CUADERNOS DE TZADE

Cosas que me pasan, cosas que pienso, cosas que digo y cosas que callo

09 agosto 2006

Libre

Hago lo que quiero y me gusta lo que hago. La pena que eso no me permita vivir un poco más desahogada pero eso le pasa a la mayoría de los españoles. Yo he decidido no hipotecarme hasta las cejas porque ese argumento de que un alquiler es tirar el dinero y comprando el piso es tuyo me da risa. ¿Mío? Del banco hasta que cumpla los setenta y gracias a Dios. Tengo mis dudas acerca de la duración de mi vida y del mundo.
Antes los pisos se vendían como churros y seguían subiendo. Jorge y yo pagábamos menos de hipoteca que de alquiler. Pero ahora veo pisos en venta durante meses; eso enlentece el cambio y aumenta el temor al cambio por no poder responder a los pagos.
Sobra decir que un piso pide más que un hijo tonto y que además de la hipoteca está la comunidad, averías diversas y minucias que en mi caso paga la dueña. ¿Que la dueña se embolsa de mi parte 500 euros al mes?. No digo que no. Pero a cambio un terremoto, una inundación, una bomba o unos vecinos rumanos no me arruinarán la vida, sólo sería un fastidio y no hay más ataduras que me impidan irme a otra ciudad cuando yo quiera que 500 eurillos de fianza.
El caso puede resumirse en una frase muy despectiva: "el que no se conforma es porque no quiere". Yo prefiero pensar que he elegido entre el tener y el ser. No digo que sean incompatibles pero el primero suele joder bastante al segundo. Y si un día decido "tener" espero no olvidar que en realidad no poseemos nada, salvo la obligación vital de gozar de lo que "no tenemos", ya sea porque más pronto o más tarde deja de ser nuestro.