CUADERNOS DE TZADE

Cosas que me pasan, cosas que pienso, cosas que digo y cosas que callo

02 septiembre 2005

Yo no planto ni una maceta.

Estos últimos días he estado muy ocupada, tanto con el trabajo como con el estudio, que he decidido retomar después de un tiempo sabático de más de dos meses. Y he comenzado por curiosear en el mundo de las terapias alternativas, que retoman el cuerpo en lugar de la palabra, pero esta vez sin fármacos, sino a través del masaje terapéutico, la danza, el yoga... Es curiosa la coincidencia, pues durante varios días estuve pensando en Jade, profesora de danza, muy interesada en la psicodanza , que ha llevado a cabo proyectos con niños muy fructíferos. Precisamente ayer hablamos y ella también había estado pensando en mí, también para proyectos profesionales relacionados con las terapias corporales. Después de trece años de amistad seguimos teniendo esa conexión que nos unió desde un principio aunque no nos veamos durante meses.
Enfrascada durante años en el estudio de la curación emocional, busco un camino más allá de las terapias cognitivas y de las inútiles panaceas de la cirugía de la mente; consciente del vacío existencial que envuelve el submundo que llamamos "desarrollado" busco terapias alternativas hermanadas con la sabiduría popular de culturas poco contaminadas por el capitalismo, el consumismo exacerbado y el descontento crónico.
La sociedad en la que habitamos nos inyecta en las venas el deseo compulsivo de obtener cosas con el consiguiente vacío que supone la sensación constante de que algo nos falta. Una vez obtenido el objeto del deseo, ya sea el último disco del último cantante de OT, un coche o un piso, la felicidad es pasajera y volvemos a tener el deseo de obtener otra cosa.
A veces, sólo a veces, somos conscientes de que, en realidad no poseemos absolutamente nada y que vivimos atrapados por todo aquello que tanto tiempo y esfuerzo nos costó lograr. Entonces es cuando llega un verdadero momento cumbre, un momento realmente mágico en el que verdaderamente somos libres, porque somos conscientes, de elegir. Sin embargo ese instante es angustioso: la libertad soñada se comporta como una tirana que nos planta de cara ante un abismo y nos pregunta: ¿Sigues, o te plantas?
Yo sigo.

2 Comments:

  • At 9/02/2005 02:09:00 p. m., Anonymous Anónimo said…

    Prohibido frenarse a mitad de camino, aunque a veces nos lo cuestionemos. Ante la duda... qué tal unas florecillas de Bach?.

     
  • At 9/02/2005 08:48:00 p. m., Blogger gallardo said…

    Todos los pasos hacia la libertad son al vacío (?). Lo que yo dudo es que efectivamente haya un vacío. Personalmente no lo creo. Es mas, estoy convencido que todo lo que existe es un lleno, con sus distintas variables de densidad y nada mas.
    Lo demás es saber a que tipo de lleno aspiramos, los materialistas, los anodinos o los místicos, y una vez echa la elección, asumirla con decisión.
    Si sabemos la dirección, entonces solo queda recorrer el camino, y que haya suerte.
    Besos

     

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