CUADERNOS DE TZADE

Cosas que me pasan, cosas que pienso, cosas que digo y cosas que callo

12 julio 2005

Las horas, los reencuentros y las cosas raras que me pasan

La semana pasada trabajé 58 horas fuera de casa; esta semana serán solo 22 y la próxima 42 y la próxima 48... es que estoy desayunando con el cuadrante de trabajo enfrente de la cara y me gusta contar aunque sea de letras. Pero hay que parar de contar de vez en cuando, por eso los árabes nos trajeron el número cero, para que el hombre se perdiera en la inmensidad de la nada por unos instantes y se sumergiera en las pacíficas aguas del vacío. O tal vez lo trajeron para multiplicar la unidad o dividirla.
El flujo de pensamientos que tiene una por la mañana temprano es muy similar al que se tiene durante las primeras fases de colocón de alcohol, shisha o maría. Y es que hoy madrugué ¿no es maravilloso? Me acosté por la noche y me desperté por la mañana. Es una sensación un poco extraña pero lo mejor de todo es que he madrugado porque me he despertado yo solita. Eso ocurre cuando una ha descansado lo suficiente. Si sumamos las horas que trabajé la semana pasada fuera de casa a las que trabajé en ella, como mínimo llegan a las setenta. Por eso ayer no podía hacer otra cosa que comer, dormir y hacer pis, igualito, igualito que las mascotas.
Ayer volví a ver a José Manuel y fue la primera vez desde que le conozco que no sentí por él atracción alguna. Al fin se recicló la relación. Me echó una regañina que no veas por lo de mi bajada de peso y por el ritmo de vida que llevo. Me dice que me tengo que dedicar más tiempo, que tengo la cara desencajada desde por la mañana temprano y que voy a acabar loca si no salgo y me divierto un poco. Parece ser que verdaderamente encontró a su media naranja, al fin vive en su nueva casa y últimamente le va muy bien con todo, está como pez en el agua. Ha encontrado el amor y se siente divinamente.
También me encontré por el msn al supuesto cuñado de Tony, qué historia más rara, intentando venderme a su cuñado como el hombre de mi vida. Os voy a contar la historia porque no tiene desperdicio:
estaba yo el domingo chateando un rato mientras me tomaba una infusión para dormir a eso de las cinco de la tarde; entré en canal Madrid por eso de conocer a gente con la que salir a lo largo del verano, ya que mis amigos se dispersan en vacaciones. Una tal Nazareth de mi misma edad me abre un privado, esta chica decía tener 33 años y ser de Andújar (de donde yo nací) y vivir en Madrid. Entonces me presentó a un amigo suyo de Linares con 40 añitos, que trabajaba en Jaén. Para quien no lo sepa, Andújar y Linares son pueblos de la provincia de Jaén. Me lo vendió como el hombre de mis sueños, le agregué a mi hotmail y comencé a charlar con él a través de msn. Así tenía dos conversaciones paralelas con Nazareth y Tony, ambos vendiéndome al tal Tony como el hombre de mi vida, pese a que yo insistía en que no le buscaba y que no se montaran historias raras, que solo era una amena conversación por chat. El caso es que pese a haberme tomado la infusión no dormí nada, pues Tony pedía tiempo constantemente y yo, flipando en colores con la situación tan surrealista y dejándome llevar por la curiosidad, cedí. Por la noche un supuesto cuñado de Tony me abre privado estando yo en el trabajo desde la misma dirección Hotmail de Tony haciendose el loco como que no sabe quién soy y que si conozco a su cuñado y que es la mejor persona del mundo, etc, etc. Convencido como Tony y Nazareth de que caeré rendida a sus pies en cuanto le conozca. Le hice un par de comentarios trampa y cayó y le enfrenté abiertamente diciéndole que sinceramente creía que Tony y él eran la misma persona. Ayer le mandé a Tony el e-mail que escribí en el blog y por la noche su supuesto cuñado continuó vendiéndome la moto haciendo caso omiso de mis comentarios. Me pidió cam para saber si entre su cuñado y yo podía haber feeling y yo me negué, la primera y la segunda vez con educación, la tercera con disgusto y finalmente con un "que te he dicho que no, cojones".
Y es que por el chat hay gente pero que muy rara, o tal vez no sean tan raros y la gente en el mundo es así, sólo que parapetados tras una pantalla y protegidos por el anonimato, destapan sus primeras intenciones sin misterio y sin pudor.
Soy una persona sincera, eso es cierto. Pero eso no implica que no me agrade una cierta dosis de misterio que me mueva la curiosidad y que yo guarde ciertas cosas para mi intimidad, simplemente porque tengo el derecho de hacerlo.
Tanto a través del chat como en la vida de la calle, últimamente cada vez que conozco a un hombre manifiesta a los pocos días (eso casi es un milagro) o a las pocas horas, incluso minutos, su deseo de mantener una relación conmigo (sexual o de pareja). Es una situación que me agobia tanto que dejo de tomarme la molestia de arreglarme y pintarme, sólo para que me dejen los hombres en paz. Sinceramente no me explico cómo tengo este éxito no buscado con los hombres yendo con estas pintas y siendo tan borde. Igual es una cuestión de olor corporal