CUADERNOS DE TZADE

Cosas que me pasan, cosas que pienso, cosas que digo y cosas que callo

15 noviembre 2005

Soy trígama

Voy contigo si me haces una señal, y contigo, y contigo.
Sin querer evitarlo besé tus labios que ardían por la fiebre. Ya es tarde, fijo que me contagias tu virus, lo mismo que me contagias de ternura y de deseo. Aún ardiendo, precipitados por un tiempo que apremiaba. A mí me esperaba un alumno, a tí te esperaba tu mujer. No quise evitarlo, tal vez sólo un poco. Llegaste horas antes de lo que esperaba, por lo que no pude darte el plantón que merecías después de meses de ausencia. Pediste perdón y nos perdimos el uno en el otro. Tú aceptas mi bigamia y la comprendes y sabes que así será el tiempo que sea necesario. Yo acepto tu bigamia. Así está bien todo. Sabemos que estamos ahí y que nadie puede evitarlo, nisiquiera nosotros mismos. Sabes quién soy yo y yo sé quién eres tú. Os amo a los dos. Te hablé de él y tú me hablaste de ella y comprendimos que el amor no es siempre simple y concentrado. Y nuestros cuerpos se reconocieron y se gozaron uno a otro.
Vino a mi vida un hombre que acepta y comprende mi bigamia y está dispuesto a tolerarla y aceptar esos paréntesis en mi vida de tres o cuatro días cada tres o cuatro meses. Estoy bienamorada, doblemente feliz y sigo viviendo sola. Es perfecto. No puede ser más perfecto.
Julio saldrá a poquito de mi vida y volveré a mi pacífica bigamia, esa en la que habito intermitentemente desde octubre del año pasado, con el cuerpo plagadito de caricias ingastables. ¡Viva el amor libre!

Y sigo corriendo sin poderme parar, acariciada por el pálpito de varios corazones, disconforme y revoltosa, pasando por las pieles diversas y tú y tú y tú me pueblas los segundos solitarios y te echo de menos a tí, a tí y a tí cuando no estás.
La trigamia resulta agotadora, menos mal que di puerta a mi amante de los domingos y me queda un día para descansar.

Tanto amor y tanto trabajo me están mermando la salud y me estoy quedando en los huesos. Ahora sí que soy la flaca... a pesar de todo lo escrito anteriormente, qué no daría por hallar el verdadero amor, ese que no necesita de nada ni nadie más y reunir en un único cuerpo el espíritu que me quiebre el desencuentro, el único que me haga sentir única, sin la duda constante, sin las tardes vacías de caricias echando de menos a uno u otro. Julio estuvo tan cerca que su portazo me cerró todas las puertas... bueno, sólo unas cuantas, las justas para ser soltera y sin compromiso y no tener marcado un cumpleaños o un día de aniversario para buscar el regalo perfecto, o el único destinatario de mis poemas. Tal vez si Julio regresara estaría dispuesta a ceder a la calma y la paz que da saberse amada por un único con contrato indefinido (que todos sabemos que no significa nada, pero bueno). Pero Julio marchó y un día mi mirada dejará de buscarle y sigo siendo una empresa con varios empleados a tiempo parcial.

3 Comments:

  • At 11/15/2005 02:08:00 p. m., Anonymous Anónimo said…

    Cariño,

    ¿Realmente es amor lo que sientes por las personas que pasan intensamente por tu vida del modo en que describes que pasan?

    Normalmente el amor, cuando termina, o se ve interrumpido abruptamente, no deja estelas de fuego ni terreno quemado, ni desprecios que rozan el odio cuando hace quizás breves momentos se tocaba el cielo... Deja detrás de si paisajes aun vivos, algo yermos quizás, pero habitables aun si lo desearamos, y sobre todo tristeza, más que rabia...

    En cambio la pasión recuerda más lo etereo del fuego artificial, de gran intensidad y espectacularidad luminosa, pero por escaso tiempo de permanencia y con un final estéril, carbonizado hasta su esencia...

    ¿Te has planteado, Inma, si es que realmente amas o simplemente lo que haces es experimentar la pasión del amor, el enamoramiento, sin llegar realmente a amar... porque "algo" en ti o en el otro, te impide ir más allá?...

    No da tiempo a amar en tan breve espacio de tiempo. Solo a sentir la pasión. No puede sedimentar nada.

    La pasión es desordenada, carece de planteamientos y su desarollo es desconcertante por lo que su destino, es ingobernable e incierto.

    El amor real no entiende solo de pasiones propias del enamoramiento. Requiere del cultivo y el cuidado lento de las personas. Y precisa mucho tiempo para asentarse.

    Pero para el amor real se precisa de un sacrificio que no se puede "demostrar" en cinco, diez o veinte días... Requiere paciencia, que se recompensa con la madurez y el equilibrio que le caracterizan.

    ¿Es necesidad de amar o necesidad de pasión, de tener las endorfinas siempre activas y emborracharse en ellas lo que buscas, Inma?

    Sea lo que sea, cielo, es tu elección y tu decides, pero es bueno que le llamemos a las cosas por su nombre...

    Bigamia serían dos "dosis" de endorfinas. Trigamia serían tres "dosis"...

    ¿Has pensado si necesitarás más "dosis" a medida que se genere la tolerancia propia de los receptores de endorfina biológicos...?

    Con la morfina, sucede...

    Amor...¿o droga para soportar algo terrible?

    ¿Controlas?

    Un beso, pequeña.

    Te quiero.

     
  • At 11/15/2005 09:14:00 p. m., Blogger gallardo said…

    Se construye la felicidad que deseamos, aunque algunas veces esta solo alcanza a la felicidad que podemos
    Besos

     
  • At 11/16/2005 10:53:00 a. m., Blogger koffee said…

    Una lucecita roja parpadea por aquí... Una cosa es pillarse los dedos y otra los sentimientos. Por otra parte, menudo facturón de seguros sociales te espera!.
    Besotes.

     

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