Y los sueños, sueños son
Sentados al sol de la cafetería de una residencia de ancianos, les vemos pasear en el patio acompañados por enfermeros y familiares, encorvados, casi besando el suelo, lentos, pensando cada paso mientras su acompañante mueve la cabeza nervioso, buscando algo que mirar, hablando muy alto y muy lento, como se le habla a un niño; la vejez desprende un olor peculiar mezclado con gel neutro y perfume de lavanda, los colores se apagan y les brillan los ojos con una sonrisa infantil e inocente cuando ven pasar a los niños que van a la guardería, justo al lado, como una paradoja o un collage caprichoso de la vida que despierta junto a la vida que se duerme, el recuerdo infatigable de que todo termina cerrándose en un círculo perfecto que se repite constantemente sin que lleguemos a acostumbrarnos. Y todo parece transcurrir lentamente y parece que el siguiente momento crucial no llegará nunca y un día, como si todo hubiera sido un sueño, parece que dimos el salto y decimos, como mi madre hace pocos días: "de pronto se me ha pasado la vida y se me han quedado por cumplir un montón de sueños"
1 Comments:
At 9/27/2007 10:33:00 p. m., gallardo said…
Como si pudiéramos cumplir todos los sueños eh???
Yo veo pasar los míos cumplidos en otros cuerpos, mi sonrisa desplegada en otras bocas, mis abrazos en cuerpos desconocidos, y casi todos mis dolores en mis propios huesos.
Supongo que por alguna razón todo esto debe ser así.
Besos desde Santiago, la lejana.
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