CUADERNOS DE TZADE

Cosas que me pasan, cosas que pienso, cosas que digo y cosas que callo

21 noviembre 2009

Paradoja

"Nunca permitas que nadie te haga sentir que no mereces lo que quieres".
Curiosamente, qué paradoja, la mujer de la que leí esta frase me ha hecho sentir exactamente eso... que no merezco lo que quiero. Puede ser también que haya sufrido demasiado por creer que no merezco lo que quiero cuando en realidad es muy posible que hasta hoy aún no me he atrevido a desear lo que realmente merezco.
Me siento terriblemente decepcionada. Al principio sólo conmigo misma. Ahora la onda expansiva se extiende, gracias a Dios, y reparto un poco las culpas.
Me decepcionan tantas cosas de tanta gente hoy... que son casi las seis de la mañana y no he podido dormir... pero por fin todo ha terminado... Gracias a Dios y, paradógicamente, lo que yo deseaba no era lo mejor. Paradójicamente perdiendo he salido ganando. Pero no consigo liberarme de la sensación de pérdida de tiempo, dinero y esfuerzo, de la sensación de estupidez, de las ganas de darle golpes a las paredes, del asco, de haber perdido cierta inocencia. Esta angustia es tan grande. Me duele. Me duele intensamente. Odio. Asco. Hartura... y si soy sincera, cierto alivio.
Estoy muy decepcionada, en muchísimos sentidos. Se me ha caído de un golpe todo el respeto que me inspiraban hace unas horas. Y yo me he caído también. Y en el suelo veo hecho añicos el respeto a mí misma, que dejé caer por puro descuido o exceso de confianza, pensando que alguien lo guardaría respetuosamente en sus manos.
Necesito dormir al menos una hora... me va a dar algo de no dormir, llevo varias noches sin pegar ojo y necesito descansar por Dios que lo necesito. Voy a enloquecer.