CUADERNOS DE TZADE

Cosas que me pasan, cosas que pienso, cosas que digo y cosas que callo

22 noviembre 2008

Mudanzas

Odio las mudanzas, las odio a muerte. Tanto es así que no tengo con qué dar las gracias porque el dueño del piso no me haya subido el alquiler.
Es posible que me cambie de banco porque el mio me cobra hasta por respirar y ya me está enfermando el asunto de tener que cambiar mis domiciliaciones en todas partes.
Por ese motivo, mudar mi blog también me da mucha pereza. Cuando digo mudar voy más allá de cambiar la dirección. Quiero decir, borrón y cuenta nueva. Por un lado me apetece por el encanto que tienen los nuevos comienzos; por otro lado además de pereza no me gusta la idea porque puede parecer, y en cierto modo es, una huída.
Lo cierto es que últimamente no me muevo cómodamente en este sitio. Cuando hay buenas noticias, parecen sentar mal. Cuando son malas, hay quien parece alegrarse. No se trata de críticas mejor o peor tomadas. No es exactamente eso. Pero cada vez que le doy al botón naranja lo hago con cierta ansiedad, revisando lo que he escrito antes, buscando el punto criticable, la frase floja que va a dar pie a la "crítica constructiva" . Últimamente me da la impresión de que el tema sobre el que hable dará lo mismo. Y me siento como los niños hiperactivos que te dicen "yo quiero ser bueno, pero no sé cómo", niños que saben que tarde o temprano, sin buscarlo ni quererlo, recibirán una regañina.
Así que el bienestar que me producía escribir en este sitio desaparece por momentos. Por eso es que hoy me planteo no sólo dejar de escribir en él, sino borrarlo definitivamente.
Una vez conocí a un hombre que presumía de haber estado con más de 1000 mujeres. Qué campeón. Seguro que sus amigos le vitoreaban y por supuesto él se sentía muy orgulloso de eso. Yo he estado con unos 20 hombres. No me enorgullezco ni me avergüenzo de ello. A veces se han equivocado ellos, a veces me he equivocado yo, a veces nos hemos equivocado ambos y a veces los dos hemos vivido una experiencia muy chula que ahí se queda, en nuestro recuerdo. Pero a mí nadie me ha dado las palmas por compartir cama con 20 hombres, más bien todo lo contrario. Este blog ha sido testigo de ello.
Cuando cuesta distinguir entre crítica y ofensa la cosa se pone fea. El derecho a la réplica ¿es necesariamente un rechazo a la crítica?, el derecho a la crítica ¿es censurado cuando hay una réplica? ¿Tengo derecho a censurar o tengo la obligación de publicarlo todo, aunque ofenda?
A las dos de la madrugada no se piensa con claridad. Pero sí me hace gracia pensar que las críticas más feroces provienen de usuarios que tienen su blog encriptado.
No puedo permitir que en este punto de mi vida en el que me siento satisfecha, en que me siento lo suficientemente feliz como para seguir adelante con una sonrisa, pero no tan asquerosamente feliz como para no tener sueños, se me nuble el ánimo por tan poca cosa. Pero como sucede. Lamentablemente no he aprendido aún a hacer oídos sordos a las palabras necias, me planteo esto de la mudanza. Empezar de cero. Descartar definitivamente de mi vida a quienes no merecen estar en ella.
¿Es una huída desterrar de tu vida a las personas que nada te aportan y a las que nada puedes aportar? ¿Es igualmente una huída ignorarlas sin más? Es una huída. Claro que lo es. ¿Pero es justo resignarse a soportar el chaparrón vez tras vez, provenga de quien provenga?
Ahí está el dilema y en mi próximo post o en su ausencia, la respuesta.

1 Comments:

  • At 11/22/2008 08:31:00 a. m., Blogger Avasallado said…

    Anda, vamos a tomar esa cerveza. Lo necesito más yo que tú, así que no sera una huída.

    (PS.- Cuando leí la ristra de tonterías que te comentaron me di cuenta de lo que uno puede llegar a pensar de sí mismo comportándose como alguien que, para redescubrir el círculo, le ha de dar cuatro vueltas. En fin... pero lo que no entiendo es cómo le das pábulo, haz como conmigo, ignórale sencillamente. Ah, y a veces la verdadera huida es "negarse" a huir)

     

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