CUADERNOS DE TZADE

Cosas que me pasan, cosas que pienso, cosas que digo y cosas que callo

06 junio 2009

Haz lo que tengas que hacer, segunda parte

No hay modo. Sigo distraída, sacrificando incluso horas de sueño que convierten mis días en andar entre nubes o en dormir hasta las tantas si se me permite. Tal vez era que venía barruntando un virus que me deja dolorida y desanimada. Ni para combatirlo tengo lo que hay que tener. Esta mañana me salté la dieta recomendada "por la feis" nada menos que tomando café con leche, las dos sustancias más prohibidas y ya recaigo. En cuanto me siento mejor me salto el protocolo médico.
El suspenso del examen de conducir de ayer vuelve a condenarme a apretarme el cinturón a lo bestia además de dejarme la autoestima por los suelos, algo que últimamente me sucede con relativa facilidad, aunque generalmente no dejo que se perciba.
Me he desmadrado en casi todos los sentidos y he vuelto a dejarme caer en brazos del "pequeño riesgo". El jueves me encontré perdida en el campo con un desconocido. Era una especie de reserva militar o algo así, con un montón de pozos hondos desperdigados en el suelo. Asomada a uno de esos pozos llegué a pensar que alli no me encontraría nadie. El desconocido bromeó con secuestrarme, abrazándome fuerte al borde de un despeñadero y también me besó... un beso que supo a artificial y frío como el acero. Fui delicada al apartarme y cauta al sugerir que nos marcháramos. Parecía muy interesado en saber si tenía miedo. No mostré miedo en ningún momento, nisiquiera en los más tensos. Pero lo cierto es que lo tuve. Y lo cierto es que una parte de mí disfrutaba teniendo miedo. Todo raro.
Paso estos días trabajando a ratos espaciados y cortos. Nada me cunde. He limpiado el salón y el balcón en tres tiempos y he acabado con dolor muscular de nuevo. Tampoco me mantengo mucho tiempo sentada y menos aún concentrada. Me sigue doliendo todo. Y sólo cuando me duele recuerdo tomar lo que tengo que tomar y hacer lo que tengo que hacer.
Ando desdomada y revoltosa navegando tanto en entornos BDSM, como esoterismo, psicología o el google earth, volando a distintos sitios del mundo escogidos al azar.