CUADERNOS DE TZADE

Cosas que me pasan, cosas que pienso, cosas que digo y cosas que callo

27 octubre 2007

El fin del mundo

Ayer soñé que se acercaba el fin del mundo y que centellas de color morado surcaban el cielo de parte a parte. Y entré en una agencia de viajes porque la carnicería estaba cerrada "por fin del mundo". Iba con un cura y nos guiaban dos niños que no conocíamos. Los viajes eran muy caros y también estaban cerrando por eso de las vacaciones del fin del mundo. Al salir un hombre me estaba esperando vestido de negro junto a una mujer vestida de rojo. Para él eso del fin del mundo no era nada importante. La radio se oía por las calles, decían que los árabes ricos, los reyes y su prole, ya habían reservado más de la mitad de las plazas de cohetes espaciales para irse a otro planeta y la gente se quejaba de que también el espacio iba a estar a tope de moros. Soplaba una brisa suave con olor a laurel. La mujer vestida de rojo puso en mis manos dos hojas de laurel, una de ellas se deshizo en trozos muy pequeños al tocarla y guardé la otra en el escote. Entonces todo se volvió oscuro y sentí un abrazo cálido y un beso en el cuello. El calentón me despertó. Esto sin alcohol ni otras drogas. Si fumara porros lo flipaba.

26 octubre 2007

Otoño

El extraño dolor de las hojas que intuyen que su tiempo se acaba... el latido de la vida retumba en mis oídos coo el agudo grito de un animal salvaje en medio del silencio de la noche. Y hoy me parece que todo me habla y que absolutamente todo se puede traducir al lenguaje de los hombres.

Hoy, no sé por qué, percibo intensamente todas las cosas: desde el lejano silbato de un policía histérico, hasta la hermosa muerte de las flores que respiran el polvo junto a mí.
ME regocijo en los escasos minutos de soledad que me quedan y bebo cada segundo de soledad con la sed que el agua calma en el desierto. REspiro la calma, el silencioso y aturdido pasar de los segundos. Nada importa, vivo y olvido.
A los ojos del mundo soy odiosa o soy admirable, o soy un encanto o soy una arpía. A los ojos del mundo soy un ser incompleto porque nadie lo entiende, porque nadie me sabe del todo y porque cualquiera que me juzgue se equivoca, incluso yo misma.

Padres, padres, padres...

Espero que no haya muchas más situaciones como esta en mi vida. Las mudanzas me crispan los nervios, especialmente cuando terceras y cuartas personas se empeñan en solucionarte la vida sin que se lo pidas. Mis padres han dado una vez más muestra de su inmenso poder sobre mí y he vuelto a dejarlo en sus manos, aunque no era lo mejor (bueno, era lo mejor, pero también lo más caro). Se me ha echado el tiempo encima y hasta hoy mismo no he pactado fecha y hora (último día a primera hora, por eso de seguir corriendo ya que estamos puestos). La técnica de mis padres es muy simple y al tiempo muy eficaz (dale que dale hasta que el otro se cansa y cede). Lo llevan haciendo toda la vida y no van a parar ahora. Lo malo es que estoy demasiado harta y cansada como para seguir con la espada en alto por nimiedades y acabo diciendo siempre la misma frase condenatoria "haz lo que quieras" y ellos en ese momento te toman la palabra para que no haya marcha atrás. Son así. Esta vez me ha costado unos doscientos euros, a veces me cuesta una noche de insomnio y siempre, sentirme insegura mientras estoy con ellos... como si algo invisible me atara la voluntad y sintiera que cada decisión, por pequeña que sea, está mal tomada.
Cuando estoy con mis padres me vuelvo perezosa, no sólo para tomar decisiones sino para cualquier cosa, incluso para leer, ya que puedo pasarme horas haciendo nada sin ser interrumpida pero no leeré más de dos líneas seguidas si estamos bajo el mismo techo. Tienen esa capacidad, el don de la oportunidad se llama.
En su afán por protegerme siempre me han asfixiado, y lo siguen haciendo. No se lo puedo reprochar, no conocen otro modo de hacer las cosas. Sus padres eran peores y a ellos les parece un método perfecto. Para ellos el respeto se limita a "no gritar y no pegar" y escuchar la opinión del otro, no interrumpirle cuando habla o no hacer algo que el otro te ha pedido claramente que no hagas son aspectos demasiado complicados y aunque dicen entenderlos, claro está que es muy complejo para ellos. Mi madre seguirá completando mis frases antes de que yo las termine, mi padre seguirá haciendo lo contrario de lo que le digas y tendré que acostumbrarme de nuevo a las frases cortas y fáciles, de no más de cuatro palabras y seguir pintando la raya en medio y diciendo "hasta aquí puedes llegar".
Hoy ha sido Shunna quien ha trazado la linea cuando mis padres han ido a recoger los muebles que me ha dado y mi padre había decidido que yo no quería un mueble negro que sí que quería y que no se lo iba a llevar. Menos mal que Shunna tiene más genio que yo y al final mi padre ha cedido a regañadientes diciendo: "pero no lo entiendo". Cuántas veces le he dicho que me da igual que no me entienda, que no lo pretendo, que me conformo con que lo respete. Que en mi casa la mesa no se pone en el hueco que él diga porque no me gusta ahí, aunque él no lo entienda y que en mi casa no se usan los colgantes del cuello para poner derecho un colgador que yo he puesto torcido a posta, porque me gusta torcido, aunque él no lo entieda y que mi hijo va a dormir en su puto cuarto junto al mío y no en el mío porque ya tiene edad de dormir solo aunque sea pequeño y aunque no lo entienda (esto es más cosa de mi madre). Pues seguro que cuando llegue a mi casa me encuentro la cuna montada junto a mi cama y me toca hacer de Mac Giver o como carajo se escriba otra vez.
Y aunque mi madre se empeñe en tranquilizarme y me repita a menudo que no me preocupe por nada, que no van a ir a mi casa si yo no se lo pido y que no se van a meter en mi vida si no les pido opinión, continuamente me da pistas destranquilizadoras, como meterse en una vida sentimental que no tengo diciendo que no vaya a llevar a ningún tío a esa casa que los vecinos no hablen... y yo le digo: "mamá, cariño, eso es meterte en mi vida, te estás metiendo en una relación que ni tengo ni creo que tenga en muuuucho tiempo". Y la tía se ríe y dice "es verdad"... y cuando menos te lo esperas te la vuelve a hacer, pero como cuando me cabreo le resulto graciosa pues me cabreo más y entonces soy muy dura y hay que ver qué genio tengo y lo burra que soy, a quién habré salido.
Estoy cabreada pero aparte de este asunto de la mudanza, nos llevamos bien. Ellos continúan su función de traumarme, como hace todo padre que se precie con sus hijos y yo continúo pataleando y gruñendo para seguir presumiendo del mal genio que siempre me han colgado como cartel. ¡Ay si yo tuviera mal genio de verdad! ¡Entonces sí que os íbais a enterar! Aparte de esta constante lucha por la independencia, se enteran de casi todo lo que me pasa porque yo se lo cuento y nos reímos mucho juntos, sobre todo ellos, que se ríen aunque les esté echando la bronca (porque soy muy graciosa cuando me enfado, o eso dicen) y asumo, a veces con más humor y a veces con menos, que ha comenzado un pulso que será más llevadero si siempre tengo presente que, a pesar de todo, nos queremos.

Nota al margen: Shunna no te rías que te conozco.

22 octubre 2007

mujersolterabusca

No soy soltera orgullosa y feliz de serlo, aunque tampoco es algo que me quite el sueño. Estos días de mudanza sacan a la luz los cuadernos que escribo desde hace quince años y es inevitable a pesar de la prisa detenerse en una página cualquiera, una sola, y dejar venir al recuerdo por un instante... sale algo que escribí después de la violación y decido que no quiero quedarme con ese mal sabor de boca y busco instantes bellos, pero me cuesta encontrarlos. Ese cuaderno en concreto está plagado de páginas amargas. Aprovecho la libertad de estos días para hacer lo que me de la gana y paseo despacio, despidiéndome de Madrid sentada en una terraza cara y viendo pasar a la gente o sentándome en un metro cualquiera a leer, dejando que el destino me sorprenda.
Me alegra el alma ver parejas que derrochan pasión e ilusión por los cuatro costados; me hace gracia ver lo pavos que nos volvemos cuando estamos enamorados y me alegra su suerte.
Los solteros estamos casi mal vistos, todo el mundo se empeña en llevarnos por el buen camino y a mí siempre me preguntan si hay algo a la vista. “Pero si eres guapa, lista, divertida, buena gente...”, me dicen, como si para ser soltero tuvieras que tener alguna tara, como si no bastara el hecho de que las relaciones anteriores no hubieran ido bien. También está mal visto haber tenido muchas relaciones previas, especialmente siendo mujer. Parece que te tienes que conformar con el primero que llegue porque acumular citas fallidas está también muy mal visto. Ya me he acostumbrado a que me señalen con el dedo, por lo que sea y a que la gente se monte sus propias historias en torno a mi persona y lo cierto es que no comprendo por qué mi vida resulta tan interesante.
A través de este blog, sin ir más lejos, ha habido quienes se han dado el lujo de condenarme por haber elegido desnudar pecadores antes que vestir santos. Mis amigos parecen extrañados cuando no muestro interés por dar a mi hijo un padre, por no buscar hombre bueno que me mantenga y quienes no me conocen dan por hecho que es lo que estoy haciendo, porque lo contrario escapa a sus esquemas.
Esta noche pasé frío. Me encojo abrazada al cojín y respiro deprisa para calentar el interior de la cama, escondida entre las sábanas y con un miedo terrible a sacar la cabeza, como cuando era una niña pequeña. El frío estaba ahí desde horas antes y se me fue acumulando en el cuerpo hasta que casi no me sentía los pies. Me tapé con un edredón y una manta y me acosté con el impermeable puesto, sintiendo que el frío venía de dentro afuera, respiré y me imaginé un lugar cálido y agradable, abrazada a un ser que me cubría de besos y así me dormí.
Confieso, sin remordimientos, que alguna vez me he vendido por dormir abrazada y sentirme segura. Algunas veces me ha costado caro y más me hubiera valido pagar a un gigoló y más veces me ha quedado un tierno recuerdo, de esos que de vez en cuando te asaltan en la soledad y te hacen sonreír. Unas veces ellos no cumplían mis expectativas y me decepcionaban y otras veces era al revés. Ahora me he vuelto tímida, reservada y esquiva y sigo viviendo y sigo jugando, me gusta jugar. Pero estoy algo cansada de jugar solitarios.

19 octubre 2007

Luna cuna

La luna de siembra es para los comienzos, me dijo una vez cierta bruja cuyo nombre y rostro no recuerdo. ¿Qué comienzo no va enlazado con un final?
Saber a mi hijo tan lejos, limitarle a escucharle por teléfono cuando me entra la pelusilla, me hace sentir la soledad más honda que he sentido jamás. Ya no tengo que fumar frente al muro. Fumo en casa uno tras otro, se me mueren los cigarrillos de risa en el cenicero mientras embalo cajas, escribo etiquetas y les doy caladas hondas mientras me paro a pensar cómo colocarlas o simplemente me siento agotada en el sofá y miro las estanterías vacías.
Mirando al cielo la luna se descubre en una de sus formas más lindas, cuando tiene forma de cuna y dan ganas de subirse a ella y mecerse sobre el firmamento. Voy a ponerle a mi hijo un firmamento en el techo y una luna así, con esa forma. Es la única forma que se me ocurre para regalarle el cielo.
Qué pereza me da levantarme de aquí y seguir embalando Dios mío.

18 octubre 2007

Lejos de mi hijo

Nunca había estado tan lejos de él. Mi hijo con sus abuelos en Jaén y yo en Madrid, para evitarle el trajín de la mudanza y que respire demasiado polvo. Estoy tranquila porque sé que está en buenas manos. No imagino manos mejores. Pero le echo terriblemente de menos y cuando a través del teléfono ha reconocido mi voz y me ha llamado "mamá" me he levantado venciendo el cansancio y me he puesto a embalar como una posesa. Cuanto antes acabe de embalar antes podré regresar para verle, aunque sólo sean dos días y de nuevo a Madrid para llevarlo todo.
La casa, esta casa que tanto he odiado, se va quedando vacía; en un rincón apiladas las cajas con mis pertenencias; en otro la ropa para el bebé de Jade; en otro la ropa para dar... y poco a poco me voy reconciliando con el dichoso muro y recordando los momentos bellos que he vivido aquí.
No me puedo creer todo lo que cabe aquí y mucho menos contar de ahora en adelante con el doble de espacio. A veces tampoco me puedo creer que esté dando este paso tan importante. ¿Estaré cometiendo el error más estúpido de mi vida? Espero que no.
Jaén me ha acogido bien. De pronto me he encontrado con los amigos de hace diez años que se han ofrecido para ayudarme con la mudanza y también con gente nueva que por alguna razón que todavía desconozco, se alegra un montón de que me vaya a vivir allí y que me están ayudando de una forma que no esperaba. Había olvidado el buen corazón de la gente de Jaén (en general), aunque también al principio me encontré con la condena social de algún que otro cerrado de mollera y mente de tiempos remotos y oscuros, gente que no es capaz de comprender que mi hijo no es un accidente y que no busco y no necesito a un hombre que ejerza de padre y me saque de apuros. Mejor correr un tupido velo y no hacer demasiado caso porque, a fin de cuentas, siempre pequé de chica rara con ideas muy progres; un viejo compañero del instituto me dijo una vez que si viviera en África o Latinoamérica ya estaría muerta, por pensar y hablar de más. Resulta curioso que el mismo carácter que provocó el rechazo de mis compañeros en los primeros años de instituto resultara especialmente atractivo en los últimos y en la universidad. Hubo una época en la que yo nunca llamaba a nadie. Salía con la primera persona que me llamara y nunca estaba sola.
Así que miedo y esperanza me cohabitan el alma sin pegarse y sin hablarse y sólo el tiempo dirá quién gana. Pero me late que no voy a estar sola.
He conocido a gente nueva muy afín a mí con quien es posible ir a ver cine raro, de ese que me gusta a mí y mantener conversaciones acaloradas e interesantes y compartir puntos de vista diferentes. Me mola tener un salón grande donde quepa mucha gente y se pueda jugar al trivial, al rol o al hijoputa (cómo echo de menos ese juego), una casa en la que pueda recibir a la gente sin estrecheces e incluso tener invitados. Hablábamos hace tan sólo dos días de lo diferente que es Barcelona en cuanto a apertura mental (no sé qué pensar después de los últimos acontecimientos; vale, yo no hablo catalán ¿saben los catalanes hablar gallego o euskera?.... meditaciones acerca del catalanismo para un próximo post) y también en cuanto a iniciativas, trabajo y más cosas. Pero ya es un poco tarde para plantearse vivir en Barcelona.¿Qué narices pinto yo allí?
Pasado, presente, futuro se alternan en mis pensamientos desordenadamente, con las emociones más variopintas: nostalgia, tristeza, esperanza, alegría, temor... y es que las mudanzas, ese fenómeno tan complicado y agotador, me producen ese vaivén de pensamientos y estados de ánimo. Si no la acabo en cuatro días acabaré volviéndome loca.
Pero antes de continuar me voy a regalar, porque puedo, porque quiero y porque yo lo valgo, un baño de sales de manzana y espuma de té verde y me voy a pasar por un día y por el forro la campaña de ahorrar agua, que está media España inundada y tengo muchas ganas de darme ese lujo. Porque por media horita me quiero sentir the one, the only and the best.

08 octubre 2007

La suerte está echada.

El despido se hará efectivo mañana mismo, después de mi último turno de noche. La dueña del piso ya me ha pedido que se cuelgue el cartel de "se alquila". El nuevo piso ya está apalabrado a falta de firmar contrato y pagar dentro de dos o tres días. La mudanza, la semana que viene. La devolución de la fianza de esta casa a primeros de noviembre. En el trabajo, contentos; la dueña, contenta; los papás, ultracontentos; los amigos, contentos; el niño enseñando los dientes, contento... todos contentos; yo también, acojonadilla pero contenta. Miro agobiada las cajas, los trapos, los libros amontonados en el rincón de los libros, las sábanas en la caja de las sábanas, las pequeñas cosas inútiles cargadas de recuerdos aún en su lugar: el móvil del piso de Pinto, la lámpara azul de Isabel, el móvil del otro piso de Pinto, el termómetro quemado de la relojería de papá (¿a quién de nosotros se nos ocurrió la feliz idea de poner un mechero debajo para ver cómo subía el mercurio?), el cuadro de Francisco Mateos, el dado azul de mamá, la pluma roja de Adela, la colección de brujas de Galicia... sólo serán unos días. En mi imaginación recorro de nuevo los lugares donde ya dejé caer mi CV y me dijeron que había posibilidades de trabajo cuando regresara, extiendo la alfombra de juegos de mi hijo, me recreo decorando el salón, me asomo a un balcón y los muros están lejos... nada hay que me garantice que todo saldrá bien, pero es la primera vez en años que tengo tanta ilusión por algo. A pesar del virus que nos tiene destrozaditos a los dos y al tito ingresado en el hospital, a pesar de dejar un trabajo que me encanta en todos los sentidos del mundo, a pesar de regresar a una tierra con la que aún estoy un poco enfadada, a pesar del temor de encontrarme con juicios y prejuicios por mi condición de madre soltera en una tierra en la que muchos darán por hecho que "busco hombre que nos mantenga", a pesar de la posibilidad de no encontrar un trabajo digno que me permita dar a mi hijo todo lo que necesite... hoy me he dado cuenta de que vuelvo a ser feliz, que he recuperado el brillo en la mirada, que se me llena la boca de risa jugando con mi hijo y que no me amarga ni un solo recuerdo, ni le deseo ningún mal a nadie, ni echo de menos nada de lo que tuve y perdí, ni me urge para mañana nada que aún no tenga, ni tiene sentido arrepentirse ya de ningún error, que a nadie debo una disculpa y si alguien me la debe ya se me ha olvidado. Puede que en los próximos días esté agobiada por tantos cambios pero eso no me resta este instante, que la felicidad consiste simplemente en momentos así, como este, en los que te sientes plena independientemente de que haya necesidades por cubrir.

04 octubre 2007

Con la iglesia hemos topado

Los últimos mensajes de Emy me mostraron tan solo la punta del iceberg de lo que puede llegar a ser mi vida en la sociedad actual, mucha tecnología eso sí, pero mucha mentalidad del pleistoceno, prejuiciosa, intolerante y en extremo cruel con cualquiera que se salga de los cánones de lo que debe ser... o lo que creen que debe ser. No me refiero a Jaén, que allí me crié y no soy la única mente abierta que se ha criado en ese entorno y también me he encontrado con mucha mente obtusa en la capital. Pero sí que es cierto que también allí es más fácil encontrar mentes de la Edad Media para atrás que sin conocerte, con unos pocos datos, se montan su historia sobre quién eres y qué mereces en esta vida.
Bauticé a mi hijo y siento haberlo hecho, unas veces más que otras, según me crispen más o menos las últimas noticias. Ando así de vulnerable últimamente. Ayer leí los últimos clavelitos de la Conferencia Episcopal, que critica que las madres solteras reciban el cheque bebé porque las ayudas a las familias monoparentales promueve que los niños vengan al mundo sin un padre y una madre. Una forma de discriminación absolutamente anticonstitucional e intolerante a más no poder; uno de esos detalles de la Iglesia Católica tan contrarios al Evangelio, uno de tantos. Y quienes están de acuerdo con ella están de acuerdo en considerar mi familia como desestructurada. No parece preocuparles que unos padres alcohólicos, toxicómanos, maltratadores... reciban 3500 euros ni la posibilidad de que decidan concebir un hijo sólo para recibirlos, pero sí que una madre soltera que se maneja a duras penas con el sueldo medio reciba algún tipo de ayuda que pueda hacer pensar a otras personas que es un chollo eso de ponerse a hacer niños. Mi hijo es un niño sano y feliz rodeado de figuras masculinas y femeninas que juegan con él, le dan cariño, le atienden... no consumo drogas, trabajo, lucho día a día por mejorar nuestra situación para que no le falte de nada, juego con él, converso con él, nos reímos juntos y somos de los más feliz. Y ahora es cuando alzo los puños para que venga cualquier gilipollas de tres al cuarto a llamar a mi familia "desestructurada"_ acércate más que yo sí que te voy a desestructurar la cara_
Como guinda del pastel se manifiesta frontalmente en contra de la asignatura "educación para la ciudadanía". Algo que vendría más que bien a más de un adulto. Que formación sí, pero educación poquita. La razón es de risa: el Estado no tiene derecho a imponer una moral... y lo dicen ellos, que han tratado de imponer la Religión (católica, por supuesto) como asignatura a toda costa y hasta ahora la alternativa (se llama así "alternativa") consiste en aislar a los niños de la clase y ponerlos a hacer deberes o ejercicios para el desarrollo de la inteligencia. En cuanto tenga un hueco miraré el programa de esta asignatura porque a lo mejor me estoy colando, pero sí tengo claro que no deseo que mi hijo reciba una formación religiosa en el colegio, ni que me lo vistan de marinero, ni que le hagan creer que cascarse pajas es pecado, que mirar mujeres desnudas es pecado, que disfrutar es pecado... ni que es cristiano por la gracia de Dios. Por desgracia, en Jaén, que yo sepa, no hay colegios privados no religiosos y la mayoría de los públicos promueven una ideología similar, basada en el prejuicio y en la falta de respeto al otro, al otro diferente con el que sólo hay dos opciones: criticarle abiertamente o tratar de cambiarlo.

03 octubre 2007

Precisamente ahora

Como una burla del destino o un simple capricho de esta suerte mía que a veces no sé si llamar buena o mala, que quien busca encuentra y quien no busca también, de pronto, un pez gordo que me conoce hace mucho tiempo cae hoy, precisamente hoy, en la cuenta de que, a su juicio, soy una profesional como la copa de un pino y decide hablar de mí a otro pez gordo para que me conozca porque resulta que en el trabajo de mis sueños (otro de ellos) necesitan a alguien como yo. Y no lo hizo hace meses cuando precisamente pregunté si sería procedente entregar mi CV en ese lugar. Lo hace hoy, el día en que me despido porque me voy de Madrid la semana que viene.
Shunna qué buena eres echando las cartas jodía. Pero no te preocupes que muy bueno tiene que ser para quedarme, que ya estoy soñando con dormir en mi casita de Jaén, que cumple con todos los requisitos que pedía y alguno más (4 dormitorios, trastero, terraza, piscina, jardines, buen sitio y además se ve el castillo desde mi balcón, o eso creo) y además que funciona a nivel nacional y puede ser, sólo puede ser, que no sea nada y yo esté aquí, para variar, construyendo castillos en el aire, que por algo me crié viendo todos los días uno desde mi ventana.
Pero sea o no sea en Madrid y sea o no sea lo que me jode de todo esto es el hecho de que esta persona haya caído ahora, precisamente ahora, en que había una puerta abierta.
¿Sabes qué? Que me voy a Jaén de todos modos. Con un par.

01 octubre 2007

Así son las cosas

De cuando en cuando me sobrecogen historias de esas que un día saltan al cine en forma de películas de dos horas capaces de recoger una vida entera. Hasta hoy desconocía la existencia de esta mujer de Kenia, que por ser mujer, por ser de Kenia, por ser hija de campesinos, madre de tres hijos abandonada por su esposo por "indomable" no lo tuvo nada fácil y aún así recibió el Premio Nobel de la Paz por "sus contribuciones al desarrollo sostenible, a la democracia y a la paz" hará unos tres años. Doctora, miembro del Parlamento y ministra de medio ambiente y de recursos naturales. Dio la voz de alarma sobre la desforestación en su país y las graves consecuencias que esto tendría sobre la economía y el medio ambiente, pero el gobierno ¿cómo no? no estaba muy interesado en el pueblo y además era una mujer... su obligación era cuidar del marido, parir un montón de hijos y no hacer preguntas y mucho menos tratar de cambiar las cosas. Pero Wangari, que fue al colegio descalza, logró una beca en Estados Unidos y acaba creando el Movimiento dle Cinturón Verde, en el que forma a otras mujeres y les da trabajo. Esta mujer se alzó en un mundo empeñado en aplastarla, un mundo en el que las mujeres aceptan su condición de ser subordinado, con una misión muy clara, porque así es la vida y "así son las cosas". Esta mujer nunca sintió miedo de decir lo que pensaba y si lo tuvo se lo tragó y eso le costó el abandono de su marido y la cárcel pero aquello no acabó con su espíritu de lucha. Después de leer mi recién adquirido libro de Punset, queda pendiente "Con la cabeza bien alta", un relato en primera persona de la vida de Wangari Maathai... mi santo es el 8 de diciembre ;-)