CUADERNOS DE TZADE

Cosas que me pasan, cosas que pienso, cosas que digo y cosas que callo

03 mayo 2005

Reflexiones de un sábado de guardia

Las noches de guardia son constructivas. Gran parte de la noche me la ha ocupado Gabriel. Le busqué en el msn y no estaba, lo cual me extrañó. Pensé que tal vez andaba a la busca y captura de una perra que pueda darle lo que yo no puedo darle. Confieso que me dolió hasta el punto de sentirme sucia. Sus últimos mensajes, tantos, tan largos y tan densos, me confundieron. Parecía evolucionar en su pensamiento een cuestión de minutos. Sé que lo que le di a Gabriel no es suficiente para él, pero creo que nunca acabará de tomar conciencia de lo mucho que supuso, y supone, para mí. Las heridas del jueves permanecen. Tamborean mi mente como si pudiera oírlas “te han convertido en un monstruo” , “egoísmo”. En sus escritos Gabriel me construye y destruye; sigue jugando a los puzzles. Y aparecen pronto, muy pronto, desde el domingo que Gabriel no sabía nada de Juan y yo no podía siquiera imaginarlo sumisas dispuestas para su amo.
Analizo, pienso, revivo, me contemplo. Desde la visita de Gabriel todo ha ido muy deprisa, pero ha sido tan intenso que parece que hayan pasado meses. Vino Gabriel y enloqueció mi tiempo y tal vez, sin saberlo, mi deseo indiscriminado de sexo y placer.
Realmente han sido muy intensos los últimos 15 días y prometen ser liados los próximos. En junio, a mediados, comenzarán las sustituciones. Tenemos a la vista una sustitución por boda además de las vacaciones y el accidente del novio de Mónica, promete un mayo movidito. Y eso me consuela porque el trabajo me ocupa la mente y me hace sentir bien, aparte de ser un trabajo que me gusta y que ha sido mi sueño desde hace dos años.
Recuerdo bien mis comienzos en la Fundación, 10 de mayo del 2003, movida por la necesidad de sentirme útil, en el paro, aquejada de una insuficiencia renal y de un posible diagnóstico de cáncer. Tristeza, coansancio, dolor y miedo a la muerte; oculté todo ello por miedo a ser excluída de la Fundación y nadie supo de aquel estado hasta que no recibí el mensaje tranquilizador del médico, mes y pico después,. ANAR dio mucho sentido a mi vida, por aquel entonces y es mi alternativa más cercana y más deseada, hasta el punto de no buscar otra cosa.
He decidido volcarme en el trabajo y dejar que mis relaciones con Gabriel, Juan y Jose se desenvuelvan de un modo natural : sin ataduras, sin espinas.
Estoy abierta al amor y cerrada de piernas. Soy egoísta: yo yo y yo; primero es mi trabajo, mi página, mis libros, mis niños... y que el amor llegue cuando, como y con quien tenga que llegar. Sólo sé que el amor, tal como lo he concebido hasta ahora, ya no es posible. No porque no quiera darlo, sino porque Jorge me estrujó hasta la última gota y no me queda nada.
Esperaré con calma y me dejaré sentir. Ayer supe que es la distancia la que impone distancia y me duele que Juan esté tan lejos y que visitarle esté fuera del alcance de mi bolsillo. Está fuera del mapa, donde siempre es primavera.
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Me ha parecido frívolo, pero necesitaba hacerlo. He hecho una lista con pros y contras de cada uno de mis tres “amantes”. Al margen de puntuaciones, cada uno es distinto y me ofrece cosas distintas. Ayer lo ví más claro: de tener que elegir el orden se impone según la distancia; me gusta más el que está más lejos, como el niño pequeño que desea jugar con el juguete que no está a su alcance. Un chasquido de dedos y JoseMa está aquí; un pequeño puente o un fin de semana y me planto en Barcelona. Fuera de mi alcance Juan, quien por horarios y distancia lo tiene más difícil que nadie, pero su recuerdo me excita y me agrada y no me angustia.
Para los tres soy la mejor “folladora”, los tres desean volver a verme, a los tres importo (al menos, eso dicen y han demostrado). Pero reconozco que es Gabriel el que más sufre, el único que sabe que no es el único, que conoce mi cielo y mi barro y aun así me quiere, aunque ahora busca consuelo en otros brazos más entregados y dóciles, tal vez más puros. Y yo también le quiero. Algo que nunca he dicho a Juan y Jose a los que también quiero
Asi que sigo debatiéndome entre certezas distintas a sabiendas de que puedo perder.. y puede que ya haya perdido a un ser que me importa y que adoro. Por eso me quedaré encajada en el trabajo, como el náufrago que se agarra a una tabla en medio del océano, con la sospecha triste sospecha de que quedará solo uno: el que más aguante: porque necesito sentirme amada y demostraciones de amor. Y espero que Jorge no regrese; porque no quiero volver con él pero no podría negarme. Como dijo el sabio capitán: “Jorge está por encima y por debajo estamos todos los demás” y el capitán, oh cruel capitán, que conoce mi cielo y mi barro y mi dado azul sabe la verdad: que soy un monstruo.