CUADERNOS DE TZADE

Cosas que me pasan, cosas que pienso, cosas que digo y cosas que callo

06 mayo 2005

Estoy sana

Un peso menos. Al menos quedo tranquila. No tengo sida, ni hepatitis, ni sífilis... en fin. Casi un milagro después de la cantidad de disparates que he hecho desde que , mañana hará ocho años, abrí mis piernas y tomé la firme decisión de no volver a cerrarlas nunca más. Más que con las personas con las que me he acostado, que eran media docena hasta noviembre y que superaron ya la docena, por quienes ellos se acostaron. Si tenemos en cuenta que uno de ellos follaba indiscriminadamente sin condón, otro frecuentaba prostíbulos, otro se acostó con una piba allá por el paraíso tropical y no creo que usara medios...
El caso es que ayer sellé con Jose un pacto por el que "yo no me acuesto con nadie, tú no te acuestas con nadie, durante un mes y después hablamos". Entre tanto y después de dos copas se me arrancó un "te quiero". Dos horas después de estar con él, y a pesar de la irritación en el cuello del útero que sufro desde hace dos días, tuve que meterme mano porque si no, no me dormía. No sé si me he vuelto ninfómana o es que la larga sequía me obliga a buscar el equilibrio. No he conocido al hombre que soporte mi ritmo y doy gracias a Dios por haber creado los vibradores, o, en todo caso, por haberle dado al hombre esa soberbia imaginación y sentido de lo práctico y lo necesario.
Este blog está adquiriendo tintes de dos rombos. Tal vez va siendo hora de cortar y pegar y cambiar de sitio porque soy una tímida desvergonzada, llámese como se quiera. Al menos decidí durante un mes parar este tren furioso y volcar toda mi sed y mi hambre en una sola persona. A pesar de mi autopromesa de no conceder exclusivas de ningún tipo, aparece la excepción, porque ... José Manuel me importa lo suficiente como para hacer una pequeña renuncia: no puede costarme más que un para de paquetes de pilas.