CUADERNOS DE TZADE

Cosas que me pasan, cosas que pienso, cosas que digo y cosas que callo

19 marzo 2008

esto también es una prueba

Hay un punto vital, varios de ellos diría yo, en el que se nos enciende una luz y de pronto todo cuadra perfectamente. Le pasó a Newton bajo el manzano, a Arquímedes en la bañera y a Mendel con los guisantes (¿o no fue Mendel?). Total, no me voy a ganar la vida en el saber y ganar, qué más da.
Hay quien dice que sufrir es necesario para crecer; yo no lo creo; al menos no creo que sea suficiente. Lo único que realmente nos hace crecer es ese instante en el que ya no sufrimos y aprendemos.
Mi hijo me enseña cada instante el valor del sueño, de la vida y de la risa, el valor de las pequeñas cosas y el prisma que distingue lo que es importante de lo que no lo es. A veces cuando miro atrás me siento un poco ridícula por haberme fustigado tanto y por haber perseguido con ansia algo que sólo se alcanza cuando se está tranquilo, mirando la luna por la ventana y respirando hondo.
He continuado mi búsqueda de respuestas en los ratos de despacho y cigarrillo muerto de risa en el cenicero y continúo investigando acerca del mundo de las emociones, en especial acerca del amor, eso que algunos opinan que ignoro... y puede que tengan razón. Pero eso es una buena noticia porque significa que lo mejor está por llegar. Una teoría que ha sido una constante en mi vida y que nunca debí haber abandonado.
Se me asoma el amor a la vida cargado de calma. No será Jorge... pero eso es también una buena noticia.
Marcando mis tiempos, quiero evitar que otro cargue con las heridas que provocaron otras circunstancias que ahora me parecen lejanas, como si hubiera vivido cien años.
A veces me parece que poco tiene que ver la persona que comenzó a escribir este blog con la persona que lo escribe ahora... pero si los amigos me dicen “no has cambiado nada”, supongo que queda la esencia, la mujer de falda hippie y zapatillas viejas, que escribe poesía en los bares y que agita dados azules, que ahora canta poemas improvisados y que se sorprende cuando una tontería hace reír a su hijo y la explota hasta que se agota.
Lo malo de todo esto es que todo se asoma pero nada entra: el trabajo, el amor, los nuevos amigos y los brotes nuevos de las macetas del balcón. Y en los ataques de impaciencia me muerdo los dedos y tengo heridas en los pulgares, que son los dedos del OK, el corazón y el dedo de mandar a tomar por culo.

Probando, probando

ESto es una prueba