Ojitos negros

Cada vez que me miras conozco de pronto todas las respuestas y todos los mundos cobran sentido. Todas tus miradas están inundadas de humanidad y divinidad, pero hay varias que me roban todas las palabras: La primera del día, cuando abres los ojos y me encuentras y me das la bienvenida acariciando mi cara; cuando llego a casa y no me esperabas y lo dejas todo para venir a encontrarme; cuando tiras el pañal a la basura y vienes alzando los brazos; cuando reconoces la "m" de "mamá" y se te llena la boca al decirlo; cuando te canto "poquita cosa" y te quedas callado esperando que la canción acabe para aplaudirme; cuando me ves tras la ventana de la guardería y te quedas parado de pie mirando, como si hubieras visto a Dios; cuando entre la gente tú y yo nos miramos con sonrisa pícara y sabemos que no nos entiende nadie más. Nunca pensé que el negro podría ser tan luminoso. Nada comparable. Bendigo todos los falsos pasos que di para poder encontrarte.