Pequeños placeres, grandes alegrías
- Que suene el despertador y ser capaz de levantarse al primer toque.
- Sentir la brisilla del amanecer en la cara.
- Un desayuno como Dios manda.
- Borrar a alguien que te hizo daño de tu vida, no por dolor, sino porque ya no te importa.
- Pensar en tu niñez y sonreír por ello.
- Pasar de 100 y que papá no se dé cuenta.
- Que tu hijo se ría de un gesto espontáneo tuyo y repetirlo hasta que le dé hipo.
- Que tu hijo sonría cada vez que te ve.
- Fresones con Jamón Serrano... sí, así, con mayúsculas, como las grandes cosas.
- El aliento en la nuca del hombre que deseas.
- Tachar una lista entera de tareas pendientes.
- Ver como alguien disfruta como un chiquillo de una comida que has hecho tú.
- Caminar descalza.
- No llevar el reloj y no darte cuenta.
- Descubrir en un paquete una bolsita de embalar de esas que tienen burbujitas que se explotan.
- La llamada de un amigo que hace meses o años que no escuchas.
- Pedir perdón y saber que estabas perdonada desde hacía mucho.
- Que alguien te pida perdón por algo que ya habías olvidado.
- Darte cuenta de que realmente no hay mal que por bien no venga.
- Que Hacienda te persiga por 400 euros y seguir cantando en la ducha.
- Dormir con una sonrisa en los labios y que alguien se dé cuenta.
- Tener miedo y seguir adelante.
- Descubrir una carrera inmensa en las medias y que te dé lo mismo.
- Compartir con tu padre una decisión meditada y que esté de acuerdo contigo.
- Sentir tumbada en la yerba las tamboradas del Retiro.
- Echar de menos Madrid a pesar de todo.
- Mirar hacia atrás y saber que no tuviste la culpa.
- Dejar de ser cliente de Telefónica.
- Sentir la brisilla del amanecer en la cara.
- Un desayuno como Dios manda.
- Borrar a alguien que te hizo daño de tu vida, no por dolor, sino porque ya no te importa.
- Pensar en tu niñez y sonreír por ello.
- Pasar de 100 y que papá no se dé cuenta.
- Que tu hijo se ría de un gesto espontáneo tuyo y repetirlo hasta que le dé hipo.
- Que tu hijo sonría cada vez que te ve.
- Fresones con Jamón Serrano... sí, así, con mayúsculas, como las grandes cosas.
- El aliento en la nuca del hombre que deseas.
- Tachar una lista entera de tareas pendientes.
- Ver como alguien disfruta como un chiquillo de una comida que has hecho tú.
- Caminar descalza.
- No llevar el reloj y no darte cuenta.
- Descubrir en un paquete una bolsita de embalar de esas que tienen burbujitas que se explotan.
- La llamada de un amigo que hace meses o años que no escuchas.
- Pedir perdón y saber que estabas perdonada desde hacía mucho.
- Que alguien te pida perdón por algo que ya habías olvidado.
- Darte cuenta de que realmente no hay mal que por bien no venga.
- Que Hacienda te persiga por 400 euros y seguir cantando en la ducha.
- Dormir con una sonrisa en los labios y que alguien se dé cuenta.
- Tener miedo y seguir adelante.
- Descubrir una carrera inmensa en las medias y que te dé lo mismo.
- Compartir con tu padre una decisión meditada y que esté de acuerdo contigo.
- Sentir tumbada en la yerba las tamboradas del Retiro.
- Echar de menos Madrid a pesar de todo.
- Mirar hacia atrás y saber que no tuviste la culpa.
- Dejar de ser cliente de Telefónica.