CUADERNOS DE TZADE

Cosas que me pasan, cosas que pienso, cosas que digo y cosas que callo

07 septiembre 2005

Duerme princesa, duerme

Esta noche me alegré del esfuerzo que me supuso aguantar despierta la noche pasada a fin de cambiar el ritmo de sueño y dormir durante el día. Éramos dos novatas en turno de noche y se notó mucho en el trabajo administrativo, que se alargó hasta las cinco de la madrugada; también ayudaron unas cuantas llamadas serias y un pervertido que se estuvo masturbando durante casi toda la noche a base de llamadas obscenas. Aparte de la tristeza asociada a los casos y el asco derivado de ese "incidente", tenía tanta energía que cedí a mi compañera mi turno de colchón y esta mañana aún podía saltar y correr (de hecho lo hice, para asombro de mi compañera de turno, que estaba rota). Sentirme así a pesar del resfriado que todavía dura me puso de buen humor, tenía la sonrisa fácil y me sentía generosa (perdí 5 minutos en el trasbordo para dar algo de dinero al violinista que nos regaló a Vivaldi a primera hora de la mañana).
Mi rostro reflejaba en los escaparates a una mujer con energía y buen humor, también con la cara algo chupada. Sé que esta sensación de energía es sólo pasajera, pues ya noto el cuerpo dolorido y me pide dormir... y comer! Anoche pude bajarme los vaqueros sin desabrocharlos, se me han quedado grandes y necesito un cinturón.
Contemplo el sofá con las sábanas y la almohada listos para recibirme; aunque tengo una cama enorme, no puedo soportar la sensación de vacío que me produce dormir sola y hoy quisiera quitarme el disfraz de mujer poderosa, que se me queda grande y me siento como cuando me ponía las zapatillas de papá siendo chica. Hoy quisiera quedarme dormida bajo la canción de cuna de caricias tiernas, sabiendo que hallaré la calma al instante si me despierta una pesadilla, escuchando el latido de otra vida bajo el mismo techo donde sueño. No me quiero ir sola a dormir, no quiero, no quiero y no quiero. Aún me quedan fuerzas para buscar los zapatos de invierno, hacer la compra y fregar los platos. Sé que debo dormir, que tengo clases por la tarde y luego tengo turno de noche y sé que debo dormir porque no tendré la oportunidad de hacerlo hasta mañana por la mañana y sin embargo ojalá pudiera escuchar una voz susurrarme al oído "duerme princesa, duerme" y dejarme caer lentamente lejos del ruido del día.

2 Comments:

  • At 9/08/2005 10:36:00 a. m., Anonymous Anónimo said…

    Te veo libre, independiente, y provocas en mí una sana envidia por tu forma de enfocar la vida. Será que me sobran años, o responsabilidades, o kilos.... Ay, Tzade...
    Lo dijo Silvio Rodríguez:
    Si fuera diez años más joven que feliz
    y qué descamisado el tono de decir
    cada palabra desatando un temporal
    y enloqueciendo la etiqueta ocasional.
    Los años son, pues, mi mordaza, oh mujer
    sé demasiado, me convierto en mi saber ....

     
  • At 9/08/2005 05:20:00 p. m., Blogger gallardo said…

    Hacia días que no pasaba a visitarte, y me encuentro con este verdadero torbellino de energía. Que fantástico, que bien narrado, casi puedo sentirla yo mismo.
    También yo estoy pasando por un periodo de soltería, y la sensación de saber que hay un otro bajo el mismo techo es maravillosa. Entiendo lo que dices desde adentro.
    Besos

     

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