CUADERNOS DE TZADE

Cosas que me pasan, cosas que pienso, cosas que digo y cosas que callo

02 junio 2006

Segunda familia, nombres y opciones

Durante tres cursos consecutivos he sido la profesora/amiga/niñera/psicóloga de la familia de Rosendo. Han sido muchas horas extras sin pagar porque me sentía a gusto a su lado. Celebré con ellos la noche vieja, las niñas han estado en mi casa varias veces, cuidé de las pequeñas cuando murió su padre y el tiempo ha ido creando entre nosotros un vínculo muy diferente al profesional.
Desde que supo que estaba embarazada, la pequeña Carla, que tiene 9 años, no asistía a mis clases y cuando lo hacía era un remolino indomable. Cuando ayer su hermana comentó que estaba celosa porque pensaba que yo ya no la iba a querer igual tiró libros y muebles, cogió una rabieta y empezó a llorar. Este fin de semana las mellizas van a dormir en mi casa y les estaba explicando cómo iban a ser las cosas, pero sin incluírla a ella, ya que no estaba dispuesta a venir. Me fui acercando poco a poco a Carla (como el que se acerca a un animal asustado) y le dije "y si tú quieres, también puedes venir, aunque no te hayas portado bien y me gustaría que vinieras porque yo te quiero igual, aunque te pongas así. Cuando te portas bien me pongo contenta, pero siempre te voy a querer, aunque tú me digas que no me quieres". Luego les expliqué que el bebé se entera de todo y que cuando yo soy feliz él es feliz y cuando ellas gritan él lo escucha y que por eso me gustaría que todo estuviera tranquilo a mi alrededor.
Luego su madre dijo que si yo quería me podía ir a vivir a la parte de arriba de la casa (que es casi tan grande como mi apartamento). Un pacto en el que yo había pensado y que había sugerido que consiste en que yo les doy las clases gratis y ellas cuidan de mi hijo cuando yo tenga guardia nocturna. Ahí queda esa opción. En cuanto a la mayor, ya se autodenomina "tita Alba" y repite a menudo lo bonito que es su nombre para una niña. El pacto no está mal y creo que nos viene bien a ambas, ya que a menudo la madre no tiene más remedio que dejar a las niñas solas y la casa es demasiado trabajo para ella sola. Aunque no les he dado una respuesta, sé que cuento con ello. En todo caso no renunciaría a mi apartamento, que mantendría para regresar a los pocos meses, cuando todo se normalizara, trabajar en mis proyectos y recibir visitas de amigos y familiares cuando fuera necesario.
A menudo me he sentido parte integrante de esa familia y ayer fue uno de esos días, cuando al final de la clase (el durante fue casi un desastre) me sentí arropada por las tres hermanas, compitiendo por el nombre más bonito, cuidar del bebé y tenerlo en sus brazos.
El nombre del bebé fue el tema central de la conversación de despedida:
Si es niño: Gabriel, Julio, Daniel, Manuel
Si es niña: Paula, Alba, Blanca, Clara, Ángela, Isabel...
Sigo admitiendo sugerencias
Se aceptan apuestas. La eco queda para el 25 de Junio
Hay en Pinto un centro donde hacen ecografías tridimensionales y las graban en video, pero cuesta un pastón.
Su papá llamó de nuevo a las cuatro de la madrugada, pero no escuché la llamada.
No sé si debería cogerle el teléfono la próxima vez que lo escuche.
Sigo debatiéndome entre su derecho a saberlo y nuestro derecho a la seguridad. Y me decanto claramente por el segundo derecho.
Ya que sé que no se marchará de la ciudad, sigo contemplando mi huída como una opción.
Ojalá todo fuera más sencillo. Pero de todos modos es maravilloso sentir que cuento con tantas personas, que no estaré sola con esto y que mi bebé empieza a ser aceptado y querido por todos, incluso por mis hermanos (ayer me llamaron los tres y no han vuelto a proponer el aborto). Ya solo quedan mis padres. Pero me resultará más sencillo decírselo ahora, que cuento con la segunda familia para las últimas semanas de embarazo y después del nacimiento. Por cierto, Alba quiere acompañarme a la ecografía. Será una bonita lección de ciencias.

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