CUADERNOS DE TZADE

Cosas que me pasan, cosas que pienso, cosas que digo y cosas que callo

25 abril 2006

Y seguiré hablando de amor, pese a quien pese

Cuando tenía siete y ocho años se corrió el rumor de que había robado algo. Cuando un mismo rumor se divulga en dos ocasiones diferentes es difícil que la gente crea en tu inocencia a pesar de probarla. Aunque no había nada de cierto en aquellos rumores, me hicieron daño.
Cuando tenía doce años se corrió en el colegio la voz de que era lesbiana; todo el mundo estaba tan convencido de ello que llegué a pensar que había algo de cierto (la opinión de la mayoría es poderosa), aunque hasta ese momento no sabía de la existencia de la homosexualidad. A pesar de que nunca había tenido inclinación por las chicas hasta entonces, a pesar de que era un falso juicio sin base, me hizo daño.
Cuando tenía catorce años se corrió el rumor de que era drogadicta. La gente dejó de hablarme y todo el mundo se apartaba de mí como si estuviera apestada. A pesar de que por entonces no había probado ni siquiera el tabaco o la cerveza, aquello me dolió y traté de defenderme.
Cuando tenía 21 años se corrió el rumor de que era una puta. A pesar de que por entonces seguía siendo virgen y mis intereses poco tenían que ver con el sexo, ese rumor me hizo daño.
Cuando tenía 26 años se corrió el rumor de que tenía anorexia; alarmado por estos rumores mi jefe decidió echarme del restaurante en el que trabajaba; no eran ciertos, pero me hicieron daño.
A mis 27 años se rumoreó que me tiraba al jefe. Por entonces los rumores no me hacían daño pero a mi jefe le fastidiaron bastante y poco tiempo después finalizó mi contrato y no existía posibilidad de volver.
Podría seguir pero... la conclusión final de todos modos es que cuando se emite un juicio erróneo acerca de uno, cuanto menos resulta molesto. Es decir, el consabido argumento de "te molesta porque sabes que es cierto", no es válido, entre otras cosas porque en tal caso te ves atrapado con "el que calla otorga" y si callas malo y si reclamas peor. Otra patraña que queda al descubierto con esto de los juicios nefastos es que "otros opinan lo mismo, así que llevo razón". Galileo llevaba razón y los demás le tenían por loco o hereje.
No pretendo que se me alabe, pero no tolero que se me condene porque nadie es quien para hacerlo. Algo de bueno que tienen los blogs es que puedes elegir entre leerlos o no leerlos. Había escrito una entrada justificándome pero... finalmente no la voy a publicar. ¿Para qué?
Suponiendo que sea cierto que utilizo a la gente, que he equivocado la idea del amor, que sea extremadamente egoísta, me intoxique emocionalmente, mi corazón esté devaluado, mi mente esté desordenada, sea una narcisista empedernida, no sepa lo que es el amor, seguiré hablando de él porque, a fin de cuentas, en un blog cada uno escribe lo que le sale de los cojones.
Y si me gustaría decir que no me ha afectado, que me da igual... pero, puedo entender un juicio desfavorable; no un ensañamiento. Y me ha afectado al punto de pensar en dejar de escribir y hasta es posible que lo haga.Y es una mierda porque ... empezaba a remontar pero aún me sentía frágil. Lo dije ayer. Y me he quebrado. Y me da rabia darme cuenta de lo sumamente sencillo que es hacerme daño.
Miro hacia atrás y no hay nadie destrozado por mi culpa. Siempre he dado lo mejor de mí, mucho o poco, lo que pudiera dar. Nunca ha faltado la ternura o la dulzura. Había y sigue habiendo amistad, cuanto menos, contacto. No me he enamorado pero sé bien que nunca he herido a nadie a posta igual que nadie me ha herido a mí a posta. Nunca he utilizado a nadie y si lo hice y me di cuenta, reparé el error. Todo está claro con todo el mundo. Si de algo me han servido los comentarios de Fulano de Tal ha sido para analizar mi pasado y darme cuenta de que no tengo que avergonzarme de nada. Cada uno es como es. Cada cual tiene la vida que tiene y me siento en la necesidad de defenderme porque es mi naturaleza: si me atacan me defiendo. Pero es una mierda que sea tan sencillo hacerme daño. Y que venga otro a decirte que tu vida es un asco y que eres despreciable y te plantees que lleva razón.
No diré nada más sino en presencia de mi abogado. ¿Algún abogado por ahí?
Pero seguiré buscando, errando y descubriendo y seguiré hablando del amor, pese a quien pese.
Este es mi blog, lleva conmigo un año y al que no le guste, que no lea.

3 Comments:

  • At 4/25/2006 10:26:00 p. m., Blogger Avasallado said…

    Hola Tzade,

    Primero: no soy abogado, lo siento, no puedo ayudarte en términos legales, pero...
    hay una opción que es no permitir comentarios anónimos, es decir, que quien quiera comentar que por lo menos se tome la molestia de registrarse, y también puedes simplemente eliminar el comentario y se acabó.

    Segundo: yo no contestaría más a alguien que ya ha dicho todo lo que tenía que decir. Eres un monstruo, ya está ¿qué más puede decirse de tí? Los juicios categóricos no admiten discusión y por tanto acaban con el diálogo.

    No entiendo a quienes van de cruzados por la vida, si no me gustase leerte pues no te leería y punto. Me gusta leerte: pues te leo e intento animarte a que sigas escribiendo. Es sencillo ¿no?

    Lo dicho, me gusta leerte y mientras escribas y me siga gustando lo seguiré haciendo. Cuando deje de gustarme simplemente dejaré de leerte, pero como no me he construido un personaje sobre ti no me sentiré defraudado.

    Saludos, te seguiré leyendo.

     
  • At 4/26/2006 09:43:00 p. m., Anonymous Anónimo said…

    Yo si soy abogado pero...¿para que lo necesitas? ¿por escribir lo que piensas o sientes?. Eso aún no es delito, y lo veo más como una rara cualidad que es tan exótica y que ...todos te leemos. Como dejes de escribir, despidete de los baños turcos.
    A.

     
  • At 4/27/2006 01:33:00 a. m., Blogger Tzade said…

    Jajaja. Gracias. Pero que conste que lo hago solo por los baños turcos.

     

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