CUADERNOS DE TZADE

Cosas que me pasan, cosas que pienso, cosas que digo y cosas que callo

13 octubre 2005

¿qué está pasando aquí?

Casi la media noche. El desfile y los aviones pasaron sin pena ni gloria entre las cuatro paredes húmedas y tal vez un día blancas de la sala de escucha. Ahora contemplo el mundo desde la silla de un bar. Una mujer bajita y desgastada conversa con uno de los Pokemon del otro día, que hoy casi no osó mirarme. Un desfile de cuatro hombres indeseados luce cada cual a su estilo su original vulgaridad forjada durante años de constancia, día tras día, cerveza a cerveza, para convertirse en ese modelo de varón que ningún chico de 16 desearía ser en un futuro. espalda arqueada, vientre abultado desde el tórax, mentón saliente, voz quebrada, la expresión resabiada del necio que sabe lo que dice y el geste de macho ligón que vete a saber cuándo cató la última rosca.
En otro frente de visión tres amigos toman la última copa al amparo de un bendito miércoles festivo. La chica, bajita, con gafas, simpática, de andar pequeño y nervioso, junto a un chico fuerte, con gafas y los dedos de la mano derecha vendados y un chico bien formado pero pequeño, como un airgamboy con look de los 70. los camareros van recogiendo, yo apuro el café helado y los pokemon no se hartan de cerveza.
He olido (y tras estas dos palabras se acercó) la intención de acercarse de uno de los pokemon tratando de curiosear en lo que yo escribía. Julio se puso alerta y desde detrás de la barra puso orden con un chisteo y un par de palabras educadas pero contundentes. Que estoy con Julio es un secreto a voces. Entre hombres soy la hembra "propiedad" del latino que vino a España a robar trabajo y mujeres. Recupero mi amada soledad, se agradece.
.....
hoy tampoco dormí sola. Extraña costumbre esta que estamos adquiriendo. Hoy Julio está enfermo. Anoche la enferma fui yo. Este otoño le falta al respeto a todo el mundo, para fin de año estaremos todos vacunados. Benditos virus si sirven para que quien bien te quiere te ponga un paño frío en la frente en la madrugada para calmar una fiebre muy distinta a la fiebre de previas noches de gemidos gozosos y de pieles erizadas de placer... saber que quien te ama para gozar también te ama para evitar que sufras.
Julio duerme en la habitación de al lado y yo miro al cielo mientras memorizo leyes de protección del menor. Como un matrimonio recién formado, en una sociedad que no sé cuándo firmé... hoy hablamos de celos y de riesgo de perder la nacionalidad si ha de liarse a leches con el primer borracho que se me acerque. Qué extraño es todo.
Esta noche no dormiremos ya juntos, ni la otra, ni la otra... pero es porque tengo tres turnos seguidos de noche. ¿qué pasará la cuarta noche? ¿retomaremos el ritmo de gozar hasta caer rendidos? Por si acaso esta vez dejaré los condones sobre la mesita de noche.
Julio espera y al tiempo pregunta, cada día, por qué esta noche también estamos aquí. Nunca hay una respuesta. Siempre fui lista para decir palabras que eluden respuestas. Pero Julio no es tonto. Simplemente se ríe de mi arte de escapar. Sabe de mi huída/búsqueda, respeta mi luto alegre y espera paciente una respuesta que nos lleve a alguna parte.

1 Comments:

  • At 10/18/2005 02:57:00 a. m., Blogger gallardo said…

    Como hacemos para amar?
    Podemos amar de a poco?
    Podemos dejarnos amar sencillamente?
    Casi amamos?
    es complejo este campo de experimentación, esta lleno de variables mutantes.
    Cuidate de la gripe, sobre todo si es aviar.
    Besos con mascarilla

     

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