CUADERNOS DE TZADE

Cosas que me pasan, cosas que pienso, cosas que digo y cosas que callo

29 junio 2005

La dichosa mudanza que nunca se acaba

Llevo un rato sentada frente a la pantalla en blanco, con la necesidad de comunicar cualquier cosa, sin tener muy claro qué. Iba a escribir un poema pero no me gusta, porque no es perfecto, así que no lo haré. Hoy veo las cosas con más paz. A veces el cansancio juega a mi favor, estoy demasiado agotada como para angustiarme. No siento que haya perdido nada, las cosas, simplemente, han cambiado. Continúo con mi propósito de no dejarme tocar hasta que me crezca el pelo, si bien sexualmente comienzo a estar más despierta y fantaseo más a menudo. Ayer conversé con José Manuel y fue bonito hacerlo; sé que en él tengo a un buen amigo y que lo seremos siempre, nada que ver si tenemos o no una relación de pareja. Me hizo saber que soy una persona importante en su vida y que nunca me fallará, eso me calmó bastante.
Mañana jueves llegará Isabel para quedarse en casa y me estoy dando prisa para ordenar la nueva tanda de cajas que traje de la mudanza. Mañana traeré dos cajas más y ya estarán todas mis cosas conmigo. Tengo dos cajas enormes con ropa de invierno y mantas y calzado de invierno. Había pensado poner una sobre otra y cubrirlas con una tela y adornos encima, sin embargo son demasiado grandes y resultan asfixiantes donde quiera que las pongas. Tendré que conseguir tres cajas un poco más pequeñas más o menos del mismo tamaño y cambiar las cosas de sitio. No me gustaría poner ropa en el trastero. Por otro lado estoy esperando que venga a casa un hombre fuerte que me ayude a bajar al trastero las cajas más pesadas y poner el sofá de pie al fondo para hacer hueco. Estoy muy debilucha y no consigo levantar cosas que pueden levantar mis alumnos de diez años. Casi me da vergüenza. Tal vez cuando José Manuel esté un poco más desahogado, o le mando un mensaje diciéndole lo que necesito y cuando pueda se venga un momento, que pa eso somos vecinos.
A partir de septiembre comenzaré a estudiar la oposición para centros de enseñanza en comunidades. Lo bueno que tiene es que te puedes presentar en cualquier comunidad autónoma y que no me importa desplazarme, eso sí, ya dentro de un año por lo menos. :-). No obstante, aún no lo he decidido del todo, pues me apetecía muchísimo estudiar Trabajo Social, que junto a Psicología es ideal para el tipo de trabajo que me gusta. Preguntaré a mis compañeros de trabajo durante este verano a ver si decido lo mejor para mí.
Por estas fechas, vuelvo a sentir después de mucho tiempo el dolor de los últimos días del mes, cuando te duele en el alma tener que tomar un taxi o incluso te lo piensas a la hora de tomar un café. Estoy deseando que llegue el día uno para pagar el alquiler y quedarme tranquila. Como he andado tan descentrada no he llevado mi contabilidad tan al día como me gusta y eso me fastidia bastante.
Lejos de los problemas materiales y cotidianos, ahora vivo en esa época del año en la que una recibe el premio a su trabajo: prácticamente todos mis alumnos mejoraron sus notas. Hoy una de ellas, a la que su madre daba por imposible y que me había avisado de que suspendía fijo, ha aprobado, por los pelos, eso sí, pero aprobó contra todo pronóstico (menos el mío). Me siento muy bien en casa de las mellizas, el otro día les di una clase extra después de la visita al médico. En los últimos días han aprendido los números romanos, las horas y hoy la descomposición numérica... La peque (es curioso, que siendo melliza la llame la peque), anda extraña, muy sensible, necesitada de afecto. El otro día se echó a mis brazos como un monito y se refugió ahí hasta que se calmó; su hermana es mucho más fuerte que ella en todos los sentidos y a veces se derrumba... sobre todo cuando la otra la derrumba de un empujón. Ahí también estoy viendo los frutos, ya que estoy cambiando la perspectiva de competitividad por la de cooperación y ahora "la mayor" la apoya, ayuda y enseña. Me alegra que su relación esté cambiando, pues tal como iban las cosas, no era sano para ninguna de las dos.
Sé que el trabajo "estable" con contrato y eso... es lo mejor para mí, sobre todo dadas mis actuales circunstancias, si bien me cuesta mucho la idea de separarme de mis niños sabiendo que aún me necesitan. Algunos de ellos ya pueden prescindir perfectamente, son independientes, estudian solos, son felices, están bien. Otros no. Otros no me necesitan pero siguen queriendo que esté ahí, eso me resulta bastante más duro: negarme a continuar un tratamiento que ya no considero necesario, pero lo hago de tal modo que parece que casi no me importa. Así debe ser. Sé que algunos no lo tienen fácil para recibir la ayuda justa y necesaria y estoy haciendo todo lo posible para no dejarles. El precio: aun no he dormido, después de dos noches de guardia he tenido tres clases esta mañana y tengo otra esta tarde. No podré dormir hasta ... anda! qué bien! sí que puedo dormir esta tarde! perfecto entonces. Comeré donde Fati y luego me voy a dormir una supersiesta antes de seguir redecorando el salón. Qué alegría.
Hoy me siento mucho mejor