CUADERNOS DE TZADE

Cosas que me pasan, cosas que pienso, cosas que digo y cosas que callo

07 agosto 2005

¿Estudias o trabajas? ¿follas o haces el amor?

Algunas personas _y es lógico, lo malo es que yo soy poco lógica_ tienen la necesidad de definir sus relaciones, darles un nombre, conocer su naturaleza . Y así fue como el hombre misterioso de la linea 4 de Cercanías quiso definir, tan sólo al comienzo de nuestra segunda cita, nuestra relación. No nos vimos ni hablamos en los últimos dos días. Marchó de mi cama al trabajo, con mi olor en su cuerpo y mi sabor en su boca. Hablamos de olores y sabores, de sueños, de armaduras, de miedos y de límites... Fui directa a la hora de responder a su pregunta: "¿Cuál es la naturaleza de nuestra relación?" y le dije que tenía un amante. A veces las cosas son de una manera y no pueden ser de otra.
A la cena siguió un billar en el que gané las dos partidas valiéndome de sucias mañas como mostrar mi amplio escote, correr el vuelo de la blusa para enseñar el ombligo, o susurrando al oído palabras como "adivina qué hace juego con mis sandalias además de mi chal". Largos besos en el bar, largo paseo entrelazados; ambos estamos de acuerdo en algo: hay muchos modos de hacer el amor. Nos apasionamos como dos adolescentes y mezclamos ardientes caricias con tristes miradas. Casi era como una despedida. "No podría vivir con el miedo constante a no dar la talla, en una carrera desenfrenada por competir contra todo lo que cierra tu armadura, sé que nunca sentirás por mí lo que yo siento pero no puedo parar de besarte... dime qué me das tú que no te doy yo...si tanto me deseas, quédate conmigo". Si existe la duda el amor no existe. Al despertar él estaba sentado a mi lado, acariciándome el pelo; tenía que marcharse, pero esta tarde volverá.
No todos los que follan hacen el amor y no follan todos los que hacen el amor. Pero él dijo muchas palabras que ya escuché en boca de otros ¿cómo saber si esta vez es cierto? ¿Realmente uno puede elegir el momento oportuno para enamorarse?
Esta mañana desayuné con José Manuel. No quería regresar aun a casa. Estaba confusa, aun me ardían los labios, en la penumbra contemplé largo tiempo su silueta y esta mañana todo era como una sombra alargada. José Manuel me dijo "si este hombre te gustara ya te lo habrías follado diecisiete veces; tú eres muy ardiente y no te aguantas una".
Tirarse a un tío es lo más fácil del mundo.
El hombre misterioso... tengo que inventarle un nombre, es un rollo que se llame lo mismo que el anterior, me dijo "estas acostumbrada a hacer siempre lo que quieres ¿verdad?". Verdad. Y tal vez porque es diferente, no me lo tiré... eso sí, con la boca hice maravillas.
Esta tarde, otro encuentro, tal vez el último.

3 Comments:

Publicar un comentario

<< Home