CUADERNOS DE TZADE

Cosas que me pasan, cosas que pienso, cosas que digo y cosas que callo

06 mayo 2005

Debe ser la primavera y el puto polen

Comulgando con la media noche hasta que el mundo se termine en el preciso instante en que sus labios rocen por última vez los míos, quién sabe si hasta mañana, quién sabe si hasta nunca más ¿Qué me impide decir "trato hecho"? Un pacto serio, claro y justo. De hacer lo mismo que vengo haciendo con la única diferencia de la palabra por delante. Y es que la s palabras, no hay que olvidarlo, son poderosas. No debo olvidar tampoco que los silencios también son importantes. Un silencio dice muchas cosas. Mi silencio dice: "tengo miedo". Mi silencio dice: "Me importas demasiado". Mi silencio dice: "Soy frágil. Soy de cistal. Si me fallas yo... podría romperme en mil pedazos".
No se ha de subestimar el poder del silencio, el poder de la ausencia, el poder de cada segundo en el que no es necesario decir nada más o en el que se tienen tantas cowsas que decir que casi mejor callar.
Y cuando no hay en realidad nada que sopesar, nada que comparar, se puede quebrar hasta el aire que respiro.
¿Qué me cuesta, a fin de cuentas, decir "trato hecho"? Si supiera que el silencio es el camino cierto hacia el "nunca más" ¿sería capaz de permanecer callada?.... la putada es que creo que sí.
Y no es que no me importe, que me importa, saber que nunca más me beberé el aire de su boca, ni volveré a sentir el aliento de su pecho sobre el mío, que nunca escucharé su susurro en mi oído llamarme "princesa". Soy un signo de interrogación rendido ante una amenaza. Sólo quiero navegar en sus brazos, al compás del tiempo y seguir sintiendo que el adios es largo y que es terrible que esté lejos y desear sorprenderle y oirle reirse de lo que le digo (aunque no me haga gracia). Es lo que tiene. Si yo fuera mi propia psicóloga me diría "Niña, te estás enamorando. Es demasiado pronto. Primero planta una flor y si eres capaz de cuidar de una planta entonces piensa si eres capaz de no destrozar a nadie más. Y luego un perro" (jajaja). Los psicólogos somos una pandilla de ignorantes. No hay ciencia realmente capaz de escudriñar el corazón del hombre.
Niña, ten cuidado porque te estás enamorando y eso es muy peligroso.
Y luego hay quien dice que dos más dos son cuatro y un millón de teorías sobre control de emociones, como si uno pudiera controlar una erupción volcánica poniendo el culo en el cráter. ¡Y una mierda!. No quiero que pase el tiempo, no quiero que este momento se acabe. Y miento si no digo que esta mañana me he planteado hasta qué tal me llevaré con su perro, que es un pastor alemán así de grande que igual me toma celos y me come. Roza el absurdo. Me atrapa. Me seduce. Me lleva a donde quiere de su mano.