CUADERNOS DE TZADE

Cosas que me pasan, cosas que pienso, cosas que digo y cosas que callo

29 abril 2005

Desde la confusión, que ya es costumbre

Hoy ha sido un despertar caluroso y asfixiante. Los mensajes de Gabriel, mensajes y llamada de Juan, conversación con Miguel... y la toma de conciencia de la necesidad urgente de un respiro del mundo entero. He pensado irme a Santiago de Compostela a pasar unos días, me gusta esa ciudad y creo que estaré a gusto. Le daré una sorpresa a Ana, la echo de menos y sé que me necesita, aparte de que sabrá respetar mi necesidad de soledad. Esta misma tarde pasaré por la agencia de viajes. Creo que es un momento maravilloso para regalarme el primer vuelo de mi vida. Hace menos de una semana hubiera ido a Barcelona sin lugar a dudas.
Lo cierto en todo este asunto es que Gabriel y yo contemplábamos nuestra relación desde perspectivas diferentes. Y es admirable que me siga queriendo aun pensando que soy un monstruo egoísta.
En medio de este egoísmo brutal, sin embargo, hoy hablé con miguel. Un amigo con el que he mantenido relaciones sexuales esporádicas. Me ha pedido dormir conmigo, sin sexo... yo ya estoy saturada. Su padre está muriendo y él se siente muy triste, muy solo y muy mal. Así que el lunes dormiremos juntos, dejando claro que no habrá sexo, no hay mayor problema.
Si transcribiera todos los mensajes que he recibido hoy de Gabriel saturaría el Blog y no tengo esa intención, a veces pienso que Gabriel piensa en voz alta y eso le viene bien, aunque a veces en su divagar me hiera, como hizo anoche.
Acabo de recibir un mensaje suyo, mientras leía estas líneas donde parece contemplar la relación de un modo más parecido al mío. Parece que comprende y es posible que eso calme y enriquezca muchas cosas entre nosotros. Me ha calmado leer su último mensaje, aunque aún me mantengo a la espera de uno que lo contradiga... a fin de cuentas, está divagando. Pero tal como lo plantea abre puertas que yo comenzaba a cerrar porque no tolero ataques de celos ni tener que rendir cuentas de con quién me acuesto, por qué y para qué ni cómo... Creo que ya he soportado durante bastante tiempo la presión de una fidelidad que sólo me ha llevado al orgullo herido y al picor de coño. Y no quiero ataduras y eso no me impide amar. Sólo que creo que estoy donde tengo que estar y con quien tengo que estar y que necesito vivir y disfrutar de esta posición durante un tiempo, para colocarme y porque no quiero saltar de una relación a otra, creo que no es sano.
Juan y yo hemos estado hablando esta mañana. A ambos nos supo a poco el encuentro que vivimos intensamente como si fuera a acabarse el mundo. Su lejanía hace complicado un encuentro en un puente de cuatro días, necesitaríamos al menos una semana. Nos echamos de menos y sabemos que no nos veremos hasta dentro de dos meses, sin embargo estamos intentando programar algo a finales de mayo. Juan me contagia de su optimismo, de sus ganas de vivir, de su fuerza vital.
De nuevo otro mensaje de Gabriel, abriéndose y luchando por no perderme del todo. No le merezco. Está claro que Gabriel me quiere, algo que no sé si ocurre con Juan. Pero no se trata de comparar ni de elegir, es algo que va mucho más allá de todo eso.
Desde mi posición actual, quiero a Gabriel, quiero a Juan, deseo a ambos y echo de menos a ambos. Si me dieran a elegir, no podría escoger. Son como el día y la noche. Estoy muerta de calor, de sueño y de hambre. Voy a poner remedio a este instante tan incómodo y voy a ducharme, comer y dormir una siesta. Esperaré a la próxima semana para ponerme en orden del todo.

1 Comments:

Publicar un comentario

<< Home