CUADERNOS DE TZADE

Cosas que me pasan, cosas que pienso, cosas que digo y cosas que callo

08 agosto 2008

Medio agujero

Supongamos que tenemos un agujero y decidimos rellenarlo pero sólo lo rellenamos hasta la mitad ¿Qué nos queda? Un agujero más pequeño, pero un agujero a fin de cuentas.
Supongamos que tenemos unas vacaciones, pero sólo en uno de los dos trabajos. ¿Tenemos vacaciones? ¿Existen las medias vacaciones?
Hoy estoy contenta porque es mi último día en el trabajo de las tardes y eso me dará más tiempo para el trabajo que tengo que hacer desde casa. Como siempre que se me aparece el tiempo libre, como una visión divina, tiendo a rellenarlo rápidamente con todas las cosas que vas dejando para cuando lo tengas y el resultado es la consiguiente falta de tiempo. Pero estoy contenta porque me he prometido a mí misma un lujo diario: un café en una terraza, un rato en la piscina, un sudoku... en fin, un placer barato y sencillo. Para irme haciendo a la idea y a pesar de que mis medias vacaciones aún no han comenzado esta misma mañana me he ido a una terraza con mi hijo y me he estado tomando un café mientras hacía juegos de lógica y he conseguido conformar a Ángel unos minutos con unos gusanitos. El inventor de los gusanitos merece un monumento, junto al que se inventó el chupete y el apiretal.
Al que inventó a las abuelas también le tendrían que pintar un cuadro; gracias a la de Ángel puedo darme dos minutos para escribir un rato antes de ponerme a analizar datos estadísticos y a intentar arreglar este desatino, ya que creo que la persona que me lo ha encargado no se tomará muy bien eso de que los datos no avalen sus hipótesis e incluso las contradicen y que los sesgos pueden echar por tierra el trabajo de todo un curso escolar.
Estoy contenta con mi medio agujero.