayunar. Pronto serán las ocho.
Despertar de una pesadilla y estar sola... es bastante triste. Es de esos momentos en los que más sola te sientes.
Hoy no tengo fiebre... es más, tengo menos fiebre de la normal, no llego a los 36. Lo que sigo teniendo es mucho dolor: el estómago, la espalda, la garganta... esta vez no me despertó el canto de los pájaros, pero lo escucho ahora. No sé si estaría dispuesta a renunciar a estas mañanas por un piso de 100 metros para mi sola en un lugar donde me despierte el rugir del asfalto. Soy una mujer sortuda, después de todo. Sin más ataduras que 20 cajas, vivo en un lugar donde se escucha cantar a los pájaros y se ve madurar las cerezas, hay una terraza donde leer tomando el sol y un parque a tiro de piedra donde dejarse arropar por el andar de la gente y la risa de los niños. Tengo la calma necesaria para no tener pesadillas... pero no sé por qué tengo aun miedo, ni de qué tengo miedo.




Hoy amaneció nublado. No me dará tanta pena quedarme en cama. Me voy de nuevo a dormir

10 mayo 2005

Dos días de condena

Acabo de venir del médico y he tenido que anular mis clases de hoy y de mañana. No sólo porque no tengo cuerpo para darlas y porque me duele hasta la lengua, sino porque además, es contagioso, y no es cuestión de contagiar a los niños. Así que por primera vez en la historia, me tomo dos días de baja forzada ¿qué se le va a hacer? Poco importa que sea precisamente hoy. Cumplir años no nos hace inmortales, todo lo contrario. Me parece que Chopin murió el día de su cumple.
Me han llamado ya algunas personas, unas esperadas, otras no. Lo que no esperaba era que fuera mi padre el que me despertara para felicitarme... habla más conmigo desde que recibió mi carta. Creo que le escribiré más a menudo, pero primero debo de mandar una carta a mi madre, que está muy celosa últimamente desde que mi padre recibió mi escrito. Ayer me estuvo diciendo que cambiaría muchas cosas si pudiera volver atrás en el tiempo. No quiso decirme qué cosas, pero puedo imaginarme una de ellas: haberme obligado a dormir con mi abuela durante casi 20 años.
Mi abuela tenía su propia cama, pero se acostaba en la mía. Era una mujer muy gruesa y yo siempre acababa con medio cuerpo en los hierros de la cama, muerta de frío, agarrándome para no caerme y rezando por que a mi abuela le dieran pronto ganas de ir al baño y poder recuperar un poco de espacio. Si le pedía que me dejara sitio, me gruñía diciendo que estaba en el filo. Todas las noches se despertaba a las tres, a las cinco y a las siete, encendía una cerilla y trataba de ver la hora en un escandaloso reloj despertador y luego, como no lo conseguía, me despertaba, si no lo había hecho ya, para preguntarmela a mi.
No siempre son tiernos los recuerdos de la infancia.
El año pasado por estas fechas, recuerdo que hacía frío y llovía. Llevaba abrigo y cargaba un pastel de chocolate entre la casa de Rafa y la casa de Jamie. Jorge me regaló una pluma y un diario y celebré mi cumpleaños con mis alumnas más pequeñas haciendo casitas de papel. Este año no llueve, el abrigo sobra y no pienso comprar nada de chocolate, odio el chocolate. Rafa y Jamie ya no son mis alumnos y hoy no trabajaré. conservo la pluma de Jorge y acabé el diario. Muchas cosas han cambiado en un año.
Me voy a dormir.

Cumpleaños mortal

Hoy me parece un buen día para dejar de fumar... eso sí, soy cobarde y sé que de golpe no podría... así que he comenzado con mi técnica del agujerito en la orilla del filtro. Me acabo de encender el primero de la mañana... me ha sabido fatal; sé que algunas personas han dejado el tabaco durante un fuerte catarro y no han vuelto a fumar nunca. Yo aun no me he sentido tan enferma. Aunque hoy me cuesta incluso moverme y apenas puedo beber, bostezar o incluso sonreir... ahí está el puto cigarro de los cojones, que no me abandona.
He probado a dejar de fumar en muchas fechas clave: el día de un eclipse, el día de la luna de siembra, el día de año nuevo... y, esta vez, el día de mi cumpleaños. Ayer me preguntó Pedro si tenía pensado celebrarlo... a lo cual respondí que para mí cumplir años no tiene más mérito que no haberse muerto todavía y así fue como borré a mi hermano el cargo de conciencia que le suponía no poder desplazarse hasta Pinto hoy. Papá ha sido la primera voz que he oído esta mañana, me ha recordado que me alimente bien, que no fume y me ha dicho que me ha ingresado 50 € en mi cuenta como regalo. La segunda voz que he escuchado ha sido la de Gabriel, por supuesto, si no reconocí a mi propio padre, tampoco reconocí la voz de Gabriel. Tengo los oídos muy afectados a causa de la infección. Me ha dicho que vaya al médico y eso. Luego me ha llamado Jorge, seguidamente además, y me ha regañado por ser una irresponsable _ a Jorge le encanta regañarme_ y me ha dicho que le pida a mi chico que me lleve en coche. José Manuel no sabe que estoy tan enferma. Ayer le tranquilicé porque me llamó en el único momento en el que no tenía fiebre.
Es muy triste llegar a los 33 en este estado. A veces el dolor que siento resulta tan intenso que se me pone el cuello totalmente rígido y he llegado a llorar, pues nisiquiera puedo moverme. La hinchazón en la garganta es visible y palpable y la infección ha afectado al resto de la boca y tengo las encías hinchadas... aun así... si puedo, iré a trabajar. Si puedo.
Bueno, voy para el médico, tengo un buen paseo hasta allí.

09 mayo 2005

A quien no le guste que no mire

No tolero la humillación, ni los celos, ni el insulto. No tolero una voz más alta que otra, no tolero la manipulación, ni la presión, ni el espionaje. Quiero una relación sincera basada en la confianza, el amor y el respeto... o la soledad, que llevo bastante bien, después de todo.
Gabriel me ha sorprendido hoy pidiéndome que le enseñara mis pechos por cam... no lo esperaba, la verdad. Me ha sorprendido. No sé cómo tomar esa petición. Y me he negado, rotundamente, pues tengo un pacto que ha respetado. Sé que mi negativa no le ha gustado, posiblemente le ha ofendido, pero no más que a mí su petición. Hace ya mucho tiempo que no me desnudo ante la cámara. Ya no soy tan manejable. Sé que Gabriel y las negativas no son muy amigos. Pero... sinceramente, no entiendo la forma que ha tenido de entrar. Me ha resultado humillante, insultante incluso, más aun después de la conversación que habíamos mantenido esta tarde. Sinceramente, no me lo explico. Creo que Gabriel tiene de mi un concepto bastante equivocado y que mi realidad y la suya son incompatibles, como él mismo ha percibido, ahora lo sé, acertadamente, en alguna ocasión. Gabriel quiere una perra. Es lo que necesita. Estoy muy lejos de ser lo que busca.
Todos mis ciber-sex contactos están excomulgados de mi lista, todos mis “pretendientes” descartados.
No sé en qué orden queda ahora José Manuel después de lo de esta noche. Tiene una extraña forma de pedir disculpas, pues nunca reconoce sus errores, con lo que la disculpa pierde su sentido. Lo que le ha pasado a José Manuel esta tarde ha sido un gran ataque de celos. No los soporto. Es posible que no sea fácil de comprender que mantenga con mi ex una relación de amistad. Pero se ha de jugar con ello. Inma viene con este pack, si no te gusta, no la tomes. Soy esto. Nada más. Y nada menos. Poco a poco dejaré de estar enamorada de él y será mi amigo. Su pareja ha tenido que asumirlo. Y la mía tendrá que hacerlo. Y eso es algo que no tiene discusión.
Creo que la única persona que hoy no me ha traicionado de alguna manera ha sido Jorge. Es triste pensar que es tu ex, precisamente, la única persona con la que puedes contar en un momento dado. De hecho, si empeoro y tengo que ir a urgencias esta noche, Jorge tiene su móvil encendido y, por un claro sentido práctico, le llamaría a él y no a José Manuel. Pese a quien pese.
Me jode un huevo tener ya problemas de pareja después de una semana y poco de relación... deberíamos estar, como quien dice, de luna de miel. Ha empezado siendo conflictiva. Esto no va por buen camino. José Manuel es excesivamente irascible. Y encima cuando grita dice que es que él habla alto.... hay que joderse. Estoy de muy mal humor esta noche. Me voy a dormir.

08 mayo 2005

Hombres!!! puaj!

Es difícil soportar la soledad de una fiebre que no se apaga y de la única compañía de una televisión que sólo me habla de embarazos reales y de cotilleos. Necesito abrazos, mimos y atenciones y hoy tan solo me he topado con gente pidiendo favores, evasivas y ... con Gabriel, a quien había visto y me sorprendió, pues hacía tiempo que no veía entrar y pensaba que me tenía como “no admitida” en su msn. Me dolía verle en el canal, encabezando la lista y no poder decirle nada, hoy sé que podremos volver a hablar y me alegra, porque le echaba terriblemente de menos.
No he podido pegar ojo en toda la tarde, el dolor no me lo permite, y ahora me veo obligada a salir a la calle para hacerle un favor a mi hermano mayor, a quien ha parecido importarle bien poco mi fiebre, aunque ha sido cortés y me ha preguntado si quiero que venga... sé que no vendría, no sería la primera vez.
Recuerdo que una vez, estando sola en el piso de Madrid, caí enferma con mucha fiebre y Jorge estaba en Holanda. Llamé a mis tres hermanos, los tres vivían en Madrid por entonces. Todos parecían preocuparse mucho por mi estado y todos me decían que llamara a otro hermano, se estuvieron tirando la pelota los unos a los otros hasta que fue para mí más que evidente que les suponía una terrible molestia y les mentí, diciendo que vendría a cuidarme Francis.... que al final vino, sin dudarlo un segundo, movido por la insistencia de Adela... que tampoco pudo ir. Pero aquí estoy yo, que voy a vestirme y salir a la calle para hacerle a mi hermano mayor un favor... regresamos de nuevo a los tiempos en los que mis hermanos sólo me llamaban para pedir algo y cesó la ilusión pasajera en la que, durante unos meses, me han llamado para ofrecerme su ayuda.
La fiebre no ha bajado ni una sola décima, tengo escalofríos y está subiendo aún más. Ahora ha subido de 38 y estoy deseando de que llegue Jorge, la única persona a la que he podido acudir, para que me traiga un antipirético.
Me ha entristecido terriblemente la negativa de José Manuel a venir, debido a su cansancio y a la semana tan dura que le espera... de ser al contrario, no hubiera dudado un segundo en ir hasta Madrid, para mí a una hora en medio de transporte público, para pasear a su perro. En fin, una lección más de la vida que me muestra que aun es demasiado pronto para ceder a nadie mi corazón.
Me ha llamado José Manuel y se ha mosqueado terriblemente porque va a venir Jorge a traerme un antipirético.... cada día me resultan más ridículos los celos... y más los infundados. Quien esté conmigo tiene que comprender que Jorge y yo seguiremos siendo amigos, pese a quien pese. Porque tenemos la fortuna de haber compartido muchísimos años juntos y seguir queriéndonos, de otro modo. Me he cabreado. Me voy por ahí

06 mayo 2005

Estoy sana

Un peso menos. Al menos quedo tranquila. No tengo sida, ni hepatitis, ni sífilis... en fin. Casi un milagro después de la cantidad de disparates que he hecho desde que , mañana hará ocho años, abrí mis piernas y tomé la firme decisión de no volver a cerrarlas nunca más. Más que con las personas con las que me he acostado, que eran media docena hasta noviembre y que superaron ya la docena, por quienes ellos se acostaron. Si tenemos en cuenta que uno de ellos follaba indiscriminadamente sin condón, otro frecuentaba prostíbulos, otro se acostó con una piba allá por el paraíso tropical y no creo que usara medios...
El caso es que ayer sellé con Jose un pacto por el que "yo no me acuesto con nadie, tú no te acuestas con nadie, durante un mes y después hablamos". Entre tanto y después de dos copas se me arrancó un "te quiero". Dos horas después de estar con él, y a pesar de la irritación en el cuello del útero que sufro desde hace dos días, tuve que meterme mano porque si no, no me dormía. No sé si me he vuelto ninfómana o es que la larga sequía me obliga a buscar el equilibrio. No he conocido al hombre que soporte mi ritmo y doy gracias a Dios por haber creado los vibradores, o, en todo caso, por haberle dado al hombre esa soberbia imaginación y sentido de lo práctico y lo necesario.
Este blog está adquiriendo tintes de dos rombos. Tal vez va siendo hora de cortar y pegar y cambiar de sitio porque soy una tímida desvergonzada, llámese como se quiera. Al menos decidí durante un mes parar este tren furioso y volcar toda mi sed y mi hambre en una sola persona. A pesar de mi autopromesa de no conceder exclusivas de ningún tipo, aparece la excepción, porque ... José Manuel me importa lo suficiente como para hacer una pequeña renuncia: no puede costarme más que un para de paquetes de pilas.

Debe ser la primavera y el puto polen

Comulgando con la media noche hasta que el mundo se termine en el preciso instante en que sus labios rocen por última vez los míos, quién sabe si hasta mañana, quién sabe si hasta nunca más ¿Qué me impide decir "trato hecho"? Un pacto serio, claro y justo. De hacer lo mismo que vengo haciendo con la única diferencia de la palabra por delante. Y es que la s palabras, no hay que olvidarlo, son poderosas. No debo olvidar tampoco que los silencios también son importantes. Un silencio dice muchas cosas. Mi silencio dice: "tengo miedo". Mi silencio dice: "Me importas demasiado". Mi silencio dice: "Soy frágil. Soy de cistal. Si me fallas yo... podría romperme en mil pedazos".
No se ha de subestimar el poder del silencio, el poder de la ausencia, el poder de cada segundo en el que no es necesario decir nada más o en el que se tienen tantas cowsas que decir que casi mejor callar.
Y cuando no hay en realidad nada que sopesar, nada que comparar, se puede quebrar hasta el aire que respiro.
¿Qué me cuesta, a fin de cuentas, decir "trato hecho"? Si supiera que el silencio es el camino cierto hacia el "nunca más" ¿sería capaz de permanecer callada?.... la putada es que creo que sí.
Y no es que no me importe, que me importa, saber que nunca más me beberé el aire de su boca, ni volveré a sentir el aliento de su pecho sobre el mío, que nunca escucharé su susurro en mi oído llamarme "princesa". Soy un signo de interrogación rendido ante una amenaza. Sólo quiero navegar en sus brazos, al compás del tiempo y seguir sintiendo que el adios es largo y que es terrible que esté lejos y desear sorprenderle y oirle reirse de lo que le digo (aunque no me haga gracia). Es lo que tiene. Si yo fuera mi propia psicóloga me diría "Niña, te estás enamorando. Es demasiado pronto. Primero planta una flor y si eres capaz de cuidar de una planta entonces piensa si eres capaz de no destrozar a nadie más. Y luego un perro" (jajaja). Los psicólogos somos una pandilla de ignorantes. No hay ciencia realmente capaz de escudriñar el corazón del hombre.
Niña, ten cuidado porque te estás enamorando y eso es muy peligroso.
Y luego hay quien dice que dos más dos son cuatro y un millón de teorías sobre control de emociones, como si uno pudiera controlar una erupción volcánica poniendo el culo en el cráter. ¡Y una mierda!. No quiero que pase el tiempo, no quiero que este momento se acabe. Y miento si no digo que esta mañana me he planteado hasta qué tal me llevaré con su perro, que es un pastor alemán así de grande que igual me toma celos y me come. Roza el absurdo. Me atrapa. Me seduce. Me lleva a donde quiere de su mano.

05 mayo 2005

Calentura a media tarde.

"La putada es que yo también te echo de menos" le he dicho hoy a José Manuel. Y le echo tanto de menos que hoy hablé con Juan de nuestro encuentro en Julio y no estaba en lo que tenía que estar. Y le echo tanto de menos que esta mañana no anhelé la piel de Jorge y me he preguntado si será cierto aquello que decían las abuelas de que la mancha de mora, con mora verde se quita. El allí o el aquí, el ayer, el hoy o el mañana... poco tenemos que ver José Manuel y yo, salvo las risas bajo la ducha o nuestro sudor mezclado en mis sábanas. Tenemos menos futuro juntos que un caramelo en la puerta de un colegio. Somos absolutamente distintos y es la antítesis de Jorge y es la antítesis de todo lo que he vivido los últimos meses. Pero me camela. No soy feliz, pero a su lado se me olvida. Me gusta dejarme llevar por su tempestad y su calma, por su largo abrazo y el despertar de su boca. Hoy no he podido parar de pensar en él. Me arden los labios. Me cuesta despedirle. Ansío el encuentro..... Inma..... para.
Y Juan tan lejos, y Jorge tan acabado y Gabriel tan reciente... no se pueden tener tantos amantes. Me voy a volver loca. Con José me siento deseada... y amada. Pero sigo en mis trece: quedará el que más aguante, el que me conquiste con palabras y flores. Los que ignoré, poco a poco, se van apartando. Los que no ignoré... también. Poco a poco me dan por perdida y hacen mutis por el foro; y ahí sigue José Manuel, sabiéndose parte de una lista y escalando la roca con las uñas. Quiere arañarme el corazón y no me llega, y lo sabe, y se queja.
Me dice ¿Dónde te metes? ¿por qué eres tan inaccesible? ¿qué tengo que hacer para llegar hasta tí? .... y en solo cuatro días, sin saberlo, se ha puesto a la cabeza de esta absurda carrera de caballos. Él no sabe, ninguno lo sabe, que tal vez bastaría una rosa blanca.
¿Qué será dentro de unas horas? ¿o dentro de una semana? ¿ o dentro de un mes?.... Yo sólo sé el ahora y ahora lo que quiero es follar.... con José Manuel. Luego está el amigo, el amante, el caballero, el payaso que me hace reir. Pero ahora, lo que más deseo, es follar.

03 mayo 2005

El milagro del corazón del hombre

Ayer pasé unas horas con José Manuel. Leyó sin mi permiso parte de mi diario manuscrito; mea culpa, suelo confiar en exceso y dejar los diarios a la vista. El ser humano es curioso por naturaleza y, de todos modos, siempre he pensado que en el pecado fue la penitencia. En la página que leyó JoseMa hablaba acerca del diagnóstico de cáncer de hace un par de años, ese error médico que tanto me asustó por entonces. Al leer a escondidas, con miedo a ser descubierto, enfrentándose a mi letra y leyendo un documento a medias... JoséMa se marchó preocupado pensando que yo estaba gravemente enferma y que era uno más entre mis numerosos amantes. Así que ayer quiso verme para confesar su pecado y ofrecerme su apoyo incondicional.
Elige ser mi amigo antes que no ser nada. Al igual que Gabriel, no está dispuesto a formar parte de mi "lista de amantes" y no me juzga por ello sino que me ofrece su amistad incondicional y su puerta abierta al futuro. Sabe que ahora tengo que arreglar mi vida. Viene de una soltería prolongada, de unos tres años, que ha disfrutado plenamente y comprende mi necesidad de disfrutar de la mía.
Supo de mis problemas con la comida y durante un tiempo, es una promesa, comeré cada día en casa de Fati, que me hará una dieta equilibrada hasta que se me vaya abriendo el estómago. Por otro lado, mañana iré a una clínica para hacerme unos análisis. Pero lo más importante es que ayer descubrí a un JoséMa que desconocía y del que sí podría enamorarme en un momento dado. Ayer, bastante satisfecho antes de terminar la velada dijo "Ahora sé cual es mi lugar y me gusta este lugar". Consciente de la presión que pudo ejercer en un principio proponiéndome una relación y pidiéndome fidelidad, retira lo dicho y se mantiene al margen prometiendo entrar en mi vida sólo en la medida en la que yo se lo permita. Sabe que necesito mi tiempo y respeta mi tiempo y me respeta a mí, aunque no comparta parte de mis ideas o forma de vivir. Pero me respeta y me quiere tal como soy y... para sorpresa de Gabriel, no desea follar. Lo cual me alivia bastante porque siempre he tomado muy en serio las palabras de Gabriel y pensaba que llevaba razón en todo cuanto decía. Resulta que me he encontrado con un ser que me ama y mucho, que se sabe no correspondido y que respeta esa no correspondencia y que, hoy por hoy, lo único que le importa es que yo esté bien. Preocupado por mi debilidad física, mi cansancio y mi tristeza, me hace sentir que soy lo más importante para él, después de su pastor alemán. La vida me encuentra con auténticos tesoros. No puedo quejarme de ello. En mi aventura de renacer, sólo me he confundido una vez.

Tres mensajes. Una despedida. Nada más que decir

Hoy he recibido tres mensajes de Gabriel; los últimos mensajes de mi Gab. Todo fue intenso y rápido, como una tormenta de verano. Pronto no quedará ni la humedad en el suelo. Me he agotado tanto que no tengo muchas ganas de pensar en ello, pero creo que Gabriel merece unas cuantas líneas más en mi blog y sospecho que no le olvidaré nunca.
Este fue su primer mensaje:

Perdóname todo el daño que te hecho, Inma.

Soy un animal que no merece nada.

Me siento vencido.
Beso.
Gabriel


Luego, un segundo mensaje, tres minutos después:

Estoy vencido, cielo, y tienes toda la razón en lo que dices.Siento el daño que he sido capaz de hacerte.Y sentiría mucho más perder tu cariño.Besos.Gabriel

Finalmente, el adiós, antes de las diez de la mañana:

Cielo,

He cometido muchos y gravísimos errores contigo.

Te he valorado de forma tendenciosa y/o equivocada y sobre todo, me pesa pero no puedo ya hacer nada por evitarlo, te he dañado por simple egoismo personal.

Tienes ya bastantes problemas para que yo, gratuitamente y de modo desconsiderado y abusivo, te haya abierto brechas de dolor donde no las tenías.

Decirte que te quiero te parecerá ya una frase sin sentido en estos momentos.

Como sabes te concebía como un proyecto de pareja, y lamentablemente no ha podido ser. Ni podría ser jamás porque hay muchas cosas fundamentales en las que no coincidimos, que nos separan; formas de entender la vida y las relaciones humanas que no nos son comunes. Creo que son demasiadas y muy importantes. Aspectos que en muchos casos forman parte de nuestros pilares y nuestros principios esenciales y forma de ver la vida. Adicionalmente hay relaciones anteriores mal digeridas que no nos permitirían augurar el futuro con claridad.

Hay algo importante que debes saber: yo no suelo mantener vivas aquellas relaciones que fracasaron.

En este mismo sentido, tampoco podré mantener la nuestra, Inma. Te mentiría si te dijera que podemos seguir unidos "como amigos". Yo no sé reconvertir o reciclar relaciones. Marcho de las vidas cuando sé que no hay esperanza. Desaparezco para siempre.

Pero antes de hacerlo quiero darte las gracias por haberme hecho sentir y por haberme dado tanto de ti, quizás demasiado para lo que merezco. Otras personas de tu entorno creo que lo han merecido más que yo.

Y discúlpame una vez más por el daño que te he podido causar.

No te olvidaré.
Gabriel

PD: Pienso que es bueno que mi diario vuelva otra vez a ser un diaro personal. Ya me entiendes. Por cierto, ayer te instale un muñequito merlin en tu blog. Fue una acción espontánea pero pienso que debí haberte consultado antes, asi que si te molesta dimelo y lo quito en un momento sin problema.


No sé definir ahora qué pienso y qué siento al respecto; todo ha sido muy tormentoso (ahora me voy, ahora vengo, ahora creo que tienes que tomar una decisión, ahora creo que te entiendo, ahora te acepto y no tienes que decidir nada, es tu problema, es mi problema, ahora eres la niña del dado azul, ahora eres un monstruo, ahora temo perderte, ahora deseo que te pierdas, ahora me busco a otra...) Me llevará un tiempo digerir tanto trajín. Me queda pensar si crearme otro blog que él desconozca, seguir a lápiz y papel como siempre he hecho o dejar que él decida si quiere seguir sabiendo o no de mí.

Dos de mayo. El tren que me lleva de regreso a mí misma

Buscaba con desesperación un roce de su mano, el encuentro de su mirada, saberle un poco más. De saber que la última vez es la última vez, daríamos todo nuestro ser a cada instante. Pero nunca lo sabes. Y te vas con la sensación de que algo quedó pendiente. Me quedé incompleta, me quedé vacía. Ahora le he despedido. Sé que la noche del sábado la pasó con ella y sé que ahora estará con ella. Ya no tengo las llaves de casa, ya no me quedan más que los recuerdos.
Le amé y sufrí. Y sigo rota. No sé por cuánto tiempo. Se me acabó la rabia. La tristeza permanece. La sed permanece. No puedo sentir amor. Siento una sed desesperada, una sed terrible, una sed furiosa de besos, caricias y sexo salvaje, de palabras dulces, de sentir mi sudor mezclado con el otro sudor y las embestidas de la sed y el hambre de la piel de otro, que no es él, que nunca más será él.
Estoy dando saltos traviesos a la pata coja al borde del precipicio. Si estuviera embarazada hoy habría dos padres posibles. Y eso es grave. Es muy grave. Y es hora de parar.
Ellos, los otros, hacen preguntas. Es justo que sepan, quieren saber.
“Haces daño a todo el que se acerca” _ palabras de Gabriel _. El milagro del eco que nos resuena adentro cuando algo nos llena, para bien o para mal. Me siento vacía, me siento sola, quiero llorar. Estoy triste esta tarde. Son cosas que pasan cuando después de una carrera desenfrenada uno se detiene extenuado y se da cuenta de que no ha llegado a ninguna parte.
Casi al mismo tiempo, como si se tratara de una misma persona, recibí un mensaje de cada uno de ellos, piezas del “hombre perfecto” que recreé en mi mente. Los tres me recuerdan, los tres me quieren, los tres insisten, los tres preguntan y los tres me saben inexplicablemente distante y cercana, de cuerpo accesible, mente conocible y alma inalcanzable. Todo fue para ellos intenso y fugaz como los sueños vivos.
Hoy no dormiré con Miguel. Estoy emocionalmente agotada. Trataré de verle mañana y tomaremos café. Necesito imponerme una disciplina y dejar a un lado este bucear incansable sin saber bien si hacia el aire o hacia el fondo.
Ha sido una noche loca, sembradora de dudas, de más dudas. Hubo muchas risas, muchos abrazos, mucho cariño. Estaban Isabel, David y Jose Manuel. Nos e conocían entre ellos. Me sentí rodeada de gente que me quería y todos se hicieron amigos de todos. Isabel y David acabaron en la cama, igual que José Manuel y yo. Hubo mucho sexo. Pero hubo muchas cosas más. Fue una tarde marcada por el cariño, la diversión, la locura y la amistad. El sexo fue secundario. Y me sentí plena durante la fumata, los dardos, el baile y los juegos de cartas.
Esta mañana fue surrealista. Nos sentíamos como cuatro adolescentes inmersos en una travesura múltiple, pillados en parte de ella y reprendidos por ello pero aun no descubiertos del todo. Isabel escondida en la habitación de David. Jose escondido en mi habitación. los dueños echándonos la bronca a David y a mi... fue divertido. Un pequeño toque de humor para dar fin a mi locura y dar paso a la quietud y a la calma.
Es hora de parar y he parado.

Reflexiones en la tetería

Ya estoy junto a casa. Escucho a Pasión Vega ... “hoy es un asfixiante mar de dudas por el que navego... cada noche yo le espero”
Estoy sentada en el mismo lugar en el que estaba sentado Jose el día que le conocí hablando de sus viajes. Me gustó su voz, su expresividad, su vitalidad y su mirada vivaz y revoltosa. Es un hombre curioso al que le gusta comunicar, conocer y sobretodo, darse a conocer. Habla de sí mismo con avidez. Es feliz si se siente escuchado y es un seductor nato (aunque diga que no). No creo que lo haga a posta, pero domina el lenguaje de la seducción como si hubiera estudiado con méritos un cursillo de “derretir mujeres”. Creo que ni imagina cuánto me fastidia que me llamen “nena”, tendré que decírselo o acabaremos a ostias.
Me siento amada y deseada como nunca. Es algo que me ha faltado tanto tiempo que, a pesar de las teorías que mantienen que a las mujeres nos gusta que nos den caña, me doy cuenta en que los hombres que me atraen me resultan más atractivos si yo les atraigo y quien pone distancia para ganarme me acaba perdiendo.
Quiero ser conquistada, sentir que soy la única mujer del mundo para alguien, que mi hombre bese el suelo que piso.... sin convertirse en un calzonazos (sé que es complejo). Quiero flores, cartas de amor, alabanzas y una lenta danza de seducción.
Conquistar mi cuerpo es relativamente sencillo, soy muy reactiva y respondo a estímulo-respuesta con la misma rapidez que el tentáculo del calamar en los experimentos sobre tiempos de reacción. Puedo sentir intensamente, como el calamar; responder rápidamente, como el calamar; pero nada permanece, como con el calamar; porque estoy muerta, como el calamar.
Conquistar mi alma es el reto. Puede que nunca conozca a nadie realmente interesado en ella. Gabriel es la demostración más reciente de que soy una mujer amable y prescindible, tan fácil de querer como fácil de olvidar. La demostración fehaciente de que lo que se perdió o nunca se ganó es más importante que lo que se tuvo o se tiene. La pista de que la vida nos gasta pesadas bromas y nos hace creer que algo que promete ser intenso y largo queda al final en un fugaz recuerdo, bello pero terrible, con más espinas que rosa.
No tuve tiempo de derramarme sobre Gabriel. Eché de menos sentir su boca sedienta de mi boca y de mi piel. Eché de menos tantas cosas que no me extraña el vacío que me dejó aquel lunes y que corrí a llenar en brazos de Juan, cálido como su tierra-paraíso, ardiente como el sol de agosto y fugaz como una estrella infame que no concede deseos. Y pensé que después de aquel cargamento de placer no volvería a besar con tal de no perder el sabor de su boca. Sabría que el sexo iba a saberme a poco de aquella noche en adelante. Pero aun así me dejé caer, sólo 4 días después, en los brazos de José Manuel, que más que saberme a poco me supo a demasiado, pues me sobraba, a pesar del fuego que se desató entre nosotros y a pesar de follarle como si no lo hubiera hecho en años.
Necesito limpiar de mi pecho el sudor a varón, que sigue ahí, pues no me duché después del furor del viernes.

Reflexiones de una mañana después de una guardia en el metro de Madrid

Hoy he elegido mi próximo libro; es un poco caro pero creo que me lo regalaré para mi próximo cumpleaños: “Los procesos de la relación de ayuda” de Jesús Madrid Soriano. (Biblioteca de Psicología). No sé si me llegará, porque no he tenido más remedio que encargar dos libros de inglés por valor de 60 euros y si finalmente voy a Santiago a ver a Ana se añade el gasto del viaje más una semana sin ingresos. A veces odio ser pobre.
Los malolientes pasillos del metro de Madrid me traen a la consciencia mi propia podredumbre. Qué lejos está el mar y qué cerca la niebla. No me atrevo a soñar. Todo me da mucho miedo. Jorge no cree en sus propias promesas y yo no me creo las promesas de nadie. Jorge es humano y es la muestra viviente de cuán fácil resulta ser incoherente con uno mismo.
Veo a los enamorados. Cómo se miran, cómo se hablan, cómo sonríen. Y me da una envidia espantosa. Deseo pasear por el Retiro agarrada a la cintura de un ser que me posea y me habite. La soledad me vence. Hoy vendería mi cuerpo por un puñado de caricias. Jorge dice “lo que te faltó a mi lado durante tanto tiempo ahora lo buscas por caminos equivocados”. Sabe de mí demasiadas cosas. A veces pienso que me sigue espiando. No he conocido jamás forma de maltrato tan cruel y tan sutil. A veces pienso que no estoy enamorada, sino enganchada, como a una droga terriblemente adictiva. No me quiere decir cómo sabe de mi ciertas cosas: mi infidelidad de noviembre, los canales que frecuento, lo que como, lo que bebo.... hasta chatear me da miedo. En este sentido mi aventura con José Manuel me inspira seguridad pues no quiere ni oir hablar de ordenadores. Las nuevas tecnologías le dan alergia y ni siquiera se apaña con su móvil.

Reflexiones de un sábado de guardia

Las noches de guardia son constructivas. Gran parte de la noche me la ha ocupado Gabriel. Le busqué en el msn y no estaba, lo cual me extrañó. Pensé que tal vez andaba a la busca y captura de una perra que pueda darle lo que yo no puedo darle. Confieso que me dolió hasta el punto de sentirme sucia. Sus últimos mensajes, tantos, tan largos y tan densos, me confundieron. Parecía evolucionar en su pensamiento een cuestión de minutos. Sé que lo que le di a Gabriel no es suficiente para él, pero creo que nunca acabará de tomar conciencia de lo mucho que supuso, y supone, para mí. Las heridas del jueves permanecen. Tamborean mi mente como si pudiera oírlas “te han convertido en un monstruo” , “egoísmo”. En sus escritos Gabriel me construye y destruye; sigue jugando a los puzzles. Y aparecen pronto, muy pronto, desde el domingo que Gabriel no sabía nada de Juan y yo no podía siquiera imaginarlo sumisas dispuestas para su amo.
Analizo, pienso, revivo, me contemplo. Desde la visita de Gabriel todo ha ido muy deprisa, pero ha sido tan intenso que parece que hayan pasado meses. Vino Gabriel y enloqueció mi tiempo y tal vez, sin saberlo, mi deseo indiscriminado de sexo y placer.
Realmente han sido muy intensos los últimos 15 días y prometen ser liados los próximos. En junio, a mediados, comenzarán las sustituciones. Tenemos a la vista una sustitución por boda además de las vacaciones y el accidente del novio de Mónica, promete un mayo movidito. Y eso me consuela porque el trabajo me ocupa la mente y me hace sentir bien, aparte de ser un trabajo que me gusta y que ha sido mi sueño desde hace dos años.
Recuerdo bien mis comienzos en la Fundación, 10 de mayo del 2003, movida por la necesidad de sentirme útil, en el paro, aquejada de una insuficiencia renal y de un posible diagnóstico de cáncer. Tristeza, coansancio, dolor y miedo a la muerte; oculté todo ello por miedo a ser excluída de la Fundación y nadie supo de aquel estado hasta que no recibí el mensaje tranquilizador del médico, mes y pico después,. ANAR dio mucho sentido a mi vida, por aquel entonces y es mi alternativa más cercana y más deseada, hasta el punto de no buscar otra cosa.
He decidido volcarme en el trabajo y dejar que mis relaciones con Gabriel, Juan y Jose se desenvuelvan de un modo natural : sin ataduras, sin espinas.
Estoy abierta al amor y cerrada de piernas. Soy egoísta: yo yo y yo; primero es mi trabajo, mi página, mis libros, mis niños... y que el amor llegue cuando, como y con quien tenga que llegar. Sólo sé que el amor, tal como lo he concebido hasta ahora, ya no es posible. No porque no quiera darlo, sino porque Jorge me estrujó hasta la última gota y no me queda nada.
Esperaré con calma y me dejaré sentir. Ayer supe que es la distancia la que impone distancia y me duele que Juan esté tan lejos y que visitarle esté fuera del alcance de mi bolsillo. Está fuera del mapa, donde siempre es primavera.
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Me ha parecido frívolo, pero necesitaba hacerlo. He hecho una lista con pros y contras de cada uno de mis tres “amantes”. Al margen de puntuaciones, cada uno es distinto y me ofrece cosas distintas. Ayer lo ví más claro: de tener que elegir el orden se impone según la distancia; me gusta más el que está más lejos, como el niño pequeño que desea jugar con el juguete que no está a su alcance. Un chasquido de dedos y JoseMa está aquí; un pequeño puente o un fin de semana y me planto en Barcelona. Fuera de mi alcance Juan, quien por horarios y distancia lo tiene más difícil que nadie, pero su recuerdo me excita y me agrada y no me angustia.
Para los tres soy la mejor “folladora”, los tres desean volver a verme, a los tres importo (al menos, eso dicen y han demostrado). Pero reconozco que es Gabriel el que más sufre, el único que sabe que no es el único, que conoce mi cielo y mi barro y aun así me quiere, aunque ahora busca consuelo en otros brazos más entregados y dóciles, tal vez más puros. Y yo también le quiero. Algo que nunca he dicho a Juan y Jose a los que también quiero
Asi que sigo debatiéndome entre certezas distintas a sabiendas de que puedo perder.. y puede que ya haya perdido a un ser que me importa y que adoro. Por eso me quedaré encajada en el trabajo, como el náufrago que se agarra a una tabla en medio del océano, con la sospecha triste sospecha de que quedará solo uno: el que más aguante: porque necesito sentirme amada y demostraciones de amor. Y espero que Jorge no regrese; porque no quiero volver con él pero no podría negarme. Como dijo el sabio capitán: “Jorge está por encima y por debajo estamos todos los demás” y el capitán, oh cruel capitán, que conoce mi cielo y mi barro y mi dado azul sabe la verdad: que soy un monstruo.

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01 mayo 2005

Pesadillas

Cuando era pequeña solía tener frecuentes pesadillas. De vez en cuando, siendo adulta, también las he tenido. Temas frecuentes eran la oscuridad, la agresión, la huída, serpientes, animales salvajes, la muerte...; los sentimientos que producen son el miedo, la angustia, el odio, vergüenza, tristeza, desazón... EN todas te ves inmersa en una situación surrealista donde la supuesta realidad pierde su sentido y una pierde el control de la situación, base de las pesadillas. En los últimos meses tengo la sensación de estar viviendo una de ellas. He perdido el control de la situación y siento miedo, angustia y tristeza. Las últimas semanas han sido peores y más de una vez me he llegado a sentir sucia, la mayoría de las veces a causa de los comentarios hirientes de Gabriel, que como un animal herido ataca sin contemplaciones directo a donde mata o donde hiere más fácilmente. Eso facilita mi sinceridad con este blog, que sé leído por él, pues ya me importa poco qué pueda dolerle y qué no; a fin de cuentas, él no se corta.
No termino de comprender a Gabriel. En cierto modo me he arrepentido de haberle dado tanto porque creo que no tiene ni idea de cuánto ha recibido. Sólo quien me conoce bien lo sabe. Gabriel hace de mis trozos puzzles en su cabeza. Tal vez fuimos demasiado deprisa.
Este viernes acabé de romperme, camino del teatro, anhelaba ver Pasiones Flamencas con José Luna y tropecé y caí en otras pasiones de las que llevo aun las agujetas, como medallas, o como cadenas.
Gabriel, que tenía dos rivales allá por el Jueves Santo, fue el segundo en llegar y el primero en tenerme. Ayer caí en los brazos de Josema después de caer, esta vez sí, en brazos del alcohol. Josema se me declaró en toda regla. No quise hacerle promesas. Tal vez es el que hasta hoy se ha mostrado más enamorado, muy posiblemente porque es el que menos me conoce. Pero la noche del viernes acabé en la cama de Jorge. No me canso de mirarle. Dolido, porque no es nadie para mí (eso piensa), le contemplé más humano que nunca y cansado de charlar, finalmente, me dio la espalda y se durmió, como venía haciendo los últimos meses.
Sigue sintiendo el impulso de cuidarme y protegerme y sigue pensando que no sé vivir sin él... y hoy creo que es posible que lleve razón.