ahora que te vas

No pensé que me encariñaría con la chiquita adolescente que vino a compartir piso conmigo a mediados de octubre. Pensé que simplemente compartiríamos ciertos espacios comunes y con suerte tendríamos una convivencia aceptable. Pero el roce hace el cariño, es lo que tiene, y cuando ayer se fue lo hizo con sendos lagrimones corriéndole por las mejillas. Después de mis múltiples experiencias compartiendo piso, la mayor parte de ellas simplemente pacíficas, otras bastante conflictivas, tan sólo deseaba que ésta fuera de las pacíficas, sin más.
Se marchó con un abrazo largo y unas palabras de vieja (mías): "nunca te conformes, nunca te rindas, lucha por lo que quieres; llámame cuando me necesites. Ángel y yo te echaremos de menos. Ha sido un verdadero placer tenerte con nosotros" (y no me acuerdo qué más).
Tengo cierta facilidad para hacer llorar a la gente cuando abro la boca. Si no, que se lo digan a Shunna. La chica nueva ocupará su habitación el domingo y de nuevo espero que la convivencia resulte "pacífica". Y que Ángel no se ponga demasiado celoso, ya que esta chica llega con su "mochila" particular, una niña de 18 meses.
"Ahora que te vas te digo que te quedas, que dejas un hueco en esta casa, aunque llegue otra persona y que siempre podrás ocuparlo, cuando quieras".