CUADERNOS DE TZADE

Cosas que me pasan, cosas que pienso, cosas que digo y cosas que callo

03 mayo 2005

El milagro del corazón del hombre

Ayer pasé unas horas con José Manuel. Leyó sin mi permiso parte de mi diario manuscrito; mea culpa, suelo confiar en exceso y dejar los diarios a la vista. El ser humano es curioso por naturaleza y, de todos modos, siempre he pensado que en el pecado fue la penitencia. En la página que leyó JoseMa hablaba acerca del diagnóstico de cáncer de hace un par de años, ese error médico que tanto me asustó por entonces. Al leer a escondidas, con miedo a ser descubierto, enfrentándose a mi letra y leyendo un documento a medias... JoséMa se marchó preocupado pensando que yo estaba gravemente enferma y que era uno más entre mis numerosos amantes. Así que ayer quiso verme para confesar su pecado y ofrecerme su apoyo incondicional.
Elige ser mi amigo antes que no ser nada. Al igual que Gabriel, no está dispuesto a formar parte de mi "lista de amantes" y no me juzga por ello sino que me ofrece su amistad incondicional y su puerta abierta al futuro. Sabe que ahora tengo que arreglar mi vida. Viene de una soltería prolongada, de unos tres años, que ha disfrutado plenamente y comprende mi necesidad de disfrutar de la mía.
Supo de mis problemas con la comida y durante un tiempo, es una promesa, comeré cada día en casa de Fati, que me hará una dieta equilibrada hasta que se me vaya abriendo el estómago. Por otro lado, mañana iré a una clínica para hacerme unos análisis. Pero lo más importante es que ayer descubrí a un JoséMa que desconocía y del que sí podría enamorarme en un momento dado. Ayer, bastante satisfecho antes de terminar la velada dijo "Ahora sé cual es mi lugar y me gusta este lugar". Consciente de la presión que pudo ejercer en un principio proponiéndome una relación y pidiéndome fidelidad, retira lo dicho y se mantiene al margen prometiendo entrar en mi vida sólo en la medida en la que yo se lo permita. Sabe que necesito mi tiempo y respeta mi tiempo y me respeta a mí, aunque no comparta parte de mis ideas o forma de vivir. Pero me respeta y me quiere tal como soy y... para sorpresa de Gabriel, no desea follar. Lo cual me alivia bastante porque siempre he tomado muy en serio las palabras de Gabriel y pensaba que llevaba razón en todo cuanto decía. Resulta que me he encontrado con un ser que me ama y mucho, que se sabe no correspondido y que respeta esa no correspondencia y que, hoy por hoy, lo único que le importa es que yo esté bien. Preocupado por mi debilidad física, mi cansancio y mi tristeza, me hace sentir que soy lo más importante para él, después de su pastor alemán. La vida me encuentra con auténticos tesoros. No puedo quejarme de ello. En mi aventura de renacer, sólo me he confundido una vez.