CUADERNOS DE TZADE

Cosas que me pasan, cosas que pienso, cosas que digo y cosas que callo

20 febrero 2006

Aquí hay paz

Todo va bien, y lo que no, irá bien. Me ha calmado mucho este tiempo de autismo voluntario agudo para ir aclarando mi peculiar desorden emocional... creo que seguiré un tiempo más metida en mi burbujita y la haré un poco más infranqueable. Tengo mucho que hacer aún.
Mis alumnos han avanzado notablemente en las últimas semanas. D-11 está mucho más centrado y parece más feliz. Ya no se enfada con tanta facilidad y demuestra mucha curiosidad por las ciencias. C & C han cambiado mucho su modo de relacionarse entre ellas y con el resto de la familia. C-R escucha las críticas sin tomarlas como una ofensa, se ha vuelto muy ordenada con sus trabajos de la escuela, tiene más paciencia para las tareas que la requieren y ya sabe dividir por dos cifras sin tirar nada al suelo cuando se equivoca; c-M sonríe mucho más, hace los ejercicios paso a paso y se da cuenta de cuándo se equivoca. Da gusto verla sonreír con esa facilidad. M-13 avanza lentamente, sigue quejándose por sistema y no sé qué resultado me dará la nueva técnica de “tareas voluntarias”. De momento no ha respondido como yo quería, pero es cierto que ha aprendido mucho y las clases fluyen mejor que antes. Incluso A – 12 ha mostrado un ligero y grato cambio en solo un par de semanas. Espero u índice de mejora del rendimiento global de todos ellos más o menos alto, salvando A&A, que sólo llevan conmigo dos semanas y no demuestran mucho interés... aunque no descarto que A – 12 me sorprenda, ahora que hemos empezado a trabajar su autoestima.
Me gusta mi trabajo.
He comenzado a trabajar en mi proyecto de negocio y quiero enfocarlo de tal modo que me abra las puertas para viajar, al menos, por toda España. Casi tengo lista la escultura de barro y le falta el aliento mágico que le de vida. Me siento como una diosa.
No voy a lamentarme más por lo que he perdido, ni por lo que no tengo. Es un dolor tan inútil...
Quiero desprenderme definitivamente del veneno que me robaba la vida y los sueños. No he sido yo. Durante todo este tiempo no he sido más que una sombra caminando descalza sobre cristales rotos.
Te perdono:
A ti, que me diste la vida y me bordaste en la piel otra tú con hilo de cobre y que ahora me amas, aunque no me parezca a lo que tú querías que fuera.
A ti, que me encerrabas porque yo era como un valioso paño de seda blanca que no debía mancharse y que manchada y todo me amas porque soy sangre de tu sangre y no puedes evitar quererme.
A vosotros, ladrones de cinturones, libros y calderilla, voces de mi conciencia, vigilantes de mis pasos, traidores chivatos, ausentes incondicionales, estando sin saber que estabais, siempre preocupados, ahí de todos modos, a pesar de mí, fotocopias de mi barbilla, mi nariz y mi mirada, artistas, inteligencias sublimes, personas crecientes y cambiantes, porque os quiero a reventar y no quiero evitarlo.
A vosotros, obtusas mentes retorcidas que heristeis a mi madre y a mis hermanos haciéndoles fuertes, buenos y poderosos.
A ti, que descansas en paz y cambiaste tu trono de reina por un sillón de oro en la memoria de quienes saben quién fuiste, que viviste una bella historia de amor y de la que nació mi madre. A ti, vieja gruñona, mandona y cabezota, que me contaba chascarrillos, me cantaba coplas y me enseñó a coser.
A todos los que me heristeis de alguna manera.
Tengo la paz que necesito y el odio me pesa y me sobra. Resulta que soy feliz porque tengo un millón de sueños y hoy sé que dejarán de ser sueños.
No me cabe el odio. Se me han gastado las ganas de ver sufrir a nadie. Me da lo mismo si pagan o no... confío en el natural fluir de los acontecimientos y no voy a quedarme sentada esperando que se haga justicia. Ocurrirá lo que tenga que ocurrir.
Confieso que estoy cansada, que aun me escuecen algunas cosas, pero creo que estoy en el lugar que me corresponde porque ya sé a dónde quiero ir y con quién (no le conozco, no tiene nombre, pero sé que le reconoceré y, desde luego, sé quién no es)
Es extraño, pero siento que ahora puedo morir tranquila. No deseo ahora la muerte por rabia hacia la vida, por inmensa tristeza o por miedo al dolor. Pero quiero morirme, cuando me muera, en el estado en el que estoy ahora: escribiendo con mi cigarrillo y mi copa de licor.

1 Comments:

  • At 2/23/2006 10:26:00 p. m., Blogger gallardo said…

    Debo felicitarte por dejar de odiar.
    Yo siento difícil hacerlo, porque ademas, me parece que el odio es un sentimiento pleno, y unívoco, que ademas a producido grandes guerras, las que generan cambio, y renovación.
    Bueno, es solo otra opinión.
    Besos

     

Publicar un comentario

<< Home